Un espacio para la reflexión y el diálogo
Entrevista con el Rev. Raimundo García, fundador del Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo, publicada en 2006.
Desde que el 2 de abril de 1990 se reuniera el presidente cubano Fidel Castro con unos 70 líderes de iglesias evangélicas y dirigentes ecuménicos de la isla, al parecer quedaron atrás los tiempos en que la religión era sinónimo de «oscurantismo» y los creyentes de «enemigos de la revolución».
A unos 150 kilómetros de La Habana, en la antigua calle Real de Cárdenas, Matanzas, y como consecuencia del giro en la política gubernamental, se materializó la añeja idea del Reverendo Raimundo García: el Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo (CCRD).
Creado en 1991, este espacio se define como «una institución fraternal religiosa con profundos objetivos sociales, inclusiva y no lucrativa», cuyo objetivo fundacional es «potenciar la cultura, el humanismo y las más altas virtudes cristianas».
Actualmente, a partir de seis pastorales [1], el centro atiende a cerca de 140 personas vulnerables y brinda un espacio de reunión a portadores del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida, y a sus familiares.
Las líneas de acción incluyen, también, la protección del medio ambiente y lo que sus integrantes han llamado «respuesta a situaciones de emergencia comunitaria», que se traduce en la búsqueda de financiamiento para mejorar las condiciones de instituciones estatales de servicio social.
Con una población total de 101.661 habitantes, según el censo de 2002, Cárdenas se enfrenta a una problemática social compleja. Desde que, con el período especial, cerraran cuatro centrales azucareros, la papelera redujera su capacidad a la mitad, el astillero dejara de funcionar y la fábrica de bebidas Arrechavala se convirtiera en una elaboradora de caramelos; los cardenenses han puesto sus esperanzas en el turismo que se acerca a «la playa más hermosa», del vecino Varadero.
Otros dos programas sacan a la luz pública temáticas postergadas y necesarias para la sociedad civil cubana, como la normalización de las relaciones de Cuba con Estados Unidos y Europa, la urgencia de un diálogo con sectores de la emigración cubana y la indispensable educación en derechos humanos, cuestión que carga con un viejo sambenito por su supuesto vínculo con la oposición política al gobierno de Castro.
Estas pastorales le han permitido al centro extender su trabajo a provincias como Sancti Spíritus, Camagüey y Santa Clara. Y sucede lo que parecía imposible hace poco más de una década: por la sostenida labor «en el fortalecimiento y desarrollo del ecumenismo» y «en la defensa de los derechos inalienables de nuestro pueblo», el Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo de Cárdenas mereció el reconocimiento del Partido Comunista de Cuba, con motivo de la celebración del aniversario LXV del Movimiento Ecuménico en Cuba, el 25 de mayo último.
En la sede del centro que dirige, el Reverendo Raimundo García pastor por 42 años, nos habló de sueños hechos realidad y del futuro.
LLENAR EL VACÍO
Uno de los programas del Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo de Cárdenas, quizás el de mayor alcance, es el de Reconciliación y paz, ¿qué vacíos intenta llenar en el actual debate social cubano?
Es un objetivo primordial de este centro contribuir a la resolución de conflictos, aunque, al tratar de solucionar uno, nos metimos en otro.
Durante años pedimos a la Oficina de asuntos religiosos [2] que nos permitiera accionar sobre tres cuestiones conflictivas que la sociedad civil cubana ignoraba. Estas eran: la normalización de las relaciones Cuba-Estados Unidos, mejorar los vínculos Cuba-Europa y lograr un diálogo con sectores de la emigración cubana.
Después de unos seis años, nos dijeron que podíamos hacer algo. Primero se introdujo a otra organización religiosa, pero notamos que no se sentía muy cómoda con el asunto. Entonces actuamos paralelamente. Visitamos Estados Unidos, Canadá y Europa.
Cuando estábamos en el punto desde el cual se veían mejores posibilidades, nos mandaron a parar, aunque había muchas personas importantes e instituciones que querían colaborar. Hay una tarea que no se puede evadir dentro de la fe cristiana y esa es tratar de solucionar los conflictos que afectan internamente a nuestro pueblo y a sus relaciones con el mundo.
Pese a la importancia que tienen, la sociedad cubana le dedica poco o ningún espacio a estos temas, ¿a qué cree que se deba?
