La cultura es lo primero que hay que salvar
Una convocatoria continental que afianza la cultura y tradiciones de los pueblos de América Latina y el Caribe, lejos de los apetitos recolonizadores.
Un numeroso grupo de intelectuales latinoamericanos y caribeños dieron a conocer, en el contexto de la 26 Feria Internacional del Libro de La Habana la “Declaración de la Independencia Cultural de Nuestra América”, documento que persigue la necesidad urgente de concientización de nuestros pueblos y la disposición inmediata de salvar la cultura —sus amplias y diversas tradiciones, multiétnicas y lingüísticas— como poseedores de lo más genuino de ella.
La habanera Casa del Alba Cultural, subsede de dicho evento, tuvo a bien recibir a la académica argentina Mónica Rufino, de la Universidad de Tucumán, y a la escritora Luisa Valenzuela quienes, junto al prestigioso intelectual cubano Roberto Fernández Retamar, expusieron los objetivos de dicho proyecto de declaración dirigido a los pueblos de nuestra América.
“Son muchísimos los compañeros e intelectuales que se han unido a esta convocatoria continental, una proclama presente en esta Feria Internacional del Libro. Este es un proyecto que compartimos también junto a un numeroso grupo de intelectuales argentinos, teniendo en cuenta la gran diversidad cultural de nuestra América Latina y caribeña que converge en un punto focal continental al que llamamos “nuestra civilización”. Es por ello que proponemos pensar a la América nuestra en términos civilizatorios”, inició en su intervención la doctora Rufino.
Dicho proyecto incluye no solo a intelectuales, sino también a luchadores sociales y militantes políticos quienes estuvieron y están aún activos dentro del proceso libertario de nuestros pueblos, como lo fueron Juan Bautista Alberti y Bernardo de Monteagudo. Especificó además que “a Tucumán, de donde provengo, se le conoce como la provincia de la independencia, al proclamarse allí la independencia política de la Argentina contra el colonialismo español, cuyo bicentenario se cumple el presente año”.
Subrayó asimismo que “no queríamos dejar pasar esta fecha histórica tan inmensa para nuestros pueblos, sin dejar de escuchar las voces de los actores culturales de América Latina y el Caribe. En cada uno de nuestros pueblos existen características y valores distintivos que, no obstante su gran diversidad cultural, poseen una continuidad, una convergencia, una semejanza expresada en principios muy sólidos, cimentados y simbolizados a partir de la presencia y riqueza cultural de nuestros pueblos originarios”.
La profesora argentina puntualizó que los principios y derechos que desarrollamos están presentes también en nuestros proyectos culturales, económicos y políticos, entre ellos se encuentran los derechos de los pueblos originarios a la defensa de su cultura y de la naturaleza (Pachamama) como primer derecho humano, al igual que el amplio sentido que se le concede al comunitarismo por encima del individualismo, que se nos trata de imponer por parte de modelos foráneos.
“Otro derecho es el que nuestros pueblos le otorgan al Buen Vivir, como modelo de avanzada o resguardo humanitario dentro de un mundo que día a día se autodestruye”, acotó la Rufino.
Todos estos principios forman parte del amplísimo concierto cultural latinoamericano y caribeño, que “se expresa en la producción de nuestros artistas, escritores, trovadores, cineastas, pintores, muralistas, bailarines, dramaturgos…”.
“Esas diferencias, dijo, constituyen una particularidad cultural y, a la vez, evidencia una inmensa riqueza cultural propia, diferente, fuerte, independiente e indestructible ante toda forma y propósito de colonización o dominación cultural”.
Por su parte, la escritora Luisa Valenzuela al exponer las realidades actuales que está viviendo Argentina, se refirió a la inexistencia de un presupuesto gubernamental para la cultura y la educación; “algo que molesta, inquieta y que para nada importa a los trusts y a nuestro presidente Mauricio Macri”. De ahí, señaló, “lo más importante en estos momentos es retomar esa fuerza del intelectual que hemos ido perdiendo y que se ha ido degradando con el tiempo, por eso esta declaración viene a darnos un lugar al frente para retomar ese derecho que nos quieren arrebatar”.
Por otra parte, dijo, “esta Feria nos ha dado la oportunidad de exponer nuestros principios, en especial culturales, contra tanta ola de neoliberalismo y que tantos problemas en términos de derechos humanos ha provocado en países como el nuestro y Brasil en los últimos meses”.
Finalmente, el también presidente de la Casa de las Américas, Roberto Fernández Retamar, resaltó como antecedente de esta declaración el ensayo “Nuestra América”[1] escrito por José Martí, donde señalaba: “(…) La historia de América, la de los incas acá, ha de enseñarse al dedillo, aunque no se enseñe la de los arcontes de Grecia. Nuestra Grecia es preferible a la Grecia que no es nuestra. Nos es más necesaria”.
“Tenemos el derecho de garantizar nuestra independencia cultural, así lo afirma esta importantísima “Declaración de la Independencia Cultural de Nuestra América”. Ella nos involucra a todos: escritores, artistas, intelectuales, pensadores…
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Notas:
[1] Publicado por primera vez en La Revista Ilustrada de Nueva York, el 10 de enero de 1891. El 30 de enero de ese mismo año, apareció en El Partido Liberal de México.
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