Concluye proyecto de colaboración por una escena inclusiva en Cuba

Desde antes del cierre de Juntarte, se trabaja para dar continuidad a esta experiencia e impactar en planes de desarrollo local y los nuevos grupos de teatro.

Según personas que coordinaron el proyecto, Juntarte vinculó escena, artes escénicas y teatro de adultos con temas como inclusión, equidad de género, lucha contra la homofobia y la transfobia.

Foto: Archivo IPS Cuba.

La Habana, 1 jul.- Llegar a la escena con asuntos nuevos, o si no lo son, sí tratados con una mirada de género e inclusión, involucrar a personas de diferentes manifestaciones del arte, instituciones y territorios, permitir soñar y llevar los sueños a las tablas posibilitó el proyecto de cooperación que cierra sus cortinas en Cuba.

Desde la creación artística, Juntarte, la cadena creativa que hace la escena inclusiva, defendió la equidad de género, el respeto a las diversidades y la lucha por la no violencia, a la vez que contribuyó a mejorar y diversificar los productos y servicios brindados por

la industria cultural cubana y favorecer mecanismos para su socialización.

Codirigido por la Asociación Hermanos Saiz (AHS), que agrupa a la vanguardia artística joven, y la asociación italiana de Cooperación para el Desarrollo de los Países Emergentes (Cospe), el proyecto estuvo financiado por la Unión Europea y apostó por acompañar los planes de desarrollo local y consolidar la capacidad de gestión de actores estatales y no estatales dentro del panorama escénico nacional.

La iniciativa contó con el acompañamiento del Centro Oscar Arnulfo Romero (OAR), la Fundación Italiana Fabbrica Europa, el Consejo Nacional de las Artes Escénicas y el Ministerio de Cultura de Cuba.

Fabio Laurenzi, director de Cospe en la nación caribeña, destacó entre los éxitos del proyecto la internacionalización hacia Europa de la propuesta cultural, artística e innovadora cubana, el trabajo en políticas e industrias culturales y su proyección de cooperar con los gobiernos en los planes locales para el desarrollo de la cultura.

Para Lilia María Lorenzo, quien condujo el proyecto en su última etapa, este tocó asuntos medulares, con mujeres, hombres, jóvenes de diferentes identidades de género, todo asociado a la inclusión social y la equidad. Además, considera, se dieron herramientas hacia un sistema de la cultura para las artes escénicas, de manera que puedan gestionarse proyectos propios y lograr sostenibilidad.

Según Yoamaris Neptuno, de OAR, Juntarte incluyó talleres con profesores de Italia y España, viajes creativos a Italia, sesiones formativas y prácticas en la empresa Tecnoescena, donde se produce atrezo y vestuario para el teatro cubano, puestas en escena y, en su recta final, tuvo el apoyo de la Embajada de Canadá.

Las partes y el todo

“Llevamos tres generaciones de convocatorias para apoyar el vínculo entre el arte y la inclusión social, una estrategia de la UE”, pues “el arte y la cultura tienen un enorme potencial económico, social y también como vector de los principios de sostenibilidad ambiental”, dijo Juan Garay, responsable de cooperación de la UE en Cuba.

Escogido entre otras propuestas para su financiamiento, Juntarte “fue interesante por varias razones: vinculó escena, artes escénicas y teatro de adultos con asuntos sensibles en Cuba y el mundo: inclusión, equidad de género, lucha contra la homofobia y la transfobia”, consideró.

Según Garay, de una manera muy valiente, las y los protagonistas han expresado su alma, lo más poderoso del ser humano. También resaltó que el proyecto vinculó iniciativas e instituciones públicas y privadas.

Durante el encuentro de cierre, Elena Gentili, representante de la oenegé Oxfam en Cuba, explicó que desde el comienzo del proyecto se aprobó el Código de las Familias, un programa contra la violencia de género y hay varias cosas que han cambiado.

No obstante, dijo, existe una brecha cultural por lo que “tenemos que seguir luchando para mejorar la vida de cada persona” en todas sus diversidades.

Aimé Plascencia, coordinadora de Juntarte durante un tiempo, calificó de interesante la experiencia “porque fue la primera vez que se llevó a la escena de teatro cubano joven temas de inclusión, pero no solo como obras de teatro, sino en procesos de formación, donde pudieron reflejar historias de la vida cotidiana desde una perspectiva de inclusión, diferente y humana, que deja una huella de por vida”.

Voces diversas

El proyecto involucró a personas muy diversas por sus profesiones, procedencias y edades. Una de las beneficiarias fue Claudia Deyanira González, actriz de Teatro Andante, de Bayamo, de la oriental provincia Granma.

“Juntarte es oportunidad y permite aprender de lugares donde el teatro se hace diferente a como se hace aquí en Cuba, donde se hace de manera subvencionada, estatal, mientras en otros lugares es una especie de producto, que debe buscar fondos” apuntó.

Asimismo, valoró la importancia del proyecto para renovar la visión del grupo teatral al cual pertenece, “que ya tiene muchos años de trabajo”, y para adaptarse a los tiempos.

El español Andrés Morte, uno de los profesores de los talleres, destacó el elevado nivel y capacidad receptiva de quienes participaron, “lo que hizo que la experiencia fuera recíproca y se convirtió en una interacción mucho más creativa”.

Para Juan Edilberto Sosa, dramaturgo y director del grupo de experimentación escénica La Caja Negra, de Santiago de Cuba, en el extremo oriental del país, Juntarte fue una experiencia enriquecedora que permitió dialogar con artistas y personas que se vincularon al proyecto por otras organizaciones, lo que diversificó y enriqueció el proceso. (2023)

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