Nosotros compartimos la idea del teólogo Giulio Girardi [3] de que «Cuba es un laboratorio», donde algunos ensayos salen muy bien y otros muy mal. Pero creemos que la construcción de un socialismo participativo es deseable y posible, aun cuando existe una falta de diálogo y de participación. Nos gustaría llamar la atención de las autoridades del Partido y del Gobierno sobre algo tan necesario para construir lo que juntos podamos, porque no estamos buscando la alternativa propuesta por Estados Unidos. No queremos deshacer lo que se ha hecho en cuarenta y tantos años, sino que se mejore. Pero eso requiere de diálogo y participación.
¿Por qué no puede participar la sociedad civil de estos temas?, ¿por qué no nos podemos poner de acuerdo? y ¿por qué conservar el verticalismo partidista y estatal, uno de los mayores fallos de la extinta Unión Soviética, cuando nosotros no somos enemigos, ni estamos a favor de Estados Unidos ni nos dejamos instrumentalizar por nadie?
Uno de los tópicos más interesantes es el de los derechos humanos, sobre todo porque se hace énfasis en la educación ciudadana, ¿cómo sobrellevar el viejo sambenito que relaciona este tema con la oposición?
Desde 1996 quisimos tener una primera reunión sobre este tema. Inmediatamente se apareció aquí una persona de la Oficina de asuntos religiosos, con quien teníamos una excelente relación, preocupada por si nos estábamos uniendo a la disidencia, por la temática. Yo me eché a reír porque, entonces, ellos no me conocían ni conocían la trayectoria de este centro.
Aquí se ha cometido un error grave y es la cuestión de ver los derechos humanos como un tema de la oposición, mientras que le concierne a todo el mundo, por su validez humana total, porque se hace esencial y porque, por otra parte, ningún gobierno ha logrado cumplirlos todos.
¿Por qué no tratar el tema de los derechos humanos sin que esto sea una falta de respeto o una acusación a cualquier gobierno? A partir de ahí hemos sido constantes y estamos mejorando el tratamiento del tema, pero nuestra actitud es la educación sobre esos derechos, desde la perspectiva de que, como diríamos en términos religiosos, «nadie es santo», «nadie es puro».
No se trata de acusar. Lo mejor que debe hacer cualquier gobierno es ver qué le falta por mejorar en este sentido y hacerlo. Nos molesta mucho la manipulación de estos derechos. Ese uso político del que se vale un bando o una nación para acusar a otro. Esta manipulación debe cesar, pero hay que dialogar porque no existe quién pueda tirar la primera piedra.
Lo que sí entiendo es que el desconocimiento de los derechos humanos no contribuye al mejoramiento de la vida de una persona. Nosotros publicamos en nuestra revista trabajos sobre esta cuestión. Ahora sale una sección fija de educación en deberes y derechos humanos, bajo la frase de José Martí que dice «Deberes y derechos han de ir unidos».
No nos sentimos molestos. Hemos respetado y esperamos que nos respeten. No se trata de entrar en polémicas ni acusaciones, pero es un tema absolutamente necesario. Precisamente aquí mantenemos un cartel que recoge el lema del quinto congreso de Partido Comunista porque queremos que se mantenga vivo en la nación: «Unidad, democracia y derechos humanos».
TIEMPO DE RECUENTO
¿Por qué surge una organización como esta?
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El período comprendido entre 1962 y fines de la década del ochenta fue una etapa de supervivencia para las instituciones religiosas en Cuba. En este tiempo pasaron muchas cosas, pero una de las que pudiera llamar la atención es el hecho de que algunos de nosotros —los que nos quedamos aquí, porque se fueron muchos líderes religiosos que no confiaban en que pudiéramos sobrevivir— nos esforzamos en una labor constructiva, de diálogo con las autoridades, en medio de una situación muy compleja.
Entonces, en un momento tan temprano como la década del sesenta, dimos señales de nuestra buena voluntad. Recuerdo que, por 1968, un grupo de pastores fuimos a un trabajo voluntario. Éramos siete u ocho, porque nadie más se atrevía a ir. Pero creo que esto no tenía precedentes en Cuba. Resultó extrañísimo para las autoridades que pidiéramos cortar caña. Aquello fue totalmente inusitado, tanto, que es anecdótico, porque no sabían qué hacer con nosotros.
