Selección de comentarios sobre “liberación” del director de revista Alma Mater

Redacción IPS Cuba compila comentarios publicados en las redes sociales sobre el periodista Armando Franco y la revista estudiantil.

26 de abril

 

Lysi Del Monte Valdes

 

Sinceramente, nunca pensé que alguien como Mandy Armando Franco Senén fuera destituido de la forma en que ha ocurrido. Desde que entré a Fcom (Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana), ese hombre ha sido para mí, motivo de inspiración todos los días de mi vida, sin dejar de contar uno solo. A donde quiera que llego, hablo de lo orgullosa que me siento al colaborar para la Revista Alma Mater , en mi opinión, el mejor medio de comunicación que existe en Cuba, al menos, con el que más me identifico.

Armando hizo lo que muchos no han podido hacer: levantar una revista que poco le faltaba para desaparecer; y junto a él, un equipo de excelentes profesionales y amigos, que hacen pensar a veces que el periodismo puede respirar en paz, sin ataduras y tormentos.

Al mismo tiempo, todos, acompañamos a Armando en cada una de las decisiones, pues ese hombre, no tiene pelos en la lengua, es un estudioso incansable, una hormiga laboriosa, un quisquilloso con su trabajo, una de las personas más inteligentes y creativos que conozco, pero sobre todo, alguien que nunca deja de soñar.

Aún no me creo esto, pero seremos más fuertes ahora gracias a todo lo que nos enseñaste.

Gracias Mandy por cada una de las cosas que me permitiste hacer y por siempre confiar en mí. Gracias por ser el corazón de Alma Mater. Gracias por ser la luz al final del tunel.

 

Mario Muñoz

 

Una nueva barbaridad. Acaban de perder a unos de los cuadros jóvenes más talentosos de la prensa cubana. Con ganas de cambiar la manera de hacer y romper el inmovilismo. Otra evidencia de que andamos mal. Hay gente que no quieren que las cosas cambien y que las cosas sigan mal. Que a Armando Franco Senén lo pusieran al frente de Revista Alma Mater me dio cierta esperanza de que las cosas en la prensa cubana podían cambiar. Pero está noticia me demuestra que no. Evidentemente estoy jodido, yo que quería pensar que la UJC estaba contenta con la nueva Alma Mater, convertida en referente de lo que debemos hacer los que amamos esta profesión.

 

Ariel Terrero

Es una decisión que aleja a la UJC de los jóvenes y del periodismo innovador que públicamente reconoció la UPEC en Alma Mater bajo la dirección de Armando Franco Senén

 

27 de abril

 

Max Barbosa Miranda

 

El día en que mi grupo de Periodismo se reunió por última vez, fue la primera en que no supe responder a la pregunta de “¿dónde te ves en cinco años?”. Dije entonces lo primero que me vino a la cabeza, y solo mis más cercanos saben lo frustrante que es para mí lo que balbuceé aquel mediodía.

Lo cierto es que no me quería ir de la facultad a un medio de prensa. No quería porque durante toda la carrera había colaborado en algunos, había asistido a las prácticas en otros —con mejores o peores experiencias—, había hecho muchos amigos periodistas que hablaban de más desencantos que alegrías. Y durante años, aun después de graduado, le había rehuido a la obligación de deberme a diario a una redacción de prensa.

El día en que Armando me propuso acompañarlo en construir un proyecto nuevo para la Revista Alma Mater, paradójicamente, ya habían pasado esos cinco años de mi salida del aula como estudiante.

A Armando lo conocía de mucho antes —un año después de mi entrada a la Facultad de Comunicación— y con él había pasado muchas verdes y más maduras, con él y con todo aquel a quien logró nuclear durante años alrededor de un proyecto de FEU (Federación Estudiantil Universitaria) en el que creíamos comernos el mundo con lo más mínimo. Con Armando ya había tenido fiestas y discusiones, borracheras y pincha hasta el agotamiento, alegrías e inconformidades (algunas que hasta hoy desconoce, quizás), amistad y desencuentros. Con Armando no me lo pensé demasiado para decir que sí. Y con él entré por la puerta de esa redacción donde algunas caras me resultaban conocidas, amigas, amables todas.

Y en ese espacio que fuimos moldeando hice amigos y supongo que algún que otro enemigo fuera (no sé, esos no me encaran para decírmelo). En esa Alma Mater nuestra compartí con gente excepcional, aprendí sobremanera y soñé hasta lo poco probable de lograr, dejé de dormir, me peleé y me reconcilié con más de uno, tuve muchas veces ganas de rendirme y más veces ganas de seguir tirando hacia adelante; en esa Alma Mater fundamos un equipo de gente buena, noble, sabia, leal. En esa Alma Mater que construíamos, hasta ayer con Armando al frente, sentí miedo más de una vez, porque cuando la obra te trasciende uno siempre teme a la posibilidad de errar. Pero también sentí la confianza de toda esa gente que hoy nos lee para bien, de quienes nos han señalado aciertos y errores.

