Cuba busca gestionar mejor la basura con inversión extranjera
Aunque Cuba exporta desechos recuperados, todavía es mucho lo que se pierde por concepto de sustitución de importaciones y exportaciones.
La Habana, 5 sep.- Uno de los mayores problemas de La Habana, la recogida de basura, podría encontrar solución a mediano plazo en caso de implementarse un proyecto de inversión extranjera para la gestión integrada de residuos sólidos urbanos (RSU), que hoy espera por la aprobación de las autoridades competentes.
En un inicio, el proyecto abarcaría a La Habana y gradualmente se extendería a otras cinco provincias: Matanzas, Villa Clara, Holguín, Camagüey y Santiago de Cuba, dijo Irina Cancela, gestora en comunicación y marketing de la estatal Unión de Empresas de Recuperación de Materias Primas (Uermp).
Con 2.129.553 habitantes, en la capital cubana se generan cada día alrededor de 23.000 metros cúbicos de desechos sólidos, que en la actualidad no pueden evacuarse diariamente debido a la insuficiencia de transporte.
Reciclaje en CubaEn la actualidad se procesan 16 familias de productos, siendo los fundamentales chatarra de acero, hierro fundido, acero inoxidable, cobre, aluminio, bronce, plomo, papel y cartón, plásticos, envases de cristal, vidrio y chatarra electrónica, entre otros.La Unión de Empresas de Recuperación de Materias Primas realiza campañas educativas para concientizar a las personas, sin embargo, hasta el momento no existen depósitos para la deposición diferenciada de la basura.Por esa causa, se considera todavía imposible medir los conocimientos y la disposición de la población de contribuir con la futura experiencia.
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De acuerdo con la Cartera de oportunidades de inversión extranjera 2017-2018, “el objetivo principal del proyecto —por un monto estimado de 700.000.000 de dólares—, es la reducción gradual hasta sus niveles mínimos del volumen total de residuos generados que hoy se envían a vertederos o rellenos sanitarios evitando un impacto negativo al medio ambiente y la salud humana”.
La iniciativa abarca desde la recogida hasta la valorización energética de esos residuos e incluye mejorar el sistema de recolección y transportación, detalló Cancela.
Incluye también el reciclaje, pues persigue separar los desechos en papel y cartón, vidrio, triturado y plástico; aportar electricidad al Sistema Electroenergético Nacional con base en los desechos, y comercializar la materia prima reciclada.
Cancela añadió que se trata de un “proyecto medioambiental y económicamente sostenible”, que por una parte permite higienizar la ciudad con una recogida eficiente y reducir los depósitos al minimizar lo que se envía a los vertederos, evitando ese impacto negativo.
A la vez, se considera “económicamente sostenible” porque permite procesar la mayor cantidad de RSU y generar ingresos que permitan sostener el proyecto.
La iniciativa está incluida en la Cartera de negocios de inversión extranjera con la modalidad de empresa mixta.
“La Habana ha tenido procesos de negociación y su licitación está cerrada y en proceso de aprobación por el Ministerio de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, mientras se están licitando las otras cinco provincias y haciendo la validación de la generación de desechos”, apuntó.
La funcionaria reveló que alrededor de 30 firmas extranjeras han expresado su interés en ser socias de este proyecto.
Cada proceso lleva toda una estructura y muchos recursos humanos en la actividad de la recogida, que hoy realiza la estatal Empresa de Servicios Comunales y sería asumida por el proyecto, adelantó Cancela.
Beneficios
El sistema integrado de gestión concibe desde una nueva organización de la recogida, la reorganización de las rutas y la introducción de camiones.
Luego plantea el procesamiento en grandes plantas, donde se separaría lo orgánico de lo inorgánico y valorizaría todo lo que sea posible ya sea en generación de energía eléctrica o reciclaje de plástico, papel y cartón.
En el caso de la capital cubana, el proyecto prevé la creación de dos polígonos, en el este y el oeste, que estarían en los municipios respectivos de Guanabacoa y Boyeros.
“Lo que no pueda utilizar la economía interna, al no contar con industrias que requieran ese tipo de materia prima, se exportaría. Hoy en el país se pierde mucho material reciclable, con el consiguiente daño ambiental”, indicó la ingeniera.
Entre los impactos esperados, se encuentran el cuidado al medioambiente y la salud humana, la reducción de gases de efecto invernadero emitidos a la atmósfera, generación de energía sin empleo de combustibles fósiles y el ahorro por sustitución de importaciones de materias primas secundarias.
Otras ventajas son la generación de ingresos por exportación de productos reciclados no consumidos por la industria nacional, la creación de nuevos empleos y la disminución del vertido final, que se prevé reducir al menos a 10 por ciento.
El proyecto no olvida que todo parte de la clasificación primaria de los desechos en los hogares, instituciones, industrias y otros centros.
“Pensamos recoger en dos corrientes: orgánico e inorgánico, lo que lleva trabajo desde la base: las escuelas con los niños, los Comités de Defensa de la Revolución (organización barrial), los centros de trabajo para empezar a reciclar, desde la casa, con una clasificación en origen”, dijo Cancela. (2018)
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