La Habana, 14 jun.- A pesar de estar representadas a la par de los hombres, las mujeres en la academia de Cuba aún no trabajan en condiciones equitativas en ese ámbito tradicionalmente de dominio masculino, según investigaciones de la psicóloga Lourdes Fernández Rius.

A través de historias de vida de académicas y el uso de estadísticas segregadas por género, la profesora de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana encontró que, en la educación superior cubana, “mientras aumenta el nivel de toma de decisiones correspondiente al cargo de dirección disminuye la presencia de mujeres y aumenta la presencia de hombres”.

Ellas encuentran limitaciones y obstáculos, provocados, “entre otros factores, por la perpetuidad de un orden de poder de género que sostiene el androcentrismo y el sexismo en la sociedad cubana”, explicó en su libro “Género y Ciencia o ¿la apoteosis del egoísmo?” (La Habana, 2010), donde reunió varios de los estudios sobre este tema en el país.

También, amplió, ellas son mayoría en las ciencias humanísticas y resultan minoría en las llamadas “ciencias duras”, como las Matemáticas y la Física, un estereotipo que se mantiene en la contemporaneidad.

“La presencia de las mujeres en las ciencias no es el problema de la realidad cubana, en la cual se han logrado alcances comparables a los países más desarrollados, sino determinadas características que adopta esta presencia”, defendió la psicóloga.

Según el texto de Fernández, las causas que impiden un mayor desarrollo profesional y personal de las cubanas requieren de estudios “más profundos”, que permitan “desentrañar las razones que impiden continuar avanzando en equidad en cuanto al ascenso en el saber y el acceso a puestos de toma de decisiones”.

Durante el período 2006-2010, las mujeres representaron el 26,3 por ciento de las personas que integran la Academia de Ciencias, según el informe “Mujeres y Hombres en Cuba” (2010), de la Oficina Nacionales de Estadísticas e Información (Onei). Además, reveló la publicación, constituían el 55,5 del personal frente a las aulas de la enseñanza superior durante el curso 2009-2010.

Las autoridades cubanas y organizaciones no gubernamentales como la Federación de Mujeres Cubanas desarrollan desde los primeros años de la Revolución Cubanas de 1959 políticas de inclusión social de la población femenina. Sin embargo, especialistas alertan que se necesitan de acciones diferentes para lograr una equidad real de género.

Aunque ellas ganan iguales salarios y están amparadas legalmente por los mismos derechos que los hombres, en la cotidianeidad no tienen oportunidades similares por la persistencia de una cultura machista, que provoca fenómenos como la doble jornada laboral que las cubanas cumplen en sus trabajos y en el hogar. (2012)