Renacer, un proyecto para revitalizar un barrio de la capital cubana

La labor sociocultural de la iniciativa involucra a niños, niñas y jóvenes en la preservación de sitios de la comunidad habanera de Pogolotti.

Renacer pretende expandirse para intervenir espacios en comunidades del país que deseen implementar la experiencia del proyecto habanero.

Foto: Tomada de Facebook

La Habana, 6 ene.- Con casi un lustro de labor, el proyecto sociocultural Renacer crea valores de pertenencia, orgullo y respeto hacia los atributos de la localidad de Pogolotti, en el municipio de Marianao, de esta capital, con la participación de niños, niñas y jóvenes.

A través de diferentes expresiones del arte, las acciones de la iniciativa contribuyen a la preservación de sitios de la comunidad, sobre todo en los entornos de mayor vulnerabilidad, a la vez que sensibilizan estética y éticamente sobre el rescate y transformación de áreas habitables.

Creado en 2018 por Pablo Luis González, egresado de la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro, este proyecto desarrolla un trabajo multipropósito dirigido a reducir las dificultades materiales del municipio Marianao, a partir de la integración con instituciones locales.

De ese modo, promueve en las personas la sensibilización, el compromiso y la acción, para hacerlas partícipes de la posibilidad del mejoramiento de su entorno, a través del arte, el reciclaje de materiales, el saneamiento ambiental y la creación de formas artísticas que armonicen con el sitio donde habitan, explica el artista.

“Ante todo, se trata de incentivar la sensibilidad de la población sobre la necesidad de lograr un bien común con esfuerzos propios, de eliminar los macrovertederos y convertirlos en espacios habitables, dígase parques, de modo que crezca la aceptación y apropiación de un entorno mejorado”.

Sentido de pertenencia

Este proyecto contribuye a visibilizar y defender las esencias de una localidad que fue el primer barrio obrero constituido en La Habana; igualmente, se propone revertir concepciones que perduran en sus actuales residentes.

“Se han extendido en la población tabúes vinculados con el hecho de que vivimos en un barrio marginal, tendiente a la delincuencia, y eso ha ido minando a un sector que, si no mayoritario, alcanza cifras significativas”, valora González.

En tal sentido, apunta: “A partir de mi experiencia con amistades que he visto sumergirse en comportamientos como la adicción y en la maternidad precoz, siento la necesidad de ampliar las dimensiones del proyecto y contribuir con acciones vinculadas con la música y la literatura, para crear valores en niños, niñas y jóvenes de la comunidad, con énfasis en los entornos de mayor vulnerabilidad”.

Siendo estudiante de primer año en San Alejandro, el joven laboró en talleres de escultura organizados por el proyecto Cintio Vitier, con un trabajo comunitario de 25 años dedicado a la realización de estatuas con materiales reciclables, en especial hierro y acero.

Las obras resultantes se empleaban para intervenir en espacios como micro- y macrovertederos. Ese es el referente de Renacer, que ofrece formación artística a estudiantes de las enseñanzas primaria, secundaria y preuniversitaria.

Expone González que él e Irán Valera, también egresado de San Alejando, imparten en la actualidad clases a varios grupos, en días diferentes de la semana, y tratan temas de las especialidades de artes plásticas y visuales, según los intereses del alumnado.

La formación artística de infantes es una de las prioridades del trabajo del proyecto sociocultural.

Una propuesta inclusiva

“No existe proyecto sin la comunidad. Como hacemos intervenciones públicas, llega un momento en que, desde lo personal, me trasformo en espectador más que en artista y son los niños y las niñas quienes deciden el color, la situación, cómo ambientar los espacios, a partir de los conocimientos adquiridos en Renacer”.

Respecto a la vinculación con la historia del arte nacional, recuerda González que, en 2018, la guitarra de hierro fundida por él y por Valera en homenaje a María Teresa Vera (1895-1965) se colocó en el portal de la vivienda de la sobrina de la notable trovadora cubana, en Pogolloti.

Además, menciona los conversatorios que convocan con abuelas y abuelos, quienes aprovechan la oportunidad para intercambiar poemas, propuestas musicales. “Incluso, no falta el recuento sobre la historia local”, refiere.

Por otro lado, indica, existe un convenio del proyecto con las escuelas del municipio, que permite adiestrar a estudiantes interesados en matricular en San Alejandro y en aprender nociones básicas de artes plásticas y visuales, entre otras materias.

Asimismo, González señala el acercamiento del proyecto a niñas y niños de la comunidad con trastornos neuropsicológicos y a las casas de infantes sin amparo filial. “Realizamos actividades recreativas y musicales de excelente acogida”, expone.

Según el artista, el colectivo de Renacer aspira a “ampliar la interrelación entre talleres comunitarios, casa de cultura y la Dirección Municipal de Cultura, de manera que el nexo entre las expresiones artístico-culturales sostenga un vínculo más cercano con la comunidad de Pogolotti que, desde sus raíces, cuenta su presente y gesta su futuro”. (2023)

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