Por eso, hoy nadie me va a hacer entender las decisiones que no tienen tras de sí las ganas de fundar. Nadie me va dorar píldora para convencerme de que —y lo digo sin vanidad— lo hicimos tan mal. Nadie me va a hacer creer que es una práctica honorable apartar y desechar cuando uno no es conveniente o se vuelve incómodo por hacer su trabajo. Nadie me va a decir que debo aceptar separaciones, silencios, firmantes de buró y ostracismos sin advertirles que solo espero que sean conscientes y consecuentes con lo que han hecho, y con el saldo que dejan sus acciones.

Hoy solo puedo sentir orgullo por quienes han aportado como equipo —a cuenta y riesgo de hacer periodismo sincero—, por quienes se han comprado para sí las broncas y los aciertos de esta revista imperfecta, por cada uno de los estudiantes universitarios y profesionales de la comunicación en Cuba que han creído en la utilidad de disponer de su tinta y su tiempo en cada trabajo publicado; y siento también muchas tristezas, algunas propias y muchas ajenas.

Nuestra Alma Mater —que es también la de Mella, aunque algunos no lo puedan asumir— no fue ni pretendió ser perfecta. Fue lo que fue. Y lo fue, también, gracias a Armando Franco Senén.

Armando es un tipo guapo, que no repara en decir tal como le vienen las palabras a la boca porque las dice convencido, es un tipo que sabe fundar y comprometer con las causas útiles. Armando es mi amigo, sí, porque hemos sabido construirlo poniendo por delante lo que nos une e intentando poner en consonancia en las que no concordamos. Armando es un hombre al que admiro. Con él entré a esa redacción que hoy amo, y también con él salgo de ella. Han sido buenos tiempos. Y ya veremos cómo vienen los próximos cinco años.

 

Ania Terrero

 

AM ha sido el centro de su vida, de la nuestra, durante los últimos tres años. Le (nos) ha robado tiempo con Ainoa, amistades, oportunidades de trabajo, superación. Le (nos) ha costado discusiones, lágrimas, noches sin dormir, sudor, decepciones. También le (nos) ha dado muchas alegrías, satisfacciones, esperanzas. Y solo por eso vale la experiencia: por lo que quedó.

Yo no sé qué sentiré mañana, no sé qué sentirá él. Quizás encuentre razones para no parar, para intentarlo una y otra vez. Hoy tengo impotencia, y tristeza, y miedo, por el futuro.

Cuando me enteré, le dije: «Estoy orgullosa de ti, sé que no te sirve de nada, pero estoy orgullosa de ti». Ocho horas después, en estas redes a ratos asquerosas -que tantos dolores de cabeza nos han dado en los últimos meses- se respira orgullo, agradecimiento, indignación.

Y eso, en medio de tanto, me da luz. Tanta gente no puede estar engañada. Tan equivocado no estará, no estaremos. Ojalá en algún punto eso sea suficiente.

 

Ricardo Ronquillo Bello

 

Nos entristece, como a tantos colegas y seguidores de Alma Mater, la decisión adoptada con relación a Armandito y la publicación. Desde la Upec (Unión de Periodistas de Cuba) hemos apoyado sus proyectos, como los de todos los que se esfuerzan en el sistema de prensa por modernizar el lenguaje, los códigos y estéticas, así como acrecentar su autoridad y alcances en tiempos en que hace aguas el modelo mediocéntrico y las audiencias, cada vez más fragmentadas, tienen que ser conquistadas con profesionalidad y altura ética indeclinables. Algo que en Cuba debe lograrse en las condiciones de una perversa y mezquina agresión mediática, de una componenda trasnacional derechista y mentirosa. Siempre hemos dicho que lo más complejo será ganar la atención y el respeto de las juventudes -en plural- de nuestro país. Ser un medio fundamental, como establece la Constitución, hay que ganarlo. No es un título que regala la Carta Magna en sus postulados, hay que disputarlo todos los días en una puja simbólica extraordinaria, en este país cercado. La prueba de nuestro apoyo a los muchachos de Alma Mater está en los resultados de los festivales nacionales de la prensa y nuestros concursos nacionales. Los jurados no responden a órdenes de la Presidencia, los cuales tienen plena autonomía para sus decisiones, pero ni los más críticos ni quienes se aprovechan de estos hechos y los sentimientos que despiertan, podrían desconocer la valía de los proyectos profesionales que en esos eventos descuellan y se reconocen por su nivel de creatividad, innovación y agendas cercanas a los intereses de las audiencias, que para nada son mayoritariamente antisocialistas en esta tierra. Las búsquedas pueden conducir a errores y estos basta ventilarlos, como siempre aconseja Raúl Castro, cuyas ideas acaban de condensarse y presentarse en un texto tremendo, mirándonos a los ojos y hablándonos con sinceridad. Ese es el nuevo modelo de prensa que se defiende desde la Upec, con el apoyo decidido y público del Partido Comunista, que acaba de expresarse en el Pleno que terminó este miércoles. Para ese propósito funcionan ahora mismo un grupo intergubernamental y varios subgrupos, se colegia una ley de comunicación, que será sometida a debate próximamente, junto a un paquete legislativo. Lo hacemos sin alardes ni alaracas, porque la mejor manera de proclamar el bien es haciéndolo, convencidos de que el socialismo libertario y auténticamente cubano que hemos ido diseñando en estos años, y recogido en la nueva Constitución, lo demanda. Julio García Luis, referente indispensable del periodismo revolucionario cubano, sostuvo y demostró, en estudios y análisis que deberían ser cabecera de todos los que amamos a este país, que sin cambiar la prensa no podríamos hacerlo con el socialismo. Que nos guíe a todos en estos momentos, que se prestan para la confusión, el amor a Cuba. Tener la grandeza y la humildad de superarlo sin que sus consecuencias beneficien a los que quieren y apuestan al odio, los resentimientos y la revancha o al ataque y descrédito de las instituciones de la Revolución. Hay que ser grande, de una grandeza como la de Carlos Manuel y otros tantos de nuestra historia, como para no dejarnos arrastrar contra nosotros mismos. Lo esencial, como en El Principito, es invisible a los ojos.

