Camagüey, 9 jul . – Las chismosas conversan sentadas sobre taburetes, las sillas tradicionales del campo cubano. En sus casas, tal vez, dejaron pendientes los quehaceres, pero decidieron tomarse un descanso para compartir alguna confidencia.

Hoy de escayola, las figuras de la Plaza del Carmen, en la ciudad de Camagüey, serán inmortalizadas en bronce.

Desde hace siete años, las figuras carmelitas y regordetas de la artista de la plástica camagüeyana Martha Jiménez constituyen un atractivo de una de las plazas más conocidas de la otrora villa de Santa María del Puerto del Príncipe, que en 2014 cumplirá 500 años.

El conjunto escultórico, una suerte de síntesis de tradiciones, trabajado en marmolina, está integrado por las chismosas, el lector de periódico, el aguatero y una pareja de novios, un total de siete personajes costumbristas a tamaño natural, además de sus bancos, sillas y la carreta del aguatero.

“Los trabajos en bronce fueron aprobados por la Oficina del Historiador de la ciudad y el gobierno local dentro del programa por el aniversario 500. Ya se inició la fundición de las primeras figuras, en la fundación Caguayo, de Santiago de Cuba”, declaró Jiménez a la Redacción de IPS Cuba.

El proceso, agregó, durará cerca de dos años y las piezas serán emplazadas en el mismo sitio donde se encuentran hoy. Las originales podrían ser ubicadas en museos de la ciudad, de manera que puedan durar más que a la intemperie, explicó la escultura, pintora y grabadora.

“Las piezas llevan intrínseco un concepto muy humanista, de tema costumbrista, de la cotidianidad que bulle en nuestra cultura”, dijo Jiménez.

“Siempre tuvimos el interés de que se hicieran en bronce, pero las condiciones económicas entonces no lo permitieron. Estoy satisfecha de que pueda ser ahora. Esto les dará a las piezas mayor durabilidad e inmortalidad porque el bronce es el material definitivo”, confesó.

La participación de Jiménez en el acabado es importante. “Cuando está el positivo de la figura, lo trabajo todo, y luego tengo que volverlo a modelar en bronce, lo cual es más difícil que el barro. El bronce es noble pero a la vez es duro”, explicó.

Llevar las figuras al bronce implica un proceso largo desde sacar el molde individual de cada uno de los personajes, luego hacer vaciados y nuevas molduras hasta obtener las figuras, las cuales deben ser posteriormente trabajadas y pulidas.

En la actualidad, Jiménez continúa incursionando con pasión en el grabado, por las posibilidades que da para la experimentación y como resultado de esta aventura realizó la exposición “Las mil y una Martas”, que aborda símbolos de la transculturación y la mezcla de elementos religiosos afrocubanos.

Martha Jiménez ha participado en más de 60 exposiciones colectivas y personales y recibió el Premio de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura al mejor conjunto de obras, así como premios de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y la Asociación Nacional de Artesanos Artistas (ACAA).

Sus obras se encuentran en colecciones en múltiples naciones, entre ellas Francia, Canadá, Chile, México, Turquía y Estados Unidos. El pasado año obtuvo en Turquía el premio único del V Simposio Internacional de Terracota de la localidad de Eskisehir, donde representó a Cuba y Latinoamérica.

En 1997 Jiménez recibió el Premio Internacional de la Organización de Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (UNESCO) “A la creatividad en el ámbito de la artesanía en cerámica”, en escultura en cerámica terracota. (2012)