La Habana, 16 jun.- Cubanas y cubanos aportarán criterios, propuestas y recomendaciones, desde ahora y hasta el venidero 20 de septiembre, sobre dos documentos estratégicos: Conceptualización del modelo económico y social de desarrollo socialista y el Plan Nacional de Desarrollo económico y social hasta 2030.

Estos debates populares fueron acordados en el VII Congreso del Partido Comunista (PCC), el único legal en el país, que del 16 al 19 de abril pasado revisó la marcha de la reforma económica, social y política emprendida desde 2008.

Como respuesta a los reclamos de participación ciudadana que antecedieron la cita partidista, calificaron algunas personas la consulta, que involucrará a la militancia del PCC y la Unión de Jóvenes Comunistas, representantes de organizaciones de masas y amplios sectores de la sociedad.

De acuerdo con César Arteaga, fotógrafo y militante comunista, “antes del congreso, consideramos imprescindible convocar a debates abiertos sobre los temas a debate, algo que no sucedió y dejó inconformes a muchas personas”.

Ahora, agregó, la consulta “nos permite participar, dar criterios sobre qué queremos para el país, aportar nuestras miradas individuales de cómo puede perfeccionarse lo hecho hasta hoy en la actualización de modelo”.

Por su parte, la jubilada Lidia Ortega opinó: “no sé exactamente cómo se hará, pero espero que quienes siempre están criticando todo digan lo que piensan en ese espacio y no por los rincones”.

Al dar a conocer la convocatoria, publicada la víspera en los medios de comunicación estatales, se reiteró que los documentos a discutir “no son fruto de la improvisación, sino la resultante de una elaboración colectiva bajo la dirección del Partido”.

El texto sobre la Conceptualización del modelo expresa la meta más general que se traza el país, sintetizada en la definición de la Visión de la Nación, mientras que el Plan Nacional constituye la estrategia para alcanzarla.

Los documentos fueron elaborados con el concurso de profesores universitarios, académicos, investigadores de las ciencias sociales y económicas y funcionarios del gobierno y militantes del partido.

Además fueron revisados durante el VII Congreso, que mandató al Comité Central a conducir la consulta popular para enriquecer y perfeccionar los textos.

De acuerdo con el editorial aparecido en el periódico Granma, “se ha trabajado intensamente y destinado recursos para asegurar que cada ciudadano, cada militante tenga acceso a los documentos”, que marcarán el rumbo del país.

Se imprimieron 680.800 ejemplares de un tabloide de 32 páginas, que contiene los documentos para distribuirlos a las organizaciones de base y colectivos que los debatirán. Y otros 200.000 se destinaron a la venta.

La publicación en los sitios digitales del Partido, el periódico Granma y el portal Cubadebate “facilita su estudio en una sociedad cada vez más informatizada y hace posible que llegue a las decenas de miles de colaboradores cubanos en el exterior”.

“Por lo que dice el periódico, ha sido un esfuerzo grande. Ahora hace falta participación activa en los análisis y, sobre todo, que las opiniones que exprese la gente sean tenidas en cuenta, como indica la democracia”, comentó Odalis Rojas, una artesana que milita en el PCC desde hace más de 30 años.

Mientras, Pablo Ortiz, sin vínculo laboral, consideró que nada de lo que se diga en esos debates es de su incumbencia.

Según la convocatoria, los pasos dados en la difusión de los documentos “contribuirán a lograr que las discusiones sean ampliamente democráticas, ricas en su contenido, concretas en ideas y proyecciones”.

Por su proyección de futuro, la convocatoria dedica un párrafo especialmente a la importancia de la participación “necesaria y activa” de la juventud.

Como resultado, se elaborará una versión que contenga los criterios recogidos, para ser sometida al Comité Central del PCC. Y, por último, será objeto de análisis en el parlamento, único órgano con la facultad constitucional de darle valor legal. (2016)