 

Joaquín Borges

 

A propósito del caso de Armando Franco

Por Joaquín Borges Triana

Cuando el año pasado Alma Máter comenzó a sacar los dossiers que publicó en relación con los sucesos del 11J, le escribí a Armando Franco, director de la publicación, que disfrutase al máximo lo que estaba haciendo mientras durase el turno del recreo, porque en algún momento sonaría la campana y chirrín chirrán. Los 36 años que llevo como graduado de periodismo me han hecho ser testigo una y otra vez de historias como la que ahora motiva múltiples comentarios en las redes. Supongamos que sí, que Armandito se equivocó en algo y por esos errores hay que liberarlo. En tal caso, ello corrobora que en el ejercicio del periodismo en una sociedad como la cubana no hay margen para el error. Un médico puede equivocarse y por su culpa morir alguien, pero puede que ello no trascienda. En el periodismo no pasa así. A ese supuesto hay que añadir que el gran enemigo de un proyecto como el que se intenta edificar en este país no es el bloqueo ni el capitalismo, sino la propia realidad. De ahí que a un año de las 63 medidas para reanimar la agricultura y de la eliminación de un grupo de trabas para el funcionamiento de la empresa estatal, el cuartico esté igualito o peor que hace doce meses atrás. En fin, gracias por lo que tú y tu equipo hicieron en Alma Máter, Armandito, y mucha suerte en los nuevos caminos por recorrer.

 

Principio del formulario

 

Final del formulario

Carmen Luisa Hernández Loredo

 

Las decisiones las toman personas de carne, huesos y errores. El escudo grupal de una organización no debe ser nunca la justificación que calme. Tampoco son válidas las piedras a una organización que está, como desde mucho antes que ellos, por encima de las personas de carne, huesos y errores, que ayer tomaron una decisión.

De mi parte, solo dos apuntes:

El Periodismo complaciente no es Periodismo. Eso nos lo enseñaron los mayores. Cada publicación tiene el deber de parecerse a su público, y en eso hoy Alma Mater nos lleva ventaja a todos. Tener la convicción de que hay que sacudirse de prácticas y rutinas, que no ganan lectores, y además tener la voluntad de equivocarse y levantarse es algo que nunca le podrán señalar al equipo editorial de AM. Equipo es la palabra clave, y eso es algo que se lee en cada línea de la revista. Hoy será un día gris para ellos, pero nunca sentirán el peso de haber dado menos por hacer lo que, en justa demanda, su público aspiraba a leer.

En la generación de ese consejo editorial se gesta hoy el futuro del sistema de medios públicos cubanos… un sistema que tiene que parecerse a las necesidades de su audiencia y a un país de construcción colectiva… en esa cuerda difícil será la transición, para quien en cualquier punto de la geografía valora un sí y sueña transformar y construir contra vendavales.

Flaco favor nos hacemos si a lo incómodo lo borramos de un plumazo. Como público y como prensa hay muchas deudas de información. Hoy, ahora, no deben tomarse decisiones sin asumir la responsabilidad de argumentarlas y explicarlas.

 

Jeiddy Martínez Armas

 

La censura y autocensura, el silencio, el ordeno y mando, las prohibiciones, la lógica del absurdo ante coyunturas informativas en que la rapidez lo decide todo, aparecen hoy ante nuestra vista como un suicidio. Cada día que se pierde en tender nuevos puentes hacia la vida real es una valiosa oportunidad que se abandona.

