Afrocubanas de cara a la violencia simbólica

A propósito de los 16 días de activismo, la siguiente monografía actualiza conceptos y resume siete años de lucha contra el racismo y la misoginia del colectivo Afrocubanas.

Imagen tomada durante la presentación del libro en el centro Dulce María Loynaz.

Foto: Autoría desconocida

Dentro del panorama del activismo en Cuba sobresale la lucha contra la violencia de género[1]. Pero ¿Qué sucede con otras manifestaciones de violencia machista[2], no tan duras como el maltrato físico o la cara más extrema del problema, que es el feminicidio? ¿Qué pasa con la violencia simbólica? ¿Qué otras actitudes discriminatorias tienen en su base también la violencia simbólica contra las mujeres? ¿Qué pasa en el caso de las mujeres negras, las que, como sabemos, viven una doble opresión: como mujeres y como negras?

No por subjetiva, la violencia simbólica deja de ser menos importante. Si bien es cierto que los golpes y el abuso sexual constituyen manifestaciones más visibles, aparatosas, constatables y directas de la violencia de género, aquella que se ejerce de manera indirecta, sutil y subrepticia también debería ocupar nuestra atención.

Desde la estructura se replica la opresión y la marginalización de determinados grupos sociales y sus individuos. Tal pareciera que fuese un proceso natural, sin embargo, no lo es. La sociedad, sus instituciones, el imaginario social, las actitudes, pensamientos, creencias, estereotipos, etc., ofrecen un caldo de cultivo para que la violencia simbólica se exprese y se reproduzca aparentemente de manera natural.

Precisamente, debido al carácter silencioso de la violencia simbólica, a la naturalización que generalmente le acompaña y a la sofisticación con que opera, es que resulta necesario descubrir los mecanismos que la soportan.

La invisibilización de determinados sectores de la sociedad es parte de la violencia simbólica. En este caso se encontrarían, por ejemplo, las mujeres negras. La violencia simbólica y el racismo confluyen en el concepto más actual de la “misoginoir”. Y justo en esa lucha se enfocó el grupo Afrocubanas, que fue pionero en el país hasta su cierre en marzo de 2019.

Violencia simbólica, racismo y misoginoir

La violencia simbólica intenta legitimar, a golpe de estereotipos, creencias, prejuicios, actitudes, etc., que unos individuos son menos humanos que otros.

De esta manera, todo lo que no sea cisheterosexual[3] y blanco es ubicado en la periferia de la escala de valores y por tanto del poder. Imaginémoslo como círculos concéntricos: en el más pequeño de ellos, o sea en el centro, estaría la heteronormatividad blanca masculina, los cisgéneros y el biniarismo, lo que constituye la base del cisheteropatriarcado[4]. Mientras más nos alejamos del centro aparecen otras identidades de géneros: trans, no binarias, no conformes al género, agéneros, etc. Lo anterior se complejiza cuando aparecen otros elementos como pueden ser la identidad racial, la identidad sexual, la edad, la clase social, el acceso a los recursos, la procedencia, la migración, etc. En la práctica esto se traduce la superposición de las opresiones que viven los individuos que son excluidos de la sociedad y del poder.

El cisheteropatriarcado, además de sexista y misógino, es racista. En él se vinculan con frecuencia los cuerpos negros a la hipersexualización, especialmente a las mujeres negras y afrodescendientes. En la base se encuentra la creencia de que negritud y los sujetos negros están más cerca de los primates y, por tanto, de la naturaleza. Siendo concebida la sexualidad como un resultado de los instintos, a pesar su carácter cultural, es usual que se piense que las personas negras tenemos mejor desempeño sexual.

Además, en Cuba la discriminación racial se apoya recurrentemente en la violencia simbólica. Es muy poco probable que a alguien lo linchen en la calle por su color de piel, sin embargo sí se puede ser objeto de bullying o discriminación en el ámbito laboral, por solo citar dos ejemplos.

