Art brut cubano crece fuera de los circuitos tradicionales
Un proyecto que incluye a personas con capacidades especiales persigue contribuir al reconocimiento y la autonomía de sus artistas.
La Habana, 15 ene.- Hasta los 16 años, Lázaro Antonio Martínez nunca pintó. Ahora, con 34, lleva a distintos soportes y técnicas sus trazos que aluden a los recuerdos y la realidad que lo rodea: el mercado, el circo, el transporte público…
Martínez es uno de los artistas incluidos en la II Exhibición de Art brut, inaugurada el pasado 12 de enero en el privado Riera Studio.
Desconocidos y alejados de los circuitos tradicionales del arte cubano, en la muestra participan 24 de los 35 artistas vinculados al Art Brut Project Cuba, una iniciativa que persigue promover expresiones artísticas realizadas por creadores sin estudios académicos ni relación de apoyo a nivel institucional, dijo a la Redacción IPS Cuba, Samuel Riera, el coordinador.
Expo abierta al público
La II Exhibición de Art brut Cuba estará abierta hasta abril. Puede apreciarse todos los días, a partir de las nueve de la mañana, en calle Marta Abreu no. 202, entre 20 de mayo y Enrique Villuendas, municipio Cerro, La Habana. El proyecto atesora la colección de Art brut en Cuba, con documentación y catálogos de los artistas y sus obras. Riera Studio, además, brinda charlas y conferencias relacionadas con este arte. |
“Hace cinco años abrí el estudio en mi propia casa, para también albergar este proyecto, que sigue los principios del artista francés Jean Dubuffet (1901-1985), para quien el pensamiento creativo por excelencia muchas veces radicaba en personas aisladas o apartadas de la sociedad y que podían padecer de trastornos mentales o de carácter genético”, dijo.
Ninguno de los artistas vinculados al proyecto ha pasado por una escuela de arte.
En el caso de Riera, los estudios le permiten un acercamiento desde la historia del arte para “ver distintos tipos de complejidades y asuntos a tratar a nivel de la expresión creativa”.
A su juicio, en Cuba no existe “este tipo de experiencia artística, es un modelo quizás único, una cosa muy rara, porque el Art brut no es entendido por algunas instituciones y personas, por la falta de acercamiento que se ha tenido a este tipo de arte”.
Apuntó que, en el país, el seguidor de esa corriente fue Samuel Feijóo (1914-1992), un artista ligado a un arte popular y tendencias apartadas de lo más urbano, sin embargo, “después de su desaparición física, nadie más habló sobre Art brut o sobre Dubuffet”.
Singularidad
A la categoría primaria de personas aisladas y, en muchos casos, con trastornos, Dubuffet agregó a los visionarios, quienes tienen contacto con personas que les dicen cómo trabajar;a quienes el estrés provocado por el aislamiento de la prisión los lleva a hacer arte; algunos que se consideran abducidos por extraterrestres y tienen un imaginario increíble sobre el tema y también personas comunes, que están aisladas.
“Tenemos artistas con todas las categorías. Cuba es un caudal increíble de formas de hacer e imaginar y hay muchas personas trabajando bajo este criterio”, dijo Riera.
A diferencia de lo que ocurre a veces en la sociedad, en Art brut project la discapacidad no se ve de forma peyorativa, sino como “la capacidad y fuerza que tiene cada uno de estos individuos a la hora de desarrollar un tipo de arte especial. Las obras lo dicen por sí solas, no hay nada que diferencie y te diga si es discapacitado o no”.
El proyecto trabaja también con la familia, “el primer elemento que apoya o derrumba emocional o psicológicamente a un artista, porque algunas veces no lo entiende y le hacemos ver que tiene un proceso de arte único, una emoción diferente y que hay que darle todas las condiciones y el espacio para que se desarrollen”, detalló.
“Cuando el artista tiene la potencialidad de hacer, construir y…¿por qué no?, también de vender su arte, se hace más fuerte pues sabe que también puede ayudar a la familia”, consideró.
En la comercialización de las obras, el 80 por ciento de la venta va a los bolsillos de los artistas, aunque “el dinero no es lo más importante”, apuntó Riera.
“Nos enfocamos más en la autonomía que puedan alcanzar cuando construyes, tienes tu ganancia y puedes tú mismo comprarte tus materiales y hacerte de lo que necesitas. El fin no es el dinero, sino que este contribuye a educar sobre otros aspectos de la vida y sobre todo, a valerse por sí solos”, sostuvo.
Espacios
“Hoy estamos trabajando con 35 artistas. Muchos de ellos vienen a trabajar aquí al estudio. No hacemos arteterapia, solamente brindamos apoyo: materiales, espacio, eventos y promoción, ya después, compiten como cualquier artista del gremio del arte”, aseveró.
El proyecto está incorporando artistas de otras provincias. “Vamos, investigamos, buscamos a la persona y trabajamos con ella directamente. Tenemos artistas de Cienfuegos, Villa Clara, Guantánamo y Pinar del Río y ojalá más se quieran unir a esta dinámica de apoyo”, amplió
En Cuba, después de cinco años, hemos exhibido mucho y cuesta todavía encontrar un público cubano dentro del espacio porque las galerías e instituciones no se hacen eco de este tema.
Art brut project Cuba trabaja con galerías extranjeras, donde hay toda una corriente, un espacio en Europa dedicado a promocionar este tipo de arte.
“Próximamente se inaugurará en Estados Unidos la Feria de Art outsider (el término anglófono para este arte)y tenemos a tres galerías trabajando con tres artistas nuestros, que están en las grandes ferias, por qué las galerías cubanas no lo han hecho, sus razones tendrán y esperaremos que entiendan”, consideró. (2018)
Un comentario
Odalys
Esta labor que realiza el profesor Riera es la más hermosa y humana que he conocido.Mererce todo lo mejor del mundo. Lo felicito.