La Habana, 10 abr.- Benedicto XVI aprobó la propuesta de declarar “venerable” al presbítero cubano Félix Varela (1788-1853), una de las condiciones a alcanzar en su proceso de canonización, hecho esperado por la Iglesia Católica en Cuba, creyentes y no creyentes, informaron medios de prensa internacionales.

El fallo del Santo Padre fue divulgado el 8 de abril, por medio del cardenal de Nueva York, Timothy Dolan. La fecha coincidió con una de las solemnidades más importantes de esta fe religiosa: el Domingo de Ramos, día en que Jesús de Nazaret resucitó, según la creencia cristiana.

No obstante, el Sumo Pontífice, siguiendo la decisión unánime de la Congregación vaticana para las Causas de los Santos, firmó el decreto el pasado 14 de marzo. Más tarde, del 26 al 28 de ese mes, el Papa visitó Cuba, donde observadores esperaron que se anunciara el fallo papal sobre esta parte del proceso de santificación de uno de los fundadores de la nación cubana.

La condición significa que el sacerdote independentista cubano, que vivió largos años exiliado en los Estados Unidos, podría ser beatificado cuando la Santa Sede reconozca un milagro concedido por su intercesión y, después de identificarse un segundo milagro, recibir la canonización, explicó a la prensa el cura Roberto Meoli, postulador general de la causa de Félix Varela.

El 6 de marzo de este año, la comisión de cardenales y obispos pertenecientes a la Congregación de la Causa de los Santos, que sesiona en Roma, aprobó con voto unánime que el siervo de Dios, Félix Varela, patriota y sacerdote cubano, pasara a ser venerable, según la agencia de noticias católica Zenit.

De acuerdo con el mencionado decreto, entre las actividades del presbítero cubano “no faltó el aspecto cultural, que siempre había caracterizado su personalidad, haciendo traducciones y escribiendo muchos trabajos, tanto en español como en inglés, de carácter filosófico, científico, político y religioso, defendiendo la doctrina católica y reafirmando además la abolición de la esclavitud y la independencia de Cuba”.

Varela nació en la capital cubana. Fue ordenado sacerdote el 21 de diciembre de 1811 en la Catedral de La Habana. Impartió docencia, promovió métodos pedagógicos para desarrollar un pensamiento propio entre el estudiantado e introdujo la experimentación en el estudio de las ciencias. Por esa razón, se le conoce en la isla como “quien primero nos enseñó a pensar”.

Por sus ideas independentistas y en contra de la esclavitud, debió exiliarse en los Estados Unidos, donde desarrolló una labor sacerdotal, académica y pastoral que le ganó rápido reconocimiento. En 1837 fue nombrado vicario general de Nueva York. Murió en San Agustín, del estado de La Florida, el 25 de febrero de 1853. Sus restos descansan en el Aula Magna de la Universidad de La Habana.

Cuba vivió un proceso similar con el caso del conocido Padre Olallo. El 29 de noviembre de 2008, la Iglesia Católica celebró, en la ciudad central de Camagüey, la misa de beatificación del fraile José Olallo Valdés (1820-1889), religioso de la Orden de los Hermanos de San Juan de Dios, quien fue enfermero y misionero. (2012)