En la complejidad de la interseccionalidad que supone ser mujer y ser negra en Cuba destaca cómo ellas son representadas y también la invisibilización de la vida y obra de estas mujeres.

La misoginoir[5], término acuñado en 2010 por la académica afrofeminista estadounidense Moya Bailey, se refiere a la misoginia hacia las mujeres negras, o sea, los prejuicios, el rechazo, la violencia hacia ella, una buena parte de la cual es simbólica pues transcurre en el plano de las ideas, las creencias, las representaciones, etc.

En la creación de Afrocubanas participaron intelectuales, artistas y activistas, algunos hombres, con trayectoria en el antirracismo, el feminismo y la equidad de género en Cuba.
Afrocubanas contra la violencia simbólica y por la visibilización de sí mismas

El Grupo Afrocubanas ha sido la iniciativa activista que trabajó con mayor sistematicidad por la visibilización de la mujer negra y en contra de la violencia simbólica racista y el misoginoir.  Siete años de labor ininterrumpida allanaron el camino para desvelar cómo la violencia simbólica hace parte de nuestras vidas cotidianas.

Afrocubanas fue fundado en el año 2012[6], a partir del impacto de un proyecto digital, el blog homónimo, y en estrecho vínculo con la aparición de un libro, Afrocubanas. Historia pensamiento y prácticas culturales[7], que derivó en la creación del grupo de trabajo de mujeres afrodescendientes cubanas.

El libro Afrocubanas, una idea original de la escritora Daysi Rubiera, quien invitó a Inés María Martiatu a trabajar conjuntamente en la compilación; se propuso sistematizar la producción intelectual y cultural de mujeres afrocubanas, con la intención de darles voz, lo cual constituye una manera de luchar contra la violencia simbólica que implica la invisibilidad.

El volumen fue el primero escrito por mujeres cubanas afrodescendientes y para ellas mismas. En él, se presentan las obras y vidas de notables intelectuales afrocubanas, reunidas en tres partes: historia, pensamiento y prácticas culturales. Son 408 folios que nos acercan a zonas poco tratadas o desconocidas de la historia y cultura nacionales.

En la literatura, en la poesía, la narrativa, los testimonios, se ha estereotipado tanto, y a veces maltratado, la imagen de las mujeres negras en discursos articulados por el “otro”. Aquí tratamos de que estos discursos sean los nuestros. Que se escuche   nuestra propia voz. De este modo, considero que está muy bien justificado que la identidad racial y el género sean motivos para el estudio y la selección para este libro[8].

Integrantes de Afrocubanas

Por otro lado, en la creación de Afrocubanas participaron las intelectuales, artistas y activistas Inés María MartiatuDaysi Rubiera Castillo, Sandra Abd´Allah-Álvarez Ramírez, Carmen GonzálezPaulina Márquez. Luego se incorporaron otras muchas mujeres. También fueron acompañadas por un par de hombres, en todos los casos personas con trayectoria en el antirracismo, el feminismo y la equidad de género en Cuba.

La primera reunión abierta del Grupo se realizó en casa de Daysi Rubiera en el marco de su 75 cumpleaños, el 15 de junio de 2012.

Cuatro meses antes se habría celebrado el cumpleaños de Inés María Martiatu y la salida del libro Afrocubanas, el cual sería presentado en el Centro Loynaz, el 11 de febrero de 2012. En ese ambiente fue sembrada la semilla de lo que luego sería el grupo.

Queridas amigas:

Estamos organizando un encuentro con las que participamos en la creación del libro, afrocubanas. Eso es por nuestra cuenta en el Vedado en casa de una amiga de Daisy. Será el día 2 de febrero a las 4 de la tarde. Les enviaré la dirección exacta. También es mi cumpleaños 70!!!!!! Cómo se va el tiempo. (…)

El lanzamiento oficial se mantiene el 11.

Espero que estemos juntas ese día.

Un beso.