Sin periodismo no puede haber periodistas. Solo un marco real para el ejercicio del periodismo nos puede dar los niveles profesionales que, desgraciadamente, hoy se han debilitado o hemos perdido en alguna medida y en determinados campos. Esto implica aceptar el riesgo de la diversidad de opiniones y puntos de vista; reflejar las distintas tonalidades e incluso la posibilidad de investigar un asunto y dar una conclusión divergente a la visión de los funcionarios y cuadros. (García Luis, 2014)

 

Arnoldo Fernández

 

«ME PREOCUPA QUE LA REVOLUCIÓN ACABE SIENDO CONTRARREVOLUCIONARIA»

(Silvio Rodríguez. Crítica social)

«Me preocupa que la revolución (o lo que usa su nombre) acabe siendo contrarrevolucionaria y que lo que se le enfrente parezca o acabe siendo revolucionario.»

………………………………………………………..

LA DIRIGENCIA COMUNISTA SIGUE DANDO SEÑALES DE CERRAZÓN

«A mí no me parece un contrasentido que Alma Mater tenga que ver, ni que se subordine a la UJC. Siempre ha sido así, desde que existe la UJC en la Universidad. Lo que me parece preocupante es que, en vez de abrirse, la dirigencia siga dado señales de cerrazón. Me parece incluso gravísimo, a estas alturas. No es demostrar, como creen algunos, ser más revolucionarios; es más bien demostrar afinidad con conceptos que la historia –incluso la nuestra– demuestra que son incompatibles con la inteligencia, con la razón, con lo científico, con el marxismo, y además con el afán de justicia, en todos los sentidos, para lo que se hizo la revolución. Me parece un muy grave contrasentido que las organizaciones políticas se empeñen en ser tan obsoletas, tan poco afines con el espíritu rebelde, iconoclasta que caracteriza a las juventudes de todas las épocas. Hasta Raúl lo dijo varias veces: si vamos a tener un solo partido, es necesario que ese partido sea lo más abierto, comprensivo, abarcador, ecuménico posible. No son sus expresiones exactas pero sí sus ideas. Me preocupa que la revolución (o lo que usa su nombre) acabe siendo contrarrevolucionaria y que lo que se le enfrente parezca o acabe siendo revolucionario.

Viva Cuba libre

Abajo el bloqueo

27 de abril de 2022, 16:58»

Tomado del blog Segunda cita.

 

Armando Franco Suarez

 

Mi hijo fue liberado del cargo y yo me siento liberado de la prohibición que él me había impuesto a no pronunciarme en las redes para contestar a un manojo de individuos que desde supuestas posturas revolucionarias, descargaban su ira, su frustración, su extremismo y su oportunismo, contra la labor, reconocida por la mayoría, que Armando Franco Senén estaba desarrollando en ALMA MATER.

El Post publicado hoy por el Consejo Editorial de la propia Revista anunciando la noticia, ha desencadenado múltiples reacciones que me enorgullecen del hijo que tengo, de su entrega a ese proyecto que hizo suyo, de su valentía y de su integridad.

Me enorgullece que en 8 horas de publicación, se produjeran 825 cometarios de los cuales no llegan a 40 los que son contra él, y de la misma ínfima minoría, que ahora eufórica, lo atacan irrespetuosamente y disfrutan de una pírrica victoria, sin comprender, sería mucho pedirles, que esta situación para nada ayuda a la Revolución que tanto dicen defender.

Triste coincidencia que similar euforia y regocijo se aprecia en los comentarios y publicaciones enemigas de la revolución a las que los decisores, los promotores, los detractores (porque son personas, no organizaciones, no la revolución), les han dado hoy un lindo regalo y un contundente argumento para atacarnos. Hay similar festividad y euforia en los planteamientos de estos supuestos revolucionarios que en la manera en que Cibercuba replicó la noticia.

Me enorgullece la inmensa cantidad, abrumadoramente mayoritaria, de comentarios lindos, valientes, respetuosos y sentidos de muchísimas personas en apoyo a mi hijo, entre ellos muchas reconocidas personalidades del propio gremio y de diversos sectores de nuestra sociedad y no de disidentes y contrarrevolucionarios como pretenden singularizar algunos de los detractores.

Aun contra la decisión de mi hijo, recientemente publiqué un post comentando el peligro del “fuego amigo”, de ese fuego traicionero que viene de aquellos que supuestamente están en tu misma trinchera.

Aunque sé que él ahora mismo no lo siente así, pienso que mi hijo fue liberado más que de un CARGO, de una CARGA que estoica, valientemente y con mucha dignidad, lleva meses sufriendo, fue liberado de las incomprensiones, de los ataques “amigos” y enemigos, de la insufrible voluntad por hacer el bien y hacerlo bien. Le quedará para siempre, pues de eso no lo pueden “liberar”, la satisfacción de todo lo logrado, del cariño de su equipo, del respeto y reconocimiento que en estos tiempos ha recibido de muchos revolucionarios de verdad y a todos los niveles que realmente hoy le ponen corazón a Cuba

En la manigua redentora de los mambises, la del monte, la verdadera, no la falsa manigua contemporánea del asfalto y los perfiles ocultos de las redes sociales, también hubo divisionistas, extremistas y oportunistas que hicieron muchísimo daño a la unidad, a esa misma unidad necesaria hoy que lamentablemente también se ve lacerada.

