Mujeres de Cuba y Ecuador comparten poesía
Dos poetas cubanas y una ecuatoriana realizaron un acercamiento intimista a la poesía femenina contemporánea
La Habana, 3 sep.- Tres mujeres poetas, dos cubanas y una ecuatoriana, unieron voces y subjetividades para una lectura en vivo y en video-arte de su poesía, a fin de compartir un acercamiento intimista a la poesía femenina contemporánea en el evento “Una habitación propia”.
La idea original de reunir a Aleyda Quevedo (Ecuador) y Yanelys Encinosa (Cuba), la propuso la actriz de teatro, productora y promotora cultural e integrante de la compañía El misterio, del Centro de Teatro de La Habana, Patricia Rodda, quien publicó en 2022 su libro de poesía Desnuda en proscenio.
Para bautizar la velada del pasado 24 de agosto, en Fábrica de Arte Cubano, se apropiaron del título del ensayo Una habitación propia, de la escritora británica Virginia Wolf (1882-1941), considerado un llamado a la independencia femenina –económica y social–, y a la libertad personal para crear.
Como mujeres que asumen ese reto lanzado en 1929 por Wolf, las poetas compartieron en la capital cubana vivencias y reflexiones desde sus ámbitos de creación, escritura e imaginación.
Rodda declamó poemas de Desnuda en proscenio, Quevedo acercó a la naturaleza y su diversidad de plantas convertidas en verso en Herbolario íntimo, mientras Yanelys Encinosa puso voz a sus sentimientos recogidos en (Des)equilibrios y una cuerda para asirse.
Cada una reveló intimidades. Rodda narró cómo surgió el libro, cómo convenció al artista visual Eduardo Miguel Abela para que lo leyera y, sin proponérselo conscientemente, lo inspirara a darle imagen a los versos. La travesura concluyó con la publicación del volumen por el sello editorial Aurelia Ediciones.
Según explicó: “Hoy estamos aquí, una vez más sobre un escenario porque Desnuda en proscenio todo el tiempo ha estado coqueteando con la escena. Siento que es un libro que no le gusta el estante, no le gusta estar ahí. Aparte de tener el rostro de Abela, él quiere también tener una boca”.
En pandemia, contó, cuando sus colegas actrices y ella misma ya no aguantaban más la inercia, se les ocurrió filmar cápsulas de las lecturas de más de 50 poemas por reconocidas actrices cubanas.
Quevedo, poetisa, periodista y gestora cultural ecuatoriana, considerada una de las voces más relevantes de la poesía hispanoamericana contemporánea, regresó a Cuba por décimo octava vez y para su lectura escogió poemas del libro Herbolario íntimo, editado por Cubaliteraria, con versión impresa y digital, que será presentado este 2 de septiembre.
Entre sus obras más conocidas destacan los poemarios Algunas rosas verdes (1996), con el que ganó el Premio Nacional de Poesía Jorge Andrade Carrera, y Soy mi cuerpo (2006). En 2017 se publicó Cierta manera de la luz sobre el cuerpo, una recopilación de casi toda su producción poética.
Acercar la poesía a los públicos
Pero hay mucho más que hacer poesía. Al respecto, Quevedo se refirió a esa “obsesión por el trabajo de la gestión cultural, no solamente por escribir, por leer, por estar en este constante trabajo que exige el lenguaje y la palabra, sino que desde distintos frentes cada una viene trabajando”.
En esa obsesión, la poeta y ensayista Yanelys Encinosa, autora del poemario Del diario de Eva y otras prehistorias (Ediciones Unión, 2008), comentó acerca de las acciones que desde la gestión cultural y el programa de verano para las familias, Rutas y Andares, de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, para acercar al público a la literatura y la poesía.
Así, recordó que este verano, en voces de narradores orales, “se les ha dado vida” a figuras de la literatura cubana como Cleva Solís, José Lezama Lima, Fina García Marruz, Cintio Vitier, Alejo Carpentier y Eliseo Diego.
“Es una manera de acercar a la gente a la literatura de un modo diferente, más dinámico, que sirva de pretexto y de convocatoria para que vayan al libro”, dijo.
Rodda y Quevedo aprecian la idea de llevar poemas a video-arte y a formato digital como una forma de llevar la poesía a los públicos más jóvenes en tiempos de nuevas tecnologías.
Con las cápsulas, comentó Rodda, se trata también de llegar a otro público, pues “si todo el mundo está evolucionando a las pantallas, a lo digital, ¿por qué la poesía se va a tener que quedar en el papel?
Para Quevedo, es “otra manera de llegar a los lectores descargando el libro digital para leerlo en los celulares” y así, mantener viva la poesía.
“Siempre me interesa promocionar la lectura, hacer que la gente se enamore del libro, que para mí es el mejor invento de la humanidad y cuando gané el premio del Ministerio de Cultura de mi país, el año pasado, pues dije: hay que hacer no solamente el libro impreso, sino también en este lenguaje audiovisual con el que se conectan los jóvenes”, indicó. (2023)
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