Nos dijeron que fuéramos a tal central. Cuando llegamos allí nos ubicaron en un antiguo garaje de mecánica abandonado. Nos dieron unas hamacas, una olla, un caldero y algo de comida, pero no nos unieron a nadie más. Luego nos asignaron un campo, sólo para nosotros. Algunos no habíamos cortado caña en nuestras vidas y nos daban una vuelta al día. Por lo demás, estábamos ahí, aunque la caña que cortamos no fue mucha porque nos dedicamos a teologizar y a discutir sobre los problemas políticos del país.
Cuento esto para ilustrar cómo algunos de nosotros siempre hemos tenido una línea de diálogo constructivo, pese a las dificultades, si bien tuvimos la idea de que había que hacer otras cosas, y no sólo dentro de la iglesia, sino acciones para volver a acercarla a la sociedad.
Para 1969 ó 1970 le presenté a la denominación religiosa para la que yo trabajaba la posibilidad de hacer una especie de campamento o un lugar donde preparar a pastores y laicos para su participación social. Aquella idea no caminó para ningún lado o, mejor, fue desechada inmediatamente, aunque en general se hicieron muchas cosas en este sentido, como las jornadas Camilo Torres. [4]
Yo me quedé con el proyecto de diseñar en Cuba centros para dialogar, en espacios que no fueran estatales ni de la iglesia, sino lugares intermedios donde pudieran encontrarse todos. A inicios de 1990 fue cuando pudimos dar los primeros pasos en este sentido y el resultado ha sido esta institución que, más que ecuménica, es inclusiva, porque tiene representada en su asamblea y junta directiva a cristianos de diferentes denominaciones, miembros de otras religiones y también a no creyentes. Aquí se reúnen miembros del Partido Comunista con otros que tienen otras ideas, pero hemos logrado respetarnos y llegar a un consenso dentro de la misión y la visión de esta institución.
Conseguimos avanzar poquito a poquito. No sabíamos hacer nada y todavía estamos aprendiendo. Paulatinamente, se fueron definiendo las prioridades a partir de las necesidades de los creyentes y de la sociedad, que han resultado en seis programas de acción. (ver Recuadro 1).
¿Cuáles son las principales líneas de acción?
Una es la del desarrollo comunitario rural y tiene su base en una finca, El retiro. (recuadro 2). Está el programa de acompañamiento que se dedica a atender a unas 140 personas, entre ancianos sin amparo filial, discapacitados, enfermos y, especialmente, a enfermos de VIH/sida y a sus familiares. Estamos por incluir en esta pastoral la atención a niños con cáncer terminal y a sus familias.
Pensamos que este es un trabajo que debe extenderse a todo el país, pero no hemos contado con los recursos materiales, aunque el equipo humano es excelente. En la actualidad tenemos a una coordinadora, una enfermera, una peluquera-podóloga, dos trabajadoras sociales, una persona que se encarga de lavar, planchar, coser…
A los que son creyentes les brindamos, además, el apoyo de la iglesia y a los que no lo son se les alienta y se les ayuda. Algunas de esas personas necesitan alguna ropa e, incluso, hasta que se les bañe. El objetivo no es cuidarlas como marginadas, sino incorporarlas a la sociedad y para eso hay que hacerlas lucir bien. Tratamos de que mejoren su autoestima, también con la apariencia física y, en algunos casos, emprendemos reparaciones en los lugares donde viven.
La otra pastoral es de protección al medio ambiente y nos ha permitido trabajar en la recogida de basura y, prolongadamente, en la fabricación de plantas de biogás. Sólo en Matanzas hemos construido más de 200 biodigestores, asesoramos la construcción de muchos más y hemos hecho el censo de biogás de la provincia. Esto ha llevado a Matanzas a obtener el primer lugar del país en plantas de biogás construidas.
En estos momentos comenzamos un proyecto de reforestación. Pensamos sembrar, en una primera fase, 100.000 árboles frutales y maderables. Hemos querido entrar en el tema de la energía eólica y en paneles solares, pero es una tecnología cara y no hemos contado con los recursos.
