La Habana, 18 sep.- “Estamos luchando en contra del racismo, de la discriminación racial, de todos los prejuicios que han dividido a la sociedad cubana como a otras sociedades de América Latina”, aseguró el investigador Tomás Fernández Robaina, durante la presentación de su libro El negro en Cuba: Colonia, República y Revolución.

Durante la actividad celebrada el pasado día 14 en la Casa de África, de la Oficina del Historiador de la Ciudad, en La Habana, el destacado estudioso del tema racial también aludió a la necesidad de que se conozca la “realidad histórica de los negros”.

Respecto a la investigación de Fernández Robaina, la editora Mónica Olivera resaltó “el estudio de la problemática racial en Cuba, que siempre es una manera de abrir el pensamiento hacia una visión más profunda de las estructuras ideológicas que llevan las riendas de los prejuicios racistas y de toda índole en este momento, a pesar de tantos años de tratar de abolir estos, que aunque no queramos aún existen”.

Al apreciar los méritos del autor de la saga El negro en Cuba, el ensayista Roberto Zurbano consideró que este “es un hombre que  piensa su presente con una densidad a la cual no estamos acostumbrados a pensar. Él siempre está intentando verificar un dato, profundizar sobre una persona, revelar un acontecimiento, hacernos conocer más sobre aquellas figuras que ya no están y que no se ha arrojado suficiente luz sobre ellas”.

“Los estudios sobre Cuba le deben a Tomás Fernández Robaina esa manera de pensar, de ser y de actuar, de atravesar el campo intelectual”, expuso Zurbano, quien destacó obras de aquel como Bibliografía de temas afrocubanos, Hablen paleros y santeros y Los recuerdos secretos de dos mujeres públicas, respecto a la prostitución en Cuba.

Según Zurbano, El negro en Cuba permite entender la historia nacional de una manera diferente, pues analiza el comienzo de la emancipación antes del 10 de octubre de 1868; en tal sentido, se refirió a Carlos Aponte, “una de esas figuras cimeras, en el contexto y la relación que tiene con otros libertadores y héroes importantes en Cuba y en el Caribe”.

El presentador también comentó que en la tercera parte del libro, titulada Revolución 1959-2000, aparece “algo muy importante que los historiadores, los especialistas, los expertos en estos temas en Cuba han tratado de eludir y evadir constantemente, y son dos figuras de las cuales hay que hablar para entender  algo de lo que ha pasado en el país con los negros, la sociedad de color, con la historia social”.

Al respecto mencionó a Juan René Betancourt, quien fue presidente de la Liga Antirracista de la Universidad de La Habana, y Carlos Moore, “que ha sido muy constante, persistente, también muy agresivo hablando sobre la realidad del negro en la sociedad cubana”, acotó Zurbano.

Igualmente destacó que el volumen rinde homenaje, a Walterio Carbonell (1920-2008), quien “no tenía miedo a ser definido como un radical, un pensador revolucionario radical. Él decía que los revolucionarios son radicales enteros o son medio revolucionarios”, recordó.

Por su parte, Fernández Robaina se definió como “un hombre de pueblo, agónico, es decir, que estoy lleno de angustias, de agonía, de preocupaciones por todo lo que me rodea”, expuso.

También consideró que el proceso vivido en el país le ha abierto una visión y una serie de preocupaciones que ha tratado de analizar, pues, según planteó, “esa ha sido la manera desde la cual puedo ayudar a ese proceso, a mi sociedad”.

Robaina se desempeña en Cuba como profesor en la Casa de África de La Habana Vieja, en el Centro de Estudios Caribeños de la Universidad de Oriente, el Instituto de Investigación Cultural Juan Marinello, y en el Centro Martin Luther King. También imparte varios cursos sobre la historia del negro y el pensamiento antirracista en Cuba.

Asimismo, ha realizado numerosas investigaciones dadas a conocer en forma de ensayos, libros y otras publicaciones sobre las relaciones raciales y la cultura y religiosidad de origen afro en la Isla. (2013)