Loco por el cine

Carlos Lechuga. Profesión: cineasta. Ganador del Premio Coral en el 32 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano.

Carlos Lechuga

Conocí a Carlitos cuando apenas era un adolescente y, antes que enamorar muchachas, ya soñaba con hacer películas. Por eso puedo dar fe de su pasión por el cine y su tenaz insistencia en escribir historias que quizá, algún día, podrían convertirse en imágenes.

Carlos Lechuga ganó recientemente el Premio Coral en el 32 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana por su cortometraje de ficción Los bañistas, y aunque para mí siempre seguirá siendo Carlitos, el hijo de mi amiga Vivian, no tengo más remedio que entrevistarlo como el cineasta que ya es, aún cuando le resta tanto que explorar y aprender en esa profesión tan difícil como hermosa.

¿Cómo surge la idea de Los bañistas?

Este es un corto que tiene mucho de la realidad, pero también de historias que escuché y de la asesoría de mis profesores en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (EICTV).

“De hecho fue concebido con una función específica: conseguir financiación para rodar Melaza, que fue mi tesis de graduación y debe ser mi primer largometraje. Para eso necesitaba darme a conocer un poco más como realizador, ya que mi trabajo anterior, Cuca y el pollo, era del año 2005.

“Mis productores me sugirieron entonces filmar un nuevo corto a modo de teaser o muestra. La idea en concreto se me ocurrió en San Antonio, mientras escribía Melaza. Un día llegó un maestro de una escuela cercana a pedir permiso para entrenar a sus alumnos en la piscina de la EICTV, pero en esa época estaban vaciando la piscina y los niños se quedaron sin la posibilidad de usarla. Con ese punto de partida y la adaptación de algunos pasajes del libreto del largo elaboré el argumento”.

– ¿Qué lugar ocupa en tus historias la realidad cubana contemporánea?

– Hay muchas historias que han llegado a mí de la mano de otros y me he sentido muy honrado de que me llamasen a colaborar. Las mías, las que he filmado, las que están en espera y quizá las que escribiré en el futuro tienen su origen en mi infancia.

“Hasta hace poco vivía en un apartamento solo con mi madre, militante del partido, y mi abuela, una cartomántica que según la gente, ‘estaba muy clara’. Yo era muy enfermizo y quizá por esa circunstancia ellas giraban a mi alrededor, mimándome, dándome mucho amor.

“Cuando pienso en esa época recuerdo que la casa tenía mucha luz y teníamos en el patio del fondo un árbol de paraíso. Mi abuela se sentaba delante de una mesa vestida con mantel blanco y yo le alcanzaba una copa con agua y su paquete de cartas para que ella descifrara el porvenir del visitante de turno.

“Entre los ‘espíritus’ de mi abuela y el trabajo que pasaba mi madre en la vida real para mantenernos se puede ubicar todo lo que me interesa hoy. Tal vez por eso y por haberme criado entre mujeres en un país tan machista desarrollé una sensibilidad especial para ciertas cosas. Me interesan más los marginados, los burlados, ese tipo de persona que por lo general pasan inadvertidos, pero son una fuente de inspiración para mí.

“Sin embargo, los cortos que he filmado hasta ahora se acercan más a los temas sociales de actualidad, no porque yo lo haya decidido, sino porque las propias circunstancias han sido propicias para que se pudieran realizar.

“Ocurre también que la realidad vivida hoy en Cuba es tan rica y difícil que me apremia más, aunque espero que las otras historias se puedan hacer más adelante.

“Con esto quiero decir que si tengo como referente la actualidad cubana no se debe tanto a una preferencia especial por lo realista, sino al interés por indagar en la problemática de esta isla y su gente desde sus orígenes. De hecho, mis intereses son mucho más amplios, pues me gusta todo el cine, el de terror, la comedia, las películas románticas, los dramas, el cine negro…, y hasta los ‘oestes’.”

– Y también en tus historias casi siempre hay un toque de humor.

– Yo trato de que mis historias respiren un espíritu “calmado” que tal vez al espectador le puede parecer lentitud. Algunos me han dicho que son problemas técnicos, aunque para mí lo más importante es el respeto que le tengo a cada cuadro que se ha tirado, el respeto al cine. Y que el plano esté vivo. Así se cuela el humor.  A fin de cuentas soy cubano.

“Cuando más he jugado con el humor ha sido en mi corto F for Favor, basándome en el comentario de un amigo sobre que éste era el siglo de la falsa información.

“Pues agarré una vieja película familiar y me inventé una fundación que estaba reeditando una película de Orson Welles y lo puse en los créditos. En muchos lugares se creyeron que de verdad era una película de Orson Welles y hasta se dijo que las imágenes no tenían la fuerza de sus primeros trabajos. Lo más increíble es que todavía en la Web más grande de cine, IMDB, se dice que el último trabajo de Welles como guionista fue ¡al lado mío!

Carlos Lechuga en la filmación de "Los bañistas" (Foto: Carlos Lechuga)– Lo que confirma las dudas de tu amigo sobre la veracidad de la información… Volviendo a Los bañistas, ¿fue una producción independiente?

Los bañistas se hizo con producciones de la 5ta Avenida, con un buen ambiente de amistad y de trabajo. Ahí confluimos Alejandro Brugués, Inti Herrera y Claudia Calviño, en coproducción con 13 Production de Francia y Rosa Bosch como productora asociada. La productora Vanessa Portieles también estuvo desde el principio. El trabajo lo hicimos con la ayuda de mucha gente y tuvimos una búsqueda de locaciones bien larga. Al final filmamos casi todo en El Chico, cerca de El Wajay, con la ayuda de los vecinos e instituciones.