Otra pastoral es la de emergencia comunitaria, para servir de apoyo a otras instituciones que brindan servicio social: círculos infantiles, hospitales, el hogar de ancianos, escuelas…
Hemos reparado salas de hospitales y sistemas de aire acondicionado, pintado, arreglado instalaciones de agua, sistemas eléctricos de escuelas y también hemos buscado donaciones.
La otra parte, más modesta, es la que se ocupa de la atención a familias que viven en condiciones deplorables, sobre todo por problemas constructivos de sus viviendas y del suministro de agua potable. Esto ha sido mayormente en la parte rural, aunque hay algunos casos en la ciudad.
INCLUIR, PARTICIPAR…
Se ha referido a «nosotros» que, en nuestra lengua, podría entenderse como plural de modestia. Pero sabemos que no está solo, ¿quiénes son todas estas personas que lo rodean y que se dedican a cosas tan disímiles?
Tengo la alegría de decir nosotros porque aquí te puedes encontrar desde un comunista vertical hasta una persona que cuestione muchas cosas de la realidad nacional. No hay manipulaciones ni discusiones. Por otra parte, tenemos excelentes relaciones con instituciones no gubernamentales, más o menos cerca del gobierno, intelectuales, iglesias de diversas provincias.
La comunidad está muy interesada, aunque no podemos recibir a todos los que quieren. Tenemos que seleccionar. Por eso intentamos especializar nuestros directorios.
¿Cómo se toma en cuenta la opinión de la gente común?
No estamos autorizados a hacer ningún tipo de investigación, pero sí preguntamos. De eso se trata la pastoral para la reflexión y el diálogo, mediante la cual preparamos a líderes comunitarios y discutimos temas de relieve o de conflicto. En nuestras conversaciones encontramos cosas que se repiten y otras que aparecen, porque ha surgido un problema nuevo.
A eso es a lo que nos dedicamos en un programa anual que tiene desde dos hasta cuatro sesiones mensuales sobre temas diversos: ecología, derechos humanos, ética, bioética, participación comunitaria, género, familia y sexualidad. Valga aclarar que somos el único centro religioso en Cuba que tiene un programa educativo sobre la sexualidad que llamamos Enfoque pastoral sobre la sexualidad.
LA SEXUALIDAD DESDE UN ENFOQUE PASTORAL
¿Cuál sería la definición de este enfoque pastoral sobre la sexualidad?
Se trata de iluminar la sexualidad, de sacarla del rincón que guarda tantas connotaciones malas, del rincón de los tabúes y las prohibiciones. Es ver la sexualidad como una parte bella y buena del ser humano y entonces extenderla, aclararla, para que se cultiven los valores que se pueden cultivar desde ella. Hay montones de posibilidades y todas se pueden usar constructivamente.
¿Cómo se ve la diversidad sexual desde este medio?
Es un tema muy difícil en nuestro medio, pero estamos trabajando en eso muy tranquilamente. La verdad es que no damos abasto para satisfacer las peticiones hechas para que demos este tipo de conferencias, porque no hablamos solamente de salud reproductiva, sino de un enfoque en valores sobre la sexualidad. Ahí entra la salud reproductiva, pero no sólo en torno a las enfermedades, sino a la salud psíquica, y no sólo como una cuestión de reproducción, sino de placer. (Recuadro 3)
¿Cuáles son las acciones que realizan para apoyar a las personas que viven con VIH/sida?
Con ellos y sus familiares tenemos una gran comunicación. Les hemos creado modestas condiciones para que se puedan reunir cuando quieran. Celebran sus reuniones comunitarias aquí. Es un espacio privado y bonito, donde sienten que son acogidos porque no tenemos objeción ninguna en abrazarlos, tocarlos, besarlos. No obstante, hay aún muchos tabúes sobre el tema en la sociedad cubana.