Lalita[9]

En aquella primera reunión realizada en casa de Daysi Rubiera, que significó la presentación en público del Grupo, estuvieron presentes Irene Esther Ruiz, Magia López Cabrera, Paulina Márquez, Irasema Laferté, Inés María Martiatu, Carmen González, Deyni Terry Abreu, Eusebia Betancourt Pusan, Coralia Hernández y Tomasito Fernández Robaina[10].

Dentro de los objetivos iniciales estuvo continuar visibilizando los aportes de las mujeres negras y mestizas a la historia y cultura nacionales, estudiar a las afro-latinoamericanas y su labor dentro del movimiento de mujeres. Además se propusieron fundar un sello editorial. En palabras de Daysi Rubiera:

Sus objetivos debían fundamentar su creación, entre ellos: sacar a la luz el aporte de las mujeres negras cubanas en la historia de nuestro país, contribuir al desmontaje de los estereotipos negativos, racistas y sexistas que habían venido (y vienen) circulando históricamente sobre ellas y nosotras, aportar a la historiografía cubana nuevas e interesantes investigaciones relacionadas con ellas e, incorporarnos al debate que sobre la problemática racial se estaba llevando a cabo[11].

El Directorio de Afrocubanas nació en el contexto de dicho grupo, ante la necesidad de continuar rompiendo el silencio acerca de la vida y obra de las mujeres afrodescendientes cubanas. En un inicio fue una página de la bitácora Negra cubana tenía que ser hasta que en 2016 logró situarse como una web propia. En el mismo se agrupan, hasta el momento, aproximadamente 400 fichas de afrocubanas (nacidas y no en Cuba) que desempeñan en varias esferas de la vida profesional, social, política, etc.

Primera reunión de Afrocubanas. Anselma Betancourt Pusan, Sandra Abd´Allah-Alvarez Ramírez e Irene Esther Ruiz Narváez en casa de Daysi Rubiera Castillo.

Sin duda alguna, una parte importante del legado del Grupo Afrocubanas ha sido estimular el debate desde las ciencias sociales de determinados problemas, entre ellos la violencia de género. En este sentido, se realizó trimestralmente y durante aproximadamente seis años la tertulia Reyita, coordinada por la propia Rubiera y por la académica Yulexis Almeida Junco.

Desde el inicio la preocupación por la violencia de género quedó plasmada en la agenda del Grupo. La tertulia realizada en noviembre del 2013 intitulada “La discriminación racial otra forma de violencia de género” es un ejemplo de lo anterior[12]. Del mismo modo, la reproducción de los estereotipos racistas en la familia cubana fue otros de los asuntos sobre los cuales reflexionó este espacio de debate feminista-antirracista.

Una área de trabajo específica de Afrocubanas fue revelar la representación de las mujeres negras en la publicidad y en los medios de comunicación, la cual es estereotipada, cosificada, reduccionista, estigmatizada, etc. La investigadora y activista Irene Esther Ruiz Narváez ha contribuido de manera sobresaliente a que hoy podamos contar con estudios en esa área, sobre las mujeres negras en la televisión y luego sobre el rol de las mujeres en el deporte.

Aprovechamos todos los espacios a nuestro alcance para incorporar temas relacionados con las mujeres negras cubanas en programas de mucha audiencia en la radio y la televisión de alcance provincial y nacional. Transmisiones con un significativo impacto en la radioescucha y teleaudiencia expresado por medio de las múltiples llamadas telefónicas a esos medios, agradeciendo la información brindada y solicitando el mantenimiento de los mismos. Sistematicidad que por causas ajenas a nuestra voluntad no se ha logrado, pero que seguimos insistiendo en ello[13].

La tertulia Reyita también abordó en una oportunidad la violencia simbólica presente en spots televisivos, telenovelas y videos clips cubanos.

Por su parte, la sección Observatorio de Medios de la bitácora Negra cubana tenía que ser publicó de manera regular denuncias y artículos acerca de la representación estereotipada de las mujeres negras.

