Un 2% de crecimiento del PIB en 2022 resume tibiamente un año con persistencia de desequilibrios macroeconómicos, con la inflación, los apagones y la depresión de la oferta minorista como síntomas más visibles y la contracción de los ingresos en moneda dura como problema mayor. El ministro de Economía confía en los primeros avances de las medidas que el gobierno ha adoptado para salir de la crisis.
La recuperación de la electricidad avanza a paso aceptable tras cruzar el huracán Ian la parte occidental de Cuba. Pero persisten la fragilidad del servicio eléctrico y los apagones consecuentes.
El gobierno cubano despeja el camino de su comercio para las inversiones extranjeras, a fin de recapitalizar en primera instancia el mercado mayorista, pero con la intención de levantar el deprimido comercio minorista también.
En el primer semestre, Cuba recibió cerca de un millón de viajeros, de los cuales solo 682 411 eran visitantes internacionales. Todo indica que no se logrará este año el plan gubernamental de 2,5 millones de visitantes.
La búsqueda de ingresos en divisas, con el turismo a la cabeza, se mantienen entre las prioridades del Plan Nacional del 2023, junto con la producción de alimentos y la defensa de una empresa estatal con más facultades.
El peso cubano se apreció ligeramente en las últimas jornadas, después de anunciar Washington y La Habana paquetes de medidas diferentes. Pero estas iniciativas políticas no parecen causas únicas de un probable freno a la inflación.