La Habana, 2 may.- En el otrora primer convento femenino de La Habana, inmueble patrimonial del siglo XVII, restaurado en una primera fase, fue inaugurado el Colegio de Santa Clara para la formación en las artes y los oficios de la restauración de Cuba y del Caribe.

Su misión será desarrollar programas y proyectos de formación investigación e innovación en las artes y los oficios artísticos y en la ciencia aplicada a la conservación y a la restauración de los bienes muebles e inmuebles, que contribuyan a optimizar la gestión del patrimonio cultural y natural y los valores históricos patrimoniales.

El colegio formará a jóvenes entre 18 y 35 años de Cuba y el Caribe en materias afines a la conservación, restauración y gestión del patrimonio, “en un esfuerzo por defender con un capital humano bien preparado los tesoros patrimoniales de nuestras naciones y nuestras identidades locales, que forman parte del acervo común latinoamericano”, según Anne Lemaistre, directora de la Oficina Regional de la Unesco en La Habana.

La restauración del antiguo convento, que continuará hasta concluir todos los espacios, lo ejecuta la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), con financiación de la Unión Europea (UE), mediante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y su Programa Transcultura.

La realización de las obras ha contado también con el aporte, entre otros, de la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS),  a través de la Organización Internacional Italo Latinoamericana (IILA), cuyo responsable de cooperación, Mauro Camicia, destacó en la ceremonia los más de 20 años de colaboración con Cuba.

A la inauguración del colegio asistieron el presidente cubano Miguel Díaz-Canel, la vice primera ministra Inés María Chapman, representantes del gobierno, el cuerpo diplomático y del Sistema de Naciones Unidas.

La embajadora de la UE en Cuba, Isabel Brilhante, consideró que la inauguración, en el contexto del Mes de Europa en Cuba, era una coincidencia plena de simbolismo, toda vez que los vínculos culturales no solo fortalecen las relaciones, sino también la visión compartida de futuro basado en el talento, la innovación, y el respeto de las identidades.

Evocaciones

Durante la inauguración se evocó al historiador de La Habana, Eusebio Leal (1942-2020), quien inspiró el proyecto y lo defendió hasta sus últimos momentos.

Perla Rosales, directora general de la OHCH, señaló: “Se trata de un sueño cumplido de Eusebio Leal, quien…inculcó a su equipo de colaboradores… la perseverancia en las buenas obras, el rigor y la ética al enfrentar los desafíos cotidianos y una perspectiva esperanzadora para creer que nada es imposible si blindamos con tesón y entrega, sensibilidad y sabiduría el camino de la creación”.

Él supo seducir y convencer a quienes han contribuido con los necesarios recursos y tecnología a la restauración del otrora convento de Santa Clara de Asís, agregó.

También rememoró al historiador Lemaistre, al señalar que la visión de Leal “nos ha guiado, recordándonos que cada acción de hoy seráoficios testimonio en favor de los jóvenes de la región que aquí se formarán en las artes y los oficios de la restauración”.

El embajador de Italia en Cuba, Roberto Vellano, destacó que en ese proyecto conviven el cuidado del patrimonio, el intercambio cultural y científico, la formación, las relaciones culturales como instrumento de diálogo y la cultura como herramienta para el desarrollo y recordó que la colaboración entre Cuba e Italia en estas artes se inició hace décadas bajo la “sabia dirección e inspiración de Eusebio Leal”.

Al referirse al futuro de la institución, su directora, Gladys Collazo, destacó que “el reto más grande es cumplir con lo que Leal quiso que fuera el Colegio de Santa Clara”.

Santa Clara, ayer y hoy

El 6 de abril de 1603 el gobernador y capitán general Pedro Valdés propuso la fundación de un convento para monjas, que quedó instaurado el 12 de diciembre de 1644 y extendido en 1657 con la construcción del segundo claustro, mientras que el tercero se añadió en la primera mitad del siglo XVIII.

En marzo de 1920 la comunidad religiosa acordó la venta del convento y un año más tarde se firmó el contrato de compraventa, luego de otras funciones, se convirtió en la sede del Centro Nacional de Conservación, Restauración y Museología (Cencrem), creado el 6 de noviembre de 1980.

Ahora, como Colegio de Santa Clara, acogerá 10 talleres: pintura mural, pintura de caballete, escultura policromada, documentos, textiles, mosaicos, cerámica, vitrales objetos de metal y carpintería académica, y cuatro laboratorios: imágenes técnicas, análisis de materiales, biología y química y fotografía.

“Antes de que concluya el año, abrirá el primer taller, relacionado con restauración y encuadernación de documentos, gracias al apoyo de la IILA», dijo la directora del colegio.

El colegio prevé en su oferta académica la realización de cursos cortos de docentes cubanos y extranjeros, movilidad estudiantil con vínculos nacionales e internacionales, residencias de profesores, organización de eventos, investigación y elaboración de proyectos de colaboración interinstitucional y asistencia técnica para servicios varios.

Además del museo de sitio, que ya existe, tendrá mediateca, biblioteca, salones de conferencia y espacios públicos como tienda, salas de exhibición y huerta. (2025)