Emergiendo del silencio: mujeres negras en la historia de Cuba (Editorial Ciencias Sociales, 2016) fue el segundo volumen del grupo Afrocubanas, con el cual se recuperaron figuras que forman parte de la historia y culturas nacionales pero que han sido frecuentemente olvidadas.

Con el mensaje que enviase Daysi Rubiera Castillo en marzo del 2019, donde anunciaba la disolución del grupo Afrocubanas, concluía una de las iniciativas antirracistas y feministas más importante de Cuba, la cual sin duda realizó contribuciones fundamentales al desarrollo del movimiento antirracista cubano, sobre todo relacionado con propiciar la inclusión de las mujeres afrodescendientes. (2019)

 

Notas:

[1] Violencia ejercida contra las mujeres cis, mujeres trans, cuerpos feminizados o leídos como femeninos, por la única razón de ser personas leídas como “mujeres”.

[2] En esta monografía, violencia de género y violencia machista son usados como sinónimos.

[3] El prefijo “cis” hace mención a todo lo que no es trans, o sea, a la correspondencia entre la identidad sexual y la identidad de género, o para decirlo de otro modo, entre el sexo asignado al nacer a partir de la observación de los genitales y la identidad de género de la persona en cuestión.

[4] El término “cistheteropatriarcado” se refiere al sistema político-social que está regido por la heterosexualidad y la cisnorma; por tanto el género masculino y la heterosexualidad son parte de la supremacía. El cisheteropatriarcado subordina tanto a mujeres como a las personas LGBTA.

[5] Del inglés misogynoir y éste de misogynymisoginia, y el francés noir, negro.

[6] Sandra Abd´Allah-Alvarez Ramírez: “Mujeres afrodescendientes cubanas: Unídas!”, en Negra cubana tenía que ser. Disponible en https://negracubanateniaqueser.com/2012/06/28/mujeres-afrodescendientes-de-cuba-unidas/. Consultado el 17 de noviembre de 2019.

[7] Daysi Rubiera Castillo e Inés Mara martiatu Terry (comp.): Afrocubanas. Historia pensamiento y prácticas culturales (Editorial Ciencias Sociales 2011).

[8] Sandra Abd´Allah-Alvarez Ramírez: Las afrocubanas ya tienen su libro. Entrevista a las autoras en Cubaliteraria. Disponible en http://www.cubaliteraria.cu/articulo.php?idarticulo=13938&idseccion=43. Consultado el 14 de noviembre de 2019.

[9] Inés María Martiatu Terry: Comunicación personal con la autora. 19 de enero de 2012.

[10] Sandra Abd´Allah-Alvarez Ramírez: “Mujeres afrodescendientes cubanas: Unídas!”, en Negra  cubana tenía que ser. Disponible en https://negracubanateniaqueser.com/2012/06/28/mujeres-afrodescendientes-de-cuba-unidas/. Consultado el 17 de noviembre de 2019.

[11] Daysi Rubiera: Daysi Rubiera: “Afrocubanas es una actitud ante la vida”, en Negra cubana tenía que ser. Disponible en https://negracubanateniaqueser.com/2018/10/09/daysi-rubiera-afrocubanas-es-una-actitud-ante-la-vida/. Consultado el 14 de noviembre de 2019.

[12] Grupo Afrocubanas: “Convocatoria: Tertulia Reyita. La discriminación racial otra forma de violencia de género”, en Negra cubana tenía que ser. Disponible en https://negracubanateniaqueser.com/2013/11/27/convocatoria-tertulia-reyita-la-discriminacion-racial-otra-forma-de-violencia-de-genero/. Consultado el 14 de noviembre de 2019.

[13] Daysi Rubiera: Daysi Rubiera: “Afrocubanas es una actitud ante la vida”, en Negra cubana tenía que ser. Disponible en https://negracubanateniaqueser.com/2018/10/09/daysi-rubiera-afrocubanas-es-una-actitud-ante-la-vida/. Consultado el 14 de noviembre de 2019.

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