El tiempo dirá cuántos de los actuales manigüeros permanecerán con los FRANCO en BARAGUÁ y cuantos quedarán en los futuros ZANJÓN.

Un abrazo fuerte mi hijo, tus abuelos estarían muy orgullosos de tí, tu familia en pleno te respetamos, admiramos mucho Y CONFIAMOS EN TI.

 

28 de abril

 

Laura Serguera Lio

 

Aquella mañana habíamos hablado de “el día siguiente” pensándolo mucho más lejos. Creíamos que lo cercano era lo que pasaría en seis meses, un año; la inmediatez se avizoraba segura, estable, no amenazaba con nada distinto a lo que había sido hasta ayer…

Todavía el futuro era un ente incorpóreo y abstracto al que mirábamos con más expectativas que recelos; todavía —¡ilusos!— pretendíamos jugar con ventaja, como si tuviéramos algo que decir. La urgencia no existía, o sí, pero nos negábamos, porque aquel futuro temible que llegaría en seis meses, un año, era el futuro que prepararíamos y amueblaríamos y nos encontraría listos para avanzar.

Entonces el futuro dejó de ser después, el día siguiente fue el mismo día, y todo se rompió.

***

El primer problema con los ciclos que se cierran es que casi nunca se cierran solos y casi nunca los cierra uno. El segundo es que no son más que una manera bonita de llamarle a la resignación, de intentar ponerle un punto final poético a lo que suele terminar con mala sintaxis. Yo no sé muy bien qué ciclo estoy cerrando ahora y lo peor es que no parece ser uno, sino tantos…

La ruptura con este o aquel lugar, el agotamiento de dogmas y esperanzas. Concluyen de una vez permanencias, sueños, ambiciones; un proyecto, una ilusión, el empeño agotador y maravilloso que duraría —bien lo sabíamos— tiempo limitado. Otro equipo que se fragmenta y se aprieta y se transforma.

Alguien teme que esté a punto de caer en una crisis existencial. No, le contesto, no lo estoy. En todo caso, al borde de una crisis de paradigmas. La premura por quemar las naves no deviene un antojo volátil, siquiera empático, se presenta, si acaso, como la única forma de canalizar lo que arde y jode y destruye y revienta.

Se acabó la fiesta, me dijiste. ¿Qué fiesta? Se acabó mucho más. Explotó la burbuja que nos envolvía en la ilusión de un país posible donde realizarnos, que nos hacía creer que no era un sinsentido apostar a lo que muchos aventuraban fracaso.

No regreses al sitio donde fuiste feliz, resuena en mi cabeza. Pero es una advertencia vacía. Descuida, me respondo cual mantra, ya no existe.

***

Hay una foto que nunca debió tomarse. No sé por qué la hicimos. Mentira, la hicimos porque quisiste. Es la foto de antes, de cuando todos,—casi todos—, sabíamos y fingíamos no saber; no para ti, para nosotros, que cedíamos tiempo con tal de retrasar lo inevitable. Es, quiero decir, la foto del engaño, de las caras falsas, la foto en la que aún no tenemos los ojos rojos y podemos impostar que no pasa nada, al menos nada definitivo. Esa foto es una mierda.

Hay otras, claro. Las que están en la pared y las que están en la galería de mi teléfono. Las de Instagram y las de cientos de estados de WhatsApp. También las que no hicimos con ninguna cámara y, aun así, quedaron. La foto de la incertidumbre, la del llanto, la del encabronamiento y la de la risa…

Éramos menos de los habituales en torno a esa mesa, pero se sentía extrañamente completo. Todo estaba mal y todo estaba bien. Ocupábamos los sitios de siempre, contábamos los mismos chistes, hablabas más que los demás. Pero nadie interrumpía, nadie gritaba, nadie decía “deberíamos” o “la próxima vez” y lagrimeábamos en silencio, representando una estampa conmovedora, un poco ridícula, que es la peor manera de ser conmovedor y la única genuina.

***

Este podría ser el último Cliché. Como si a alguien le importara esa sección simplona que me inventé de la nada, ebria de felicidad, de ego, de familia, en tiempos venturosos —hace no tanto—, cuando nos reuníamos alrededor de cualquier mesa para interrumpirnos y gritar y decir “deberíamos” y “la próxima vez”, para brindar y reír y confesarnos anhelos y frustraciones; cuando nadie lloraba y éramos vulgarmente felices y apenas inspirábamos, quizás, un poco de celos, porque nos leían y nos criticaban y nos celebraban y nos defenestraban y ganábamos premios y nos íbamos juntos de vacaciones, como si se pudiera tener todo y todo en el mismo sitio, con la misma gente.

***

Para no ser el último día, nos quedamos hasta demasiado tarde, demasiado juntos. Era un velorio. No hay otro símil. Te acompañábamos en el duelo de un cadáver que era de todos y nos abrazábamos como solo se abraza en esas circunstancias.