RECUADRO 1: PASTORALES O PROGRAMAS DEL CCRD DE CÁRDENASPastoral para la reconciliación y la paz: Su objetivo principal es la prevención y solución de conflictos. En la actualidad, el trabajo se centra en contribuir al mejoramiento de las relaciones de Cuba con la Comunidad Europea, Estados Unidos y la emigración cubana. En este programa se incluye también el departamento Manos amigas, que facilita a instituciones y personas cubanas o extranjeras que visiten o utilicen el Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo para compartir experiencias de trabajo o para sus reuniones. Pastoral para la contribución al desarrollo comunitario rural: Orientada hacia el reconocimiento de las comunidades rurales como sector vulnerable de la sociedad. Entre sus principales acciones están las actividades productivas, orgánicas y ecológicas, promoviendo este tipo de prácticas mediante la utilización de los recursos disponibles para elevar la calidad de vida. Pastoral para el desarrollo humano y la integración social (acompañamiento): Se encarga de actividades de acompañamiento a personas de la tercera edad, personas que viven con VIH-Sida y discapacitados. Las labores se centran en la atención amable y respetuosa, en el apoyo alimenticio, la entrega de productos de primera necesidad, la prestación de servicios y la atención pastoral. Pastoral para las emergencias comunitarias: Destinada a la solución de problemas de infraestructura y equipamiento de instituciones al servicio de la sociedad, así como de familias y comunidades que lo necesiten. Pastoral para el cuidado del ecosistema: Realiza actividades para proteger y rehabilitar el medio ambiente, y para contribuir a preservar la salud desde una perspectiva holística. Especialmente se esfuerza por fomentar el uso de las energías alternativas Pastoral para la reflexión y el diálogo: Está diseñada para propiciar y facilitar espacios de reflexión, actividades y procesos para el análisis, diagnóstico, propuestas y acciones que puedan contribuir a solucionar problemas, por medio de la participación comunitaria y el diálogo con quien toman decisiones. El programa cuenta con la cátedra Giulio Girardi, que propicia los estudios relacionados con la Iglesia y los creyentes, así como su vinculación con la sociedad, y la cátedra Albert Schweitzer [5] -Pierre Teilhard de Chardín [6], que facilita estudios relacionados con aspectos importantes del desarrollo del ser humano y sus valores. Esta pastoral colabora en la educación bíblico-teológica de los creyentes, junto a algunas de las instituciones especializadas. Entre los temas abordados se encuentran: la espiritualidad, la liturgia, el diálogo intercristiano e interreligioso, los valores humanos, los derechos y deberes humanos, la resolución de conflictos, el enfoque pastoral de la sexualidad, el valor de la discapacidad, los problemas de género y de preferencia sexual, la tercera edad, la familia y su autodesarrollo, entre otros. |
RECUADRO 2: JUNTOS EN LA FINCA EL RETIROCuando le fueron entregadas las tierras de la actual finca El retiro al Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo de Cárdenas, muchos le auguraron el fracaso por las pésimas condiciones del terreno. La tierra -cubierta por lajas de piedra y mala hierba de hace más de cuatro años- luce hoy los resultados del dedicado esfuerzo de los 76 trabajadores en dos de los proyectos del centro: el de desarrollo comunitario rural y el de cuidado del ecosistema. A unos ocho kilómetros de la ciudad de Cárdenas y muy cerca de las comunidades del Cerro, Merceditas, Máximo Gómez y el batey del central azucarero José Smith Comas, se producen entre 46 y 48 productos. Rita García, coordinadora de este proyecto y agrónoma empírica, afirma que las manufacturas, elaboradas en El retiro, se destinan a 11 instituciones sociales del municipio, mediante un contrato con la delegación del sector agrícola. «Escuelas primarias, círculos infantiles, el hogar de ancianos, la clínica del diabético, la escuela especial y el hogar materno, se benefician con encurtidos, macedonias, salsas de tomate y ají, dulces, mermelada de remolacha, jugos, así como vegetales, hortalizas y viandas», puntualiza. En El retiro se siembra, además, gran variedad de flores y unas 15 especies de plantas medicinales. Estas últimas tienen como destino el laboratorio municipal de medicina verde para el procesamiento de medicamentos. En la hacienda también hay un espacio para la cría de conejos, carneros, chivos, vacas, ocas y