La Habana, 4 feb.- Ante la interrogante de ¿cómo las generaciones más jóvenes ven la Cuba de hoy y cómo la sueñan?, planteada en Café 108, la sección participativa del sitio web de IPS en Cuba, varios usuarios expresaron estar concentrados principalmente en resolver sus necesidades materiales mediante el trabajo.

Para Iván Suárez Martínez, «las generaciones más jóvenes de cubanos se preocupan (o nos preocupamos) más por resolver nuestro problema de manera particular (económico casi siempre) que por el futuro de la nación».

Asimismo, apuntó que «con el ritmo acrecentado de envejecimiento» en el país y la emigración creciente de jóvenes «que buscan un futuro mejor en el extranjero, si no aparece una brecha que deje respirar a pulmones llenos a las nuevas generaciones, es muy probable que dentro de 200 años no quede un cubano legítimo en el mundo».

Según consideró Luis Rey Yero, los sueños juveniles «se han limitado por la crisis que hoy vivimos en Cuba y en el resto del planeta».
Por su parte, Yohan González mencionó entre sus principales preocupaciones: «la economía doméstica, las posibilidades de empleo y superación, el estado de los espacios de recreación, el acceso a Internet y también los medios de comunicación».

Tales planteamientos coinciden, en cierta medida, con los resultados de la Encuesta Nacional de Juventud que el Centro de Estudios sobre la Juventud (CESJ) realizara de conjunto con la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), dada a conocer durante los debates del parlamento acerca de la actualidad cubana, en diciembre pasado.

Según reveló esa indagación, de manera general, los jóvenes sienten inseguridad en torno al empleo, en términos de garantía, condiciones de trabajo y satisfacción de necesidades con ingresos bajos, mientras identifican como problema aspectos relativos a las regulaciones y legislación para el trabajo por cuenta propia, entre otros.

La Comisión de Atención a la Juventud, la Niñez y la Igualdad de Derechos de la Mujer discutió el informe del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, el cual indicó que la mayor parte de los jóvenes cubanos se encuentran hoy insertados en la vida laboral, para un 83,6 por ciento por ciento como trabajadores estatales.

Además, autoridades gubernamentales reconocieron que la desvinculación laboral no está resuelta, ni tampoco la garantía de satisfacción de las necesidades mediante el trabajo. Declararon asimismo que se mantiene «pendiente» la atención a jóvenes incorporados al sector no estatal.

Una reciente investigación del CESJ aplicada en ocho provincias con fuerte presencia laboral juvenil y gran peso en la economía, destaca que la actividad donde se concentran mayormente es en la de trabajadores contratados por otros particulares.

De acuerdo con ese estudio, la presencia creciente de personas jóvenes en el sector no estatal impone nuevos desafíos, entre ellos, lograr la satisfacción de las necesidades básicas mediante el trabajo, priorizar la atención intencionada a quienes optaron por laborar de forma autónoma, estimular la participación juvenil en proyectos sociales, trazar estrategias para atender a los desvinculados y propiciar su incorporación laboral en condiciones de legalidad.

Lo anterior se conecta con la opinión en Café 108 de Yohan González, para quien «la juventud cubana sueña con una sociedad mejor. Con más democracia, con más institucionalidad, con un mejor funcionamiento de los órganos para el ejercicio del poder en manos del pueblo», un país próspero y una economía sólida. (2014)