Ahora llegarán los que creen que es un luto forzado, que no tenemos derecho. No saben lo que dicen. Alma Mater está viva, la entregamos latiendo. Los muertos somos nosotros.

No es la última vez, repetíamos. Pero quedaba claro que era la última ocasión compartiendo espacio como algo más que un grupo de gente con cosas en común. El asunto es, te confieso, que siempre reparo tarde en los momentos definitivos.

Entonces, necesito pensar que fue la penúltima. Me deben, todavía, una foto delante del AM en la pared; reclamo el karaoke, ciertos podcasts, la portada de aquel reportaje, publicar la crónica, celebrar el reconocimiento, pedir dulces, darle la segunda mano de pintura a la oficina, arreglar la extensión…

Pareciera que hace falta mucho tiempo para todo eso y, sin embargo, casi nada. Lo que sucede con estas cosas —desdichas, adversidades, desgracias— es que nublan los sentidos. Por ello, escribo desde la distancia menos de 24 horas después de aquella mañana en la que todavía hablábamos de “el día siguiente” como un ente incorpóreo y abstracto, pero sobre todo noble, un futuro magnánimo que nos dejaría escoger cómo llegar a él. Menos de 24 horas, no obstante, el tiempo suficiente para cambiarnos la vida, para rompernos los sueños, para asesinar una utopía.

A veces sucede así. A veces, la fortuna danza con mal gusto y el día siguiente se transforma en el mismo día. Deberíamos estar acostumbrados ya. Tal vez lo estamos. Tal vez, la cuestión no es que el escenario futuro se haya adelantado, sino que, al adelantarlo de forma repentina y traumática, nos robaron el mañana.

Tal vez el gran problema es que, ahora, no sabemos cómo seguir.

 

Ariel Terrero

 

Hicieron algo grande, irreductible, aunque la chapucería política crea que logró destruirlo: periodismo revolucionario en el sentido real del término. Demostraron que se puede hacer y que tienen agallas para hacerlo.

Aylin Álvarez (primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas)

 

En las últimas horas muchos han puesto su atención en el caso del joven periodista Armando Franco, lo que involucra a nuestra organización. Por ello, me parece necesario hacer las siguientes aclaraciones:

  • Su liberación al frente de Alma Mater, nada tiene que ver con una expulsión o sanción.
  • Su salida se produce como un proceso natural de renovación, y responde a la política de cuadros de la UJC y del país, como ha ocurrido tradicionalmente con jóvenes como él que pueden aportar en otras áreas de sus respectivas profesiones. En su caso específico se había propuesto integrarlo a otro necesario proyecto de comunicación, lo cual se le había comunicado hace algunos días.
  • He leído algunos criterios sobre posibles errores de procedimiento que se pudieron cometer en su caso en el momento de llevar a cabo este proceso. Atendiendo a lo anterior, profundizamos al respecto y adoptaremos las medidas que fueran necesarias.
  • Es imposible no reconocer la entrega de Armando durante estos años en la revista que fundó Mella para laborar por todo lo que es beneficioso a la clase estudiantil cubana. En la dirección de la UJC Nacional somos del criterio que su impronta queda en las plataformas digitales de Alma Mater, que debemos continuar y perfeccionar.

He leído también algunas personas preocupadas respecto a las competencias de la UJC para decidir sobre el cargo de un medio digital como Alma Mater. Esta revista, junto a Zunzún, Pioneros, Somos Jóvenes, El Caimán Barbudo y Juventud Técnica, pertenecen a la Editora Abril, la cual es dirigida por el Comité Nacional de la UJC.

Los cargos directivos de cada uno de estos medios son competencia del Comité Nacional, y es una Comisión de Cuadros de esta instancia donde se evalúa cada movimiento o el tránsito de sus cuadros, tal como se hizo con Armando.

#Cuba #UJC #PCC

 

Aylin Álvarez

Esta mañana realicé una publicación en la que me referí a criterios existentes sobre posibles errores en el tratamiento hacia Armando Franco, y dije que iba a profundizar para adoptar las medidas que resultaran necesarias.

Esta tarde, durante un encuentro con Armando, desarrollamos una conversación seria y profunda, donde ambos nos hablamos con sinceridad. Nos acompañó el miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y jefe de su Departamento Ideológico, Rogelio Polanco Fuentes.

Escuché todas sus insatisfacciones asociadas con el proceso de su liberación, y el trato hacia su colectivo en Alma Máter, que propiciaron interpretaciones, lamentables e incorrectas, de que había sido sancionado o expulsado de la revista.

Recepcioné cada elemento señalado por él, con la encomienda de seguir profundizando en estas circunstancias y depurar responsabilidades. Coincidimos en lo inadecuado de algunas acciones hacia él y el colectivo de Alma Máter, que propiciaron la percepción de que había sido sancionado o expulsado de la revista, las que constituye un error de procedimiento a analizar.

