Adagios Martianos, para unir a Nuestra América
A propósito del 164 natalicio de José Martí.

Foto: Tomada de www.josemarti.cu/
“El amor es el lazo de los hombres, el modo de enseñar y el centro del mundo”; (…) el amor, sentimiento que siempre permanece joven, aún en los corazones viejos”; ¡Amor es que dos espíritus se conozcan, se acaricien, se confundan, se ayuden a levantarse de la tierra, se eleven de ella en un solo y único ser!; “Es bello el cuidado de los vivos, en hacer hermosa la morada de los muertos”; “Los partidos políticos que han de durar son los partidos que arrancan de la conciencia pública; los partidos que vienen a ser el molde visible del alma de un pueblo, y su brazo y su voz”; “Las palabras nunca por sí solas mueven o ponderan: si no llevan alma, de poco sirven”; “Al poder se sube casi siempre de rodillas. Los que suben de pie son los que tienen derecho natural a él”.
Los anteriores son tan sólo unos pocos de los cientos de ellos presentes recopilados en Adagios Martianos (1), una compilación de conceptos, pensamientos y sentencias de la obra martiana, realizada por la doctora Eloísa Carreras, de Cuba; y Gabriel Navarrete, de España, obra precedida por un estudio introductorio del intelectual cubano Armando Hart Dávalos.
En su preparación se congratularon dos instituciones. Una, la hispana Sociedad de Solidaridad Internacional de Andalucía, reconocida por su altruismo y labor solidaria en ese otro lado del mundo, y la otra, la Sociedad Cultural José Martí (SCJM) perteneciente a la Oficina del Programa Martiano, que preside el doctor Hart Dávalos, en Cuba.
En el capítulo Liminares de Adagios…, la doctora Carreras enfatiza en la personalidad de su colega Navarrete, entrañable amigo del pueblo cubano, “su convincente obsesión de estudiar, interpretar y difundir el pensamiento, la vida la obra de José Martí, porque como el maestro Armando Hart nos recuerda, los cubanos —todavía— tenemos pendiente un deber con el mundo: mostrar con mayor precisión: “¿Quién fue este humilde hijo de un celador valenciano y de una madre canaria que supo organizar y promover la guerra por la liberación de Cuba del colonialismo español y, a la vez, amar intensamente a España? ¿Quién fue este genio de la política, de la literatura y del pensamiento universal, a quien el talento sin fronteras y la sensibilidad poética de la chilena Gabriela Mistral, caracterizó como el hombre más puro de la raza? ¿Quién fue este cubano que habiendo vivido solamente cuarenta y dos años se ganó la admiración y los más grandes elogios como escritor y poeta, organizador político y revolucionario, de los más profundos pensadores y los más grandes héroes y mártires de nuestra América e, incluso, de los hombres de mayor cultura de España? ¿Quién fue este personaje a quien Fidel Castro señaló como el Autor Intelectual de la Revolución? ¿Quién fue ese paradigma sin par de la Cultura cubana y el más lúcido y universal pensador del hemisferio occidental?”.
Así trasciende Adagios… en sus 460 páginas, distribuidas alfabéticamente en índices temáticos que parten de una multiplicidad de pensamientos, conceptos y juicios, producto “de un discurso transdisciplinario pleno de sensibilidad ecuménica en cuyo centro está el hombre” —referidos al amor, a la amistad, a la belleza, a la democracia, a la educación, a la familia, a la gloria, al gobierno, a la historia, al honor, a los ideales, a la madre, al mártir, al partido—, todos seleccionados a partir de la extensísima obra del Apóstol contenida en sus 27 tomos (2), y conformada en esta ocasión en una nueva modalidad.
En su ensayo José Martí, Apóstol de Cuba y América (3), incluido en dicho volumen, el doctor Armando Hart Dávalos subraya lo siguiente:
“(…) ¿Quién fue este artista y pensador que hizo exclamar al novelista dominicano Manuel de Jesús Galván cuando lo vio en su tierra: “He aquí lo que faltó a América hasta ahora, el pensamiento a caballo”. ¿Quién fue este latinoamericano cuyas páginas editadas bajo el título Escenas norteamericanas ofrecen la más nítida y fascinante descripción de las ideas que se gestaban en las últimas décadas del siglo XIX en los Estados Unidos, las cuales pueden servir para el riguroso análisis científico-social de aquel tiempo histórico? (…) ¿Quién fue aquel hijo de Iberoamérica, que en las décadas finales del XIX afirmó: “…se viene encima, amasado por los trabajadores un universo nuevo” ¿Quién fue este poeta de la aurora, que supo escribir con ternura y maestría para los niños y, a la vez, preparar la guerra popular que acabaría con los últimos residuos de la España colonial en América y advertir, con excepcional sabiduría, lo que para Cuba, América y el mundo se incubaba con el surgimiento del imperialismo norteamericano?”.
Adagios Martianos es otro proyecto ético de extraordinaria vigencia y de reafirmación de los ideales y del altísimo potencial revolucionario de aquel que cayó como preconizase, “de cara al sol”. Un volumen cuya lectura convoca a amarlo y sentirlo cada vez más profundamente. Una obra para amarnos y unirnos aún más todos los latinoamericanos. (2017)
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Notas:
Un comentario
ARMANDO
ESTE TRABAJO ES MUY INTERESANTE Y ÚTIL, POR SU VIGENCIA. SU LECTURA ESTIMULA A LEER Y DISFRUTAR LAS 460 PÁGINAS DE ADAGIOS MARTIANOS Y NUTRIRNOS DE SUS ENSEÑANZAS.