“Los actores Osvaldo Doimeadiós, Mario Guerra, Lieter Ledesma y los niños fueron la clave para el éxito de la película. El editor Luis Ernesto Doñas y Rubén Valdez y Ariel Novo en el sonido hicieron un trabajo excelente. Así como Pavel Giroud en la post producción de imagen.

“Cuando el corto acabó y lo empecé a mostrar a muy poca gente le gustó. Luego ganó el premio Hugo de Plata en el concurso de cortometrajes del 46 Festival de Cine de Chicago, una Primera mención en el Festival Latinoamericano de Flandes y ahora el Coral en La Habana”

– ¿Prefieres trabajar de manera independiente o es que no has tenido la posibilidad de vincularte al ICAIC?

– Yo he trabajado con el ICAIC como guionista y de manera independiente y de las dos maneras he visto los frutos. Pienso que lo importante es trabajar con cualquiera que me llame o se interese en mis historias.  Si mañana se aparece alguien del Instituto de Cine de Tailandia, bienvenido sea, siempre que de algún modo me permita contar con mi visión.

– ¿Te ves como guionista o como director? ¿Te animarías a dirigir historias de otros?

– En realidad yo siempre quise ser director hasta que un día coincidí con Gabriel García Márquez y él me dijo que escribiera. Mis primeras historias se las llevaba a mi vecino y amigo, el director de cine Juan Carlos Tabío, y él me las devolvía diciendo que no tenían conflicto.

“Me demoré bastante en saber qué cosa era el conflicto. Luego estuve dos años estudiando dirección en el Instituto Superior de Arte, pero lo dejé. Estuve un año escribiendo solo en mi casa hasta que pude entrar a la EICTV, lo que me ayudó a esclarecer mis intereses.

“En el futuro me gustaría dirigir mis propias historias y también las historias de otros, además de escribir. Son especialidades diferentes pero en la escuela me preparé para ambas… aunque no era el mejor alumno. En el llamado cine de autor casi siempre el director prefiere escribir el libro, pero a mí también me gusta ese profesionalismo de la industria, donde hay mucha especialización.

“Por eso no tengo reparos en dirigir la historia de otro guionista. Preferiblemente una de terror, como la que escribí a cuatro manos con mi amigo Alejandro Brugués, que es bien sangrienta.

“Escribir para otro director implica además un nuevo aprendizaje. Compartí con Tabío, tú lo sabes, toda mi niñez. Empecé llevándome a mi casa sus revistas de cine, recortándolas, volviéndolas a leer aunque fueran viejas. Luego pasé a los libros de teoría y terminé acosándolo con pequeñas historias que todavía no estaban aptas para transformarse en un guión. En la terraza de su casa, entre cuentos y consejos, me ayudó a encontrar mi camino y fue el primero en interesarse en mi guión Guanajay, aunque nunca pudimos llevar adelante el proyecto.

“Entonces decidí mandar este guión a un festival de cine, donde llega a manos de Humberto Solás. Estuvimos trabajando y dándole vueltas por más de dos años, pero tampoco conseguimos encaminarlo. Sin embargo trabajar con él fue una experiencia importante y tengo recuerdos muy hermosos de esa etapa. Creo que Solás era una gente muy especial, con un espíritu muy libre. Filmaba cuando quería y vivía tranquilo consigo mismo.”

– ¿En qué proyecto trabajas actualmente?

– Estoy trabajando en Melaza, que es mi primer largometraje de ficción como director. Se trata de una historia de amor entre un profesor y la directora de una fábrica rural. El proyecto ha resultado ganador en diferentes eventos, como el fondo Hubert Bals para desarrollo de guión, el fondo CINERGIA para la producción de operas primas y el programa IBERMEDIA, lo que me ha permitido en cierta medida afrontar su financiamiento.

– ¿Cómo valoras el movimiento de jóvenes cineastas cubanos y sus dificultades (o posibilidades) para dar a conocer su trabajo?

– El público cubano es muy interesado y tan listo, que ya no hace falta tratar de llegar a él. Lo que les interesa y les gusta lo van a buscar, lo van a piratear. Además siempre existen otras vías como la televisión, los festivales, las muestras…

“Por otra parte creo que hay mucha gente talentosa trabajando, con ganas de hacer cine, pero lamentablemente cada vez se hace más difícil, no sólo aquí, sino a nivel global. Todos esperan que las primeras películas sean buenas, porque sino filmar la segunda será casi imposible.

“Aparte de las dificultades económicas los jóvenes cineastas tenemos problemas con la información, en el sentido de que debes estar muy actualizado para saber cómo encausar tu historia, a quien tocarle a la puerta y cómo realizarla.

“Un amigo me recuerda siempre que el cine no es una carrera de rapidez, sino un maratón lento y con obstáculos, en el que siempre vas a llegar cansado. Por eso creo que lo más importante es amar el cine. Y quien ame tanto el cine como para subordinar su vida a él, va a hacer cine”.


Un comentario

  1. MAURO TORRES FLORES

    AMIGO TENGO UN LIBRO DE MIS AVENTURAS DURANTE 10 AÑOS DE EXPERIENCIA EN LA MARINA DE GUERRA DEL PERU, QUISIERA TRASLADARLOS AL CINE O TV. EL QUE TE ESCRIBE ESTAS LINEAS ES EL PROTAGONISTA, PUEDES SER COMICS TIPO BOB ESPONJA, O COMO POPEYE VISITANDO EL MUNDO COMO TURISTA LAS IDEAS TEMBIEN LAS PUEDES DAR UDS. LA HISTORIA NARRADAS EN EL LIBRO SON REALES, PUEDES VERLOS EL GOOGLE COMO » LAS AVENTURAS DEL MARINERO MAHUITO » GRACIAS MI CORREO ES garitoba1987@hotmail.com

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