Su liberación, valorada en la Comisión de cuadros de nuestra organización, no tenía más propósitos que el de aprovechar su experiencia y conocimientos en otros proyectos de comunicación, que ya se le habían anunciado, avalado por sus resultados evidentes en Alma Mater.

Se trata de un proceso natural, por el que transitamos los jóvenes en la #UJC, organización en la que aprendemos, aportamos y nos consolidamos como revolucionarios, para luego cumplir otras actividades en la sociedad. Bajo esta concepción, durante los últimos días hemos realizado movimientos similares.

Aproveché el momento también para reiterar de frente y mirando sus ojos el reconocimiento al trabajo y resultados alcanzados por el colectivo de Alma Máter, y su impronta durante estos años, así como el deseo de que no se pierdan los logros y se perfeccione el trabajo.

También hoy miembros del Buró Nacional de la UJC y la presidenta nacional de la FEU sostuvieron un encuentro con el colectivo de la revista Alma Máter para escuchar sus opiniones. Igualmente, está mi disposición de reunirme con ellos en las próximas semanas.

#Cuba #UJC #PCC

 

 

Mariana Camejo

Esto era un equipo, una familia, vidas en torno a un proyecto de éxito. Ahora, bueno, ahora no es nada. Ahora es un nombre, un canal en Telegram q no publica hace tres días pq no tiene a nadie, unos grupos de wsp de donde ha salido mucha gente, unos post en fcbk que demuestran el cambio, unos posts lamentables. Qué quedó?

 

Jeiddy Martinez Armas

Lo más triste es que no es la primera vez que sucede algo así en la prensa cubana ¿Te acuerdas cuando destituyeron a Pelayo Terry en el Periódico Granma? Yo sí, yo era estudiante recién graduada y cumplía mi servicio social en la Redacción Internacional, éramos un buen equipo de trabajo, yo me sentía feliz y realizada como periodista (en mi primera cobertura entrevisté a Gail Walker, líder de Pastores por la Paz). Aún estoy traumatizada por lo que sucedió el día en que botaron a Pelayo (porque el día antes todo estaba perfecto, yo era feliz allí). Lo que fue ocurriendo meses después puedo contártelo por privado si deseas, pero resumiendo muchos de los mejores periodistas pidieron la baja, otros como a mí nos cerraron el contrato con razones inventadas y falsas, a otros le dieron evaluación del Servicio Social de insuficiente (por razones injustas igual), a otros los botaron por trabajar a la par con medios independientes…, pero ojo, el trabajo de estos últimos dentro del Periódico era impecable, estos últimos eran los mejores en la Redacción Internacional o Nacional, etc…Solo te digo que fue algo muy parecido y tengo mis argumentos y vivencias para afirmarlo…

 

Yirmara Torres Hernández

 

De cómo la UJC premia con su liberación por renovación a uno de los mejores líderes de medios en Cuba.

Esta es mi opinión sobre el post donde se explica el proceder desde la UJC con Armando Franco, ex director de Alma Máter. Lo han compartido mucho. No uso el post original de la primera secretaria, pero el contenido es el mismo.

Todo lo que alega la UJC sobre el derecho que le asiste como organización que administra a la Editora Abril (aunque la tiene bastante abandonada, según consta en relatorías de Plenos nacionales de la Upec, donde directivos de algunos de esos medios en diferentes momentos se quejaron de la desatención; también lo hizo el propio director de AM en el encuentro de la Prensa con @Díaz-Canel) es cierto.

Eso todo el mundo lo entiende. O una mayoría, al menos, lo entendemos.

Lo que no entendemos muchos periodistas cubanos es que la UJC decida liberar de su cargo a un directivo de un medio en el mejor momento de su gestión editorial. A un directivo cuya gestión es reconocida por la Unión de Periodistas como aquella hacia la cual deben apuntar el resto de los medios.

Saben acaso que Alma Mater resultó uno de los cinco medios premiados en el último Festival Nacional de la Prensa? Ese premio lo obtuvieron bajo la conducción de Armando Franco.

Pero saben acaso que varios de sus profesionales resultaron premiados en el Concurso Nacional de Periodismo 26 de Julio y con el Premio Juan Gualberto Gómez por la Obra del año?

No sé si estamos hablando de dos organizaciones de dos países distintos… pero la Upec es la organización profesional de los periodistas cubanos y defiende la misma Revolución. Y quienes otorgan esos premios son los más reconocidos y respetados periodistas cubanos.

Entonces, cuál es la lógica de dejar sin su líder a un equipo que anda en el camino correcto?

Que a algunos extremistas no les gusta??? Que es difícil tener una publicación que a diario toma el pulso a la sociedad??? Que no es fácil que te llamen todos los días para decirte: viste lo que publicó Alma Máter ahora??

No. Claro que no. Pero de eso se trata el PERIODISMO. Lo demás es propaganda, cumplido, comunicación política…

El buen periodismo no es cómodo.

Eso que estaba haciendo ese equipo es lo que se sueña desde la Upec que deberían hacer todos los medios, cada cual de acuerdo a su perfil, por supuesto.

