La Habana, 16 sep.- Sin detenerse y buscando alternativas para cuando puedan reanudar volver a las filmaciones, el Proyecto Palomas presentará virtualmente para la prensa nacional e internacional el documental Mi cuerpo es mi vida, el próximo 29 de octubre.

En el audiovisual, de Lizette Vila, directora de Palomas, e Ingrid León, “los testimonios de las personas sobrevivientes por diversas discriminaciones reclaman al cuerpo como el primer territorio, el primer espacio privado y público, concediéndole a la propiedad del cuerpo su indispensable autonomía”.

Según explicó a la Redacción IPS Cuba, Sergio Cabrera, coordinador general de Proyecto Palomas, Casa Productora de audiovisuales para el activismo social, “queremos que Mi cuerpo… se haga público en esta situación especial que vivimos”.

“La intención es darle una resignificación a nuestros cuerpos, una nueva interpretación en medio de esta situación de pandemia que nos ha tocado vivir”, destacó Cabrera, sobre la obra, de 32 minutos.

El documental, realizado con las alianzas establecidas con varias organizaciones, entre las que destacan el Centro Félix Varela, el Fondo de Iniciativas Locales Cuba-Canadá, la oenegé internacional Oxfam y el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), reúne las historias de 11 mujeres  y siete hombres.

“Son 18 plurales historias de vida, con ese tono que siempre tiene Palomas de una democracia en los parlamentos”, precisó.

La fecha escogida para el encuentro virtual, un jueves, no es casual. “Históricamente, durante estos 18 años, Palomas siempre ha hecho la presentación a la prensa los jueves y los sábados al público. Pero esta vez, por la pandemia, no se hará la presentación tradicional en el cine”, lamentó.

Un espacio diferente

A partir de las nueve de la mañana, se transmitirá el documental y un panel con especialistas de reconocida profesionalidad humanista, quienes compartirán sus percepciones del cuerpo en la realidad cubana.

Integrarán el panel la médica Lucía Raysa Menéndez, el historiador y escritor Julio César González Pagés; Aracely Rodríguez, del Instituto de Filosofía y fundadora del proyecto Club del Espendrú; Carla Vitantonio, representante de CARE Internacional en Cuba; la investigadora social Yohanka Valdés y Ernesto Fernández, especialista en accesibilidad, de la Asociación Nacional del Ciego.

“La presentación a la prensa a través de las redes sociales es una experiencia nueva, pero igual de enriquecedora, el grupo de WhatsApp, creado para la ocasión, será la vía de intercambio, donde además de tener la información, quienes estén en el grupo podrán intercambiar organizadamente con los panelistas”, explicó Cabrera.

A su vez, se emplearán varios canales de información disponibles: el canal de YouTube del Icaic, las páginas de Facebook y los canales de Telegram de Palomas y del Icaic.

No es la primera incursión del proyecto en el espacio virtual. Ya en julio pasado presentaron en diferentes plataformas digitales cuatro cortos de la serie Fábrica de Felicidad, una invitación a promover la resiliencia como un derecho a la vida.

Sin renunciar al público

Generalmente, cuando Palomas presenta un audiovisual, la sala de cine se llena de público. Incluso, en ocasiones, han tenido que hacer doble función, para darles la posibilidad a quienes quedaron esperando afuera del cine para ver el estreno.

Por ello, “cuando todo esto se normalice, en la medida de lo posible, sí habrá una presentación pública, porque sabemos que no todos los públicos tienen acceso a las redes sociales”, indicó el coordinador.

Por otra parte, desde el Centro de Comunicación del Icaic, se está negociando con el Instituto Cubano de Radio y Televisión la posibilidad de proyectarlo en algún espacio televisivo.

Volver a las calles

Sin recesar sus actividades creativas ni su acción social, el equipo de Palomas se prepara para sus nuevos proyectos.

“Cuando íbamos a comenzar, La Habana volvió a la fase de transmisión autóctona limitada. Estamos esperando para, en cuanto se pueda, comenzar las cápsulas de la abuelidad”, reveló.

Mientras ese momento llega, continúan afinando los proyectos y realizando su activismo social.

“No hemos parado. Nos hemos reacomodado a estas circunstancias, incluida la labor social, con la elaboración de almuerzos para personas vulnerables que viven cerca de la sede del proyecto y la confección de nasobucos”, detalló.

“Hemos cambiado el modo de actuar. Antes las personas iban a Palomas, ahora nos comunicamos con quienes nos piden ayuda. No hemos parado ni tenemos intenciones de hacerlo”, compartió. (2020)