A debate

Cooperativas no agropecuarias en Cuba: ¿Ser o no ser?

Esta modalidad de gestión económica comenzó a ser impulsada oficialmente en la isla hace tres años de manera experimental. La Redacción IPS Cuba pulsa la opinión de especialistas y personas asociadas a ella para conocer sus principales impactos, obstáculos y desafíos.

Foto: Jorge Luis Baños/ IPS

  1. ¿Cuáles han sido los principales obstáculos y esquemas a romper enfrentados por las y los asociados de las CNA?

    Ariel Dacal

    Hay que diferenciar aquellas experiencias nominalmente cooperativas que surgen por decisión desde arriba y las que surgen por el empeño de personas que desean asociarse por razones diversas. Marco esta salvedad porque la cooperativa es esencialmente un espíritu asociativo y no una directiva económica. Sin reducir este asunto a esquemas rígidos, la diferencia antes dicha puede levantar respuestas diversas a la pregunta. Tendríamos que indagar entonces cuántas cooperativas fueron creadas por decreto y cuántas fueron gestadas por proyectos que atravesaron con buena ventura los entuertos burocráticos para la aprobación de cooperativas.



    Creo que en la pregunta anterior está la respuesta. La ausencia de un mercado mayorista y la falta de comunicación entre instituciones, son “leones” con los que más chocamos en el día a día.

    El principal obstáculo tiene que ver con la divulgación que hay que hacer para sensibilizar a los funcionarios de los distintos sectores para que puedan entender, con una mentalidad más abierta, que el trabajo de las cooperativas es diferente, que ahora en el país existe una nueva forma de gestión, donde los actores asumen sus gastos de insumos, instalaciones. Hasta con los propios socios que van integrando el grupo de trabajo de la CNA hay que fomentar el deseo de que se sientan dueños de los bienes que van creando con su propio desempeño. En este caso de Crea Entorno,  nos ha costado y nos sigue costando mucho esfuerzo, sobre todo con los jóvenes que no reciben salario, sino una remuneración anticipada por las labores que van haciendo.

    Para que cualquier cooperativa tenga éxitos, y no sólo económicos, tiene que existir un verdadero espíritu cooperativista. Cada miembros debe sentir que lo que se hace importa y forma parte de una cadena de trabajo, aporte y beneficio colectivos, lo que cada persona hace se integra a lo que hacen los demás. Los resultados económicos que hemos logrado no sólo tienen que ver con el mayor acceso a las materias primas sino también con el esfuerzo paciente y continuo que hemos desarrollado para afianzar ese espíritu entre las socias y los socios de Crea Entorno.

    Entre los principales obstáculos se encuentran el poco conocimiento por parte de las instituciones acerca del objeto social de las cooperativas y el cuerpo de regulaciones legales que amparan su desempeño como formas de gestión económica; las dificultades con los suministros y aseguramientos de las materias primas; no existen, en el caso de la producción de calzado, empresas mayoristas o minoristas que le den respuesta al problema del abastecimiento de esas materias primas; no se ha autorizado aún a tener una cuenta en moneda libremente convertible; se mantiene el acompañamiento de nuestra industria, MINDUS, única suministradora con que contamos pero que no logra satisfacer nuestras necesidades en tiempo y forma.

    Creo que los obstáculos se resumen en la falta de cultura cooperativa. Y esto pasa por entender qué es una cooperativa para las instituciones cubanas y qué es una cooperativa para los asociados y asociadas. Desgraciadamente en la década de los años 90, con las limitaciones económicas, consecuencia del derrumbe del campo socialista y el recrudecimiento del bloqueo, cubanas y cubanos vivimos y crecimos en un ambiente hostil y eso fue fomentando un grupo de antivalores, entre ellos, se “desnaturalizó” el sentido y el valor del trabajo. Y esto lo estamos recogiendo ahora porque muchos asociados no entienden lo que es una propiedad colectiva. Igual esa cultura cooperativa no encuentra ahora el mismo espacio, en la mentalidad de muchos funcionarios que lo primero que preguntan es ¿cuánto ganan los socios de Crea Entorno?, en lugar de preguntar: ¿cuánto ahorra Crea Entorno a la economía del país en cada año de trabajo?