Saben que la Upec está empujando transformaciones en los medios para lo cual se necesitan líderes como Armando???

Quizás lo que está mal sea, como apuntaba ayer Bolivia Tamara Cruz Martínez, presidenta de la Upec en Villa Clara, que la UJC administre esos medios.

Pero la Ujc no tiene la culpa y está el organismo (el Instituto de Comunicación Social) que no acaba de conformarse, ese al cual deben pertenecer la mayoría de los mcm (medios de comunicación masiva) del país y resolvería al menos el dilema de un sistema de medios administrados por personas que no tienen competencias para decidir políticas editoriales. Entonces esto no sucedería, o pasaría menos…

Pero hoy, es cierto, a la UJC le asiste, administrativamente todo el derecho. Nadie cuestiona eso.

Lo que sucede es que, hasta donde tengo entendido, no se libera a un jefe cuando mejor lo está haciendo. Eso va en contra de todo lo que la propia UJC defiende como vanguardia de la Juventud Comunista.

No quieren acaso sumar?? Los últimos intentos así lo demuestran.

Entonces, cómo restan de esta manera? Armando es líder no sólo en Alma Máter, sino dentro del Periodismo joven cubano. Sin quererlo, con esta decisión se han ganado el rechazo de un grupo de jóvenes periodistas… No lo han visto? No lo previeron?

Pensaron que se quitaban un problema de encima y se han echado uno peor…

Claro, eso del rechazo que han provocado con esta decisión entre los jóvenes periodistas, muchos militantes de la UJC, no me preocupa. Los buenos no traicionan por algo así… son capaces de ver lo esencial.

Lo que sí me preocupa es que desde la Ujc no comprendan que con Alma Máter tenían, al fin, un medio oficial cubano que estaba influyendo sobre los jóvenes y también sobre los no tan jóvenes.

Saben la falta que hace ganar a esos públicos que hoy están a merced de todas las influencias??

Saben la necesidad que tenemos de poner nuestra voz, nuestra visión???

Saben acaso que esos muchachos estaban tratando de demostrar que es posible hacer periodismo profundo y crítico desde los medios oficiales??? Que no es necesario irse a trabajar a un medio independiente o extranjero para hacerlo??

Y no solo hacían periodismo serio, sino también el otro de entretenimiento que hace falta y que los jóvenes demandan… y que si no se los damos ellos lo buscan en mil lugares… Y lo hacían además por los canales que usan los jóvenes y en el lenguaje de los jóvenes, que no puede ser consignero ni almidonado porque eso no funciona.

Yo creo que en vez de desarmar un equipo como AM la UJC (es el consejo de una simple profesora de Periodismo) debió pegarse más a ellos…

No es la «renovación» de Armando lo que preocupa… sino la incomprensión de lo que estaba pasando en y con AM.

Lo que preocupa es el sabor que deja esto, el mensaje que envía la UJC, que es una organización política, vanguardia de la Juventud cubana.

Los jóvenes son los más inquietos…. Deberían entender a AM mejor que yo que tengo 44.

En lo personal soy profesora de PERIODISMO de la Universidad de #Matanzas.

Nuestros jóvenes son los mejores, eso siempre piensan los padres. Del grupo de Periodismo al que di clases el año pasado, 13 fueron voluntarios en centros de aislamiento. Son inquietos, contestatarios. A veces hay que dedicar un turno de clases a explicarles cosas que no entienden de nuestra realidad.

4 de ellos hicieron sus prácticas laborales en AM previa coordinación con el equipo de la revista. Aunque ya habían pasado por el periódico Girón y la ACN, confesaron que nunca habían trabajado tanto… ni se habían sentido tan periodistas como con AM.

Imagine la decepción de mis estudiantes. Qué les digo?? Que así se premia el buen trabajo en mi país?? O que los colegas de la Upec que reconocieron a AM están equivocados?

Yo sé qué decirles…. tienen que mirar para alante y seguir, el mundo no siempre es justo y si eres buen periodista te pueden pasar estas cosas, te vas a buscar problemas o te van a «liberar».

Yo sé cómo hacer que no se arrepientan tan temprano de la profesión que escogieron.

Pero qué triste…. eh???

Ojalá desde la UJC sean capaces de ver las esencias y no el aspecto burocrático de tal decisión.

No es lo mismo liberar a un jefe que a un líder. La salida de medio Alma Máter después de esa decisión les parece natural? O se sienten tan aliviados que no harán nada?

Sí, formalmente tienen todo el derecho legal de liberar a Armando.

Pero esta liberación no va en contra de todas las políticas del Partido, que es el mismo partido que conduce a la UJC???

Hasta cuándo será machacada, maltratada la política de cuadros??

 

(2022)

Su dirección email no será publicada. Los campos marcados * son obligatorios.

Normas para comentar:

  • Los comentarios deben estar relacionados con el tema propuesto en el artículo.
  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los comentarios que incumplan con las normas de este sitio.