abejas. Pese a haber sido afectado por un tornado el 26 de abril último, El retiro obtuvo el pasado 6 de junio la condición de centro de excelencia nacional, que otorga el Grupo Nacional de la Agricultura Urbana del Ministerio de la Agricultura de Cuba. Pero, quizás de lo que más se enorgullecen es de su trabajo en la protección del ecosistema, mediante la utilización de la energía renovable, a partir de la construcción de 202 plantas de biogás para campesinos, escuelas, círculos infantiles y un centro de elaboración del central Smith Comas. El Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo y su proyecto ecológico han construido plantas de biogás de 14 y hasta 42 metros cúbicos, pero la experiencia empezó por casa, con dos plantas terminadas y una en construcción. «Hace unos años los campesinos no sabían, pero ahora conocen de los beneficios. Ya tenemos cerca de 200 pedidos más», admite Rita. Para ella «no sólo es una solución al problema energético, sino de una situación de salud: se evitan los combustibles tóxicos como el keroseno y se le da un buen tratamiento a los residuos de los animales, cuyo resultado final no tiene mal olor y no atrae a las moscas». Aunque la comercialización de las plantas de biogás es un tema difícil, porque «pagamos su construcción en moneda convertible y la vendemos en moneda nacional, a plazos razonables, o sea, cuando nos puedan pagar, porque hay personas tan humildes que sólo tienen las vacas o la cochiquera», confiesa el Reverendo Raimundo García, director ejecutivo del Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo de Cárdenas. Según Rita, el tema es más espinoso: «si el país no tuviera la dualidad monetaria seríamos rentables, porque recaudamos medio millón de pesos cubanos. El problema es que todo se paga en CUC y se vende en moneda nacional». Sumados también a las actividades manuales como las labores de corte y costura, la pintura y la naturaleza muerta, El retiro creó empleo para ocho mujeres y hasta hoy se han sumado 22. El personal femenino fijo de la finca asciende a 12 mujeres, de las cuales sólo cuatro trabajan directamente en la agricultura. «Nos damos cuenta del interés de la mujer en tener algo que hacer, de su necesidad de comunicación, de reconocimiento y de integrarse a grupos de trabajo, porque es una zona donde hay muchas amas de casa», explica Rita. REFORESTAR, TAREA DE ORDEN Hablaba de reforestación, ¿qué acciones han iniciado? No nos hemos recuperado todavía de lo que pasó con el Michelle y otros huracanes. Mucha gente tenía árboles frutales en sus patios que fueron derribados por el viento y no se han repuesto. Quisiéramos que los vecinos pudieran sembrar árboles nuevamente, pero es muy difícil conseguir las posturas. Incluso me he dado cuenta de que estamos perdiendo árboles frutales autóctonos. Estamos buscando semillas para construir una pequeña reserva forestal de, por ejemplo, fruta de pan, que aquí no se conoce y quedan pocos árboles en algunas zonas inhóspitas del oriente del país; o la anacahuita, que ha corrido la misma suerte, y la mandarina. HISTORIA SIN RETROCESOS Se respiran aires como si pudieran volver a vivirse condiciones similares a las de la década de los ochenta, de menos apertura, de afianzamiento de las tendencias más ortodoxas. Quizás sea una «sensación habanera», ¿qué opina usted? Creo que todos sentimos ese aire, pero nos preguntamos porqué, si tenemos a la mano los instrumentos necesarios para que esos aires no circulen. La herramienta fundamental es el diálogo. No se pueden cortar estas líneas. Hay que profundizarlas para ver qué piensa la gente en los diferentes sectores y cómo podemos colaborar en un proyecto común. Tal vez algunos funcionarios empiecen a pensar en la centralización total del Estado, pero se ha comprobado que así no funciona. De hecho, nos sentimos abiertos para ese diálogo. Es que todavía estamos descubriendo el agua fría. ¿Cómo es posible que aparezcan tantos males juntos de un golpe en nuestra nación? Es que ahí estaban, pero ahora fue que los descubrieron. En este mismo lugar hablaba hace unos meses con un funcionario del Partido y le dije que veía cosas muy serias, actitudes que no observaba antes en el pueblo y comentarios muy desagradables, y que quería que lo comunicara a sus compañeros para que supieran lo que está pasando. La respuesta fue: «Usted no tiene la razón. Nosotros sí sabemos lo que está pasando y no coincide con lo que usted dice. Además, tenemos los planes para mejorar todo eso». Y se puso bravo conmigo. Después de esa conversación empezaron a aparecer las noticias de los graves problemas que afectaban al país. ¿Existían o no?, ¿teníamos los ojos abiertos o no?, ¿por qué cerrarlos ante la realidad que se ve y la que no? Ahora, la historia no retrocede. Aquí, nuestro propio presidente dijo que la historia una vez se da como realidad y otra vez se da como farsa. Él lo dijo y hay que tomarlo en cuenta. Nosotros no podemos retroceder. Tenemos que buscar una salida hacia el futuro, no hacia el pasado. El futuro no está en cerrarnos sino en abrirnos, sin perder lo esencial de nuestro proyecto. Yo no soy el enemigo, o sea, ni contestatario ni disidente ni manipulado por instancias extranjeras o nacionales, sino amigo, compañero y hermano. (ver Recuadro 3) |
RECUADRO 3: REFLEXIONES PASTORALSYo soy el primero. «Todos han pecado y están lejos de la presencia gloriosa de Dios». Romanos 3:23 (Dios habla hoy) En estos tiempos de aprieto, el que más y el que menos o ha hecho examen de su conciencia o se ha aventurado a emitir juicio acerca de quién o quiénes son los culpables de esta situación. Desde aquí culpamos a los de allá y desde allá nos culpan a nosotros. Unos piensan que el error es de los gobiernos y otros aseguran que es de algunas personas en particular, pero como dijo Kennedy: «la victoria tiene muchos padres y la derrota ninguno». La solución no saldrá de esta andanada de acusaciones que se cruzan, sino de que reconozcamos cada uno de nosotros la parte de responsabilidad que nos ha tocado. Por comisión u omisión, o sea, por haber participado en el error o por no haber intervenido para evitarlo, no hay quien se quede fuera de la culpa. Unos, hemos votado en algún momento y para alguna cosa a favor por convicción, por simpatía, o por miedo, y otros no se han opuesto por miedo. Pero ni la convicción, ni la simpatía, ni el miedo eximen de nuestro error. Otros, hemos preferido no meternos en nada o ponernos lo más lejos posible del problema, pero hemos sido conscientes del mal que se hacía. Otros más, queriendo hacer el bien, al final de cuentas hemos estado haciendo mal. Fulanos o menganos han hecho mal a sabiendas por codicia u oportunismo. Muchos, los más, hemos enseñado a nuestros hijos por palabras o acción a ser y a hacer como nosotros. Nadie ha dejado de equivocarse alguna vez y de una forma u otra. Aquí surge la propuesta-interrogación de nuestro Señor Jesucristo: «El que esté libre de pecado que tire la primera piedra» (contra el supuesto culpable). Juan 8:1-11. El pueblo de Cuba, nuestro pueblo, nosotros, hemos tenido aciertos y errores, pero en este momento me atrevo a decir para los de afuera y los de adentro, para el estado y la iglesia, para el más culto y para el menos culto, para el creyente y el incrédulo, que necesitamos hacer una especie de parada en el camino y pensar qué parte nos ha tocado en los errores, en la corrupción, en el miedo o en la huida, con el fin de enmendar las equivocaciones, sin odios, rencores ni revanchas Hay que empezar a reconocer la culpa propia y en este caso: YO SOY EL PRIMERO. Reverendo Raimundo García. Tomado de Reflexiones pastorales, Ediciones del programa académico del CCRD, 2002. pp. 158-160. |
Notas
1 Pastoral es un escrito o discurso que, con instrucciones o exhortaciones, un prelado dirige a sus feligreses. El Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo cuenta con seis pastorales o proyectos para accionar en diferentes temas de la sociedad civil cubana. En este caso, más que exhortaciones son acciones concretas sobre cristianos y no cristianos.
2 Departamento del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, especializado en las temáticas religiosas.
3 Filósofo y teólogo de la liberación egipcia que ha mantenido estrechos vínculos con la isla.
4 Las jornadas Camilo Torres, impulsadas por el Seminario Evangélico de Teología (SET), fueron espacios en los que lentamente surgió la propuesta de renovar la misión de la Iglesia en la sociedad socialista y de definir la fe en el nuevo escenario de reflexión. El nombre le fue puesto en memoria del cura guerrillero colombiano (1929-1966), muerto en acción, quien estimuló el pensamiento teológico cubano radical, en la línea de la Teología de la liberación.
5 A. Schweitzer (1875-1965), teólogo, filósofo, médico, misionero y músico germano francés. Premio Nobel de la Paz en 1952.
6 T. de Chardín (1881-1955), sacerdote, geólogo, paleontólogo, filósofo y teólogo francés.
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