    Por otra parte pensamos que es necesario crear un Instituto Nacional de Cooperativas, es decir, una entidad con jurisdicción nacional que unifique y diseñe políticas de interrelación para todo el movimiento de cooperativas en el país.

    Estamos en una fase experimental en el sector no agropecuario, porque en la agricultura existen cooperativas desde 1959. Ahora estamos trabajando a partir de tres decretos leyes: 305, 306 y 309, y otras resoluciones complementarias. A cada rato surgen nuevas disposiciones porque se van acotando brechas o nichos que existen en el tema legal. Pero insisto que el principal obstáculo es la cultura cooperativa.


  2. ¿Cuáles beneficios pudieran generar las cooperativas no agropecuarias a la economía cubana, en especial en el desarrollo local y territorial de Cuba?

    Ernesto Guzmán

    Las cooperativas son entidades muy ágiles, dan soluciones endógenas a cada territorio a partir de las materias primas que se encuentran en esos lugares y con un nivel de importación menor. En el plan de desarrollo económico de Cuba hasta el 2030 las cooperativas pueden desempeñar un papel significativo, ahorrar mucho en materia de importaciones, con mano de obra especializada formada en estos años y con una tecnología muchas veces recuperada o con equipos que están ociosos en grandes industrias.

    Nuestra cooperativa, por ejemplo, fabrica porta–resistencias cerámicos que se emplean en los laboratorios y bancos de extracción de sangre del MINSAP y que ahorran cuantiosos recursos al país. Esto ha permitido fomentar el Kit de colecta de sangre. Esto se importaba de Alemania y Japón pero nosotros lo estamos asumiendo en nuestra cooperativa.

    Las cooperativas contribuyen a fomentar el desarrollo local o territorial porque también crean nuevos puestos de trabajo. Los terrenos donde está ubicada Crea Entorno eran enormes basureros y nosotros los hemos higienizado; eran terrenos improductivos, llenos de roedores y basura y ahora son un lugar productivo, agradable, bonito.



    Muchas veces me he hecho esta misma pregunta y solo podría responderla con otra pregunta: ¿cuál es el uso que se le da al aporte económico que hace nuestra cooperativa al territorio donde estamos ubicados?

    Ernesto ponía el ejemplo del porta-resistencia que elaboramos para la industria médica cubana, que cada vez se lo entregamos a menos costo, su fabricación también nos ha permito crear un convenio beneficioso para nosotros porque el excedente del vidrio que ellos utilizan, que no es biodegradable y que ellos mismos no saben no dónde enterrarlo, en Crea Entorno se lo compramos y con el uso de ese vidrio bajamos el punto de fusión de los esmaltes que usamos para nuestras piezas de cerámica. De esta forma ahorramos el consumo eléctrico de nuestro horno, lo cual permite fomentar los encadenamientos productivos y las relaciones mutuas, que al final benefician a la economía del país.

    En mi opinión el principal beneficio de las cooperativas es la generación de empleos en el sector no estatal, pues un grupo de personas se unen con un mismo objetivo: generar ganancias que les permitan recibir una remuneración en correspondencia con la cantidad de trabajo que realizan y, a su vez, reporte un ingreso para el Estado mediante los impuestos.

    Al mirar la cooperativa en su alcance potencial, integrador, tanto como unidad productiva y espacio con responsabilidad social, su aporte puede ser significativo. Si miramos la cooperativa como proyecto que apunta a modificar no solo las formas sino la cultura productiva en Cuba, sin dudas el desarrollo local y territorial pudiera tener frutos más felices. Ahora, cabría preguntar qué comprensión de cooperativa es la que dialoga con estos espacios. Si como tiende a ser hoy, las cooperativas son vistas como una empresa estatal más, sujeta a rígida planificación, no creo que los resultados sean diferentes a los que están presente en el contexto territorial cubano. Si por el contrario se potencian los valores que entraña esta forma de propiedad, y esencialmente de gestión, el espacio local tendría otro significado. De todos modos ninguna forma de propiedad por si sola resolverá el problema del desarrollo local y territorial. Eso será posible con políticas integradoras que apunten a tal desarrollo y a la eliminación de los lastres burocráticos y el economicismo que limita el desarrollo local.


  3. ¿Cómo valora el desarrollo hasta el momento del experimento de permitir cooperativas no agropecuarias (CNA) en Cuba? ¿Qué falta por hacer?

    Ariel Dacal

    El desarrollo ha sido limitado. Las cooperativas han sido, dentro del abanico de formas de propiedad presentes en Cuba, la menos favorecida, la que ha nacido con más lastres. Un dato significativo es que la ley que consagra esta forma de propiedad es la única con carácter experimental. Añádase la declaración oficial aparecida en mayo de 2015 de no crear nuevas cooperativas y no encaminar el desarrollo de las de segundo grado. Lo que falta por hacer es mirar más en profundidad cuáles serán los alcances de esta forma de propiedad en el modelo económico cubano y entender qué comprensiones sobre las cooperativas en particular y sobre la economía en general están detrás de las definiciones políticas sobre las cooperativas.



    El experimento de permitir cooperativas no agropecuarias en Cuba es totalmente positivo. El país necesitaba esta forma de gestión económica a pesar de las limitaciones que existen.

    Por otro lado, proporciona personalidad jurídica propia, con toda la posibilidad y bondades del Decreto Ley 305, 306 y 309.

    En cuanto a lo que falta por hacer, es mucho aún, sobre todo en lo que se refiere a la apropiación de la cultura del cooperativismo a todos los niveles, así como el conocimiento de directivos de las instituciones que interactúan con estas nuevas modalidades de producción y servicios que tienen que ver directamente con el desempeño de las cooperativas.

    Es imprescindible la aprobación de una Ley de Cooperativas, algo que se viene reclamando desde hace tiempo.

    El experimento en general marcha bien y avanzando, y esto se puede apreciar en los indicadores económicos que hemos ido alcanzado. Uno de los elementos esenciales, que es la adquisición de materias primas por el ordenamiento del mercado mayorista, con las medidas que se han ido tomando, está dando buen resultado, y los indicadores de la estructura de gasto dan cuenta de un balance positivo. Hoy tenemos mayor acceso a las materias primas en el mercado mayorista. Hemos crecido en un 700 por ciento, pues de seis que empezamos, hoy somos 46 socios. El acompañamiento que hemos tenido del Ministerio de Industria ha sido favorable.

    Como siempre sucede con nuevas políticas y nuevos actores económicos es necesario cambiar mentalidades y esto cuesta trabajo asimilarlo. Hay obstáculos que hemos venido sorteando en muchos sectores y aún seguiremos sorteando. El experimento va bien, sin prisa pero sin pausa.

    ¿Qué queda por hacer? Seguir esclareciendo el marco jurídico en muchos temas porque el propio experimento ha ido demostrando que existen elementos que le son incongruentes. Hay resoluciones legales que yuxtaponen determinados elementos de la actuación de las CNA, el tema impositivo, entre otros… Porque a veces existe una distinción no apropiada que se hace con la figura cooperativa y la no cooperativa, cuando en realidad es una sola, es decir, aquella que responde con su patrimonio a su compromiso y su actividad. Y en este sentido, falta la comprensión necesaria en algunos sectores, áreas y funcionarios que no acompañan la actualización del modelo económico ni los lineamientos de la misma forma que otros sectores.

    Hay algunas personas, entidades y grupos que todavía están reacios a este tipo de actividad y, en ocasiones, generalizan esa actitud de rechazo porque en determinado momento o lugar hubo un problema y las cosas no marchaban bien, y se oponen a contratar a las cooperativas. Y ni todas las empresas hacen lo que han hecho, ni todas las cooperativas tampoco.

    La aprobación y puesta en marcha de las CNA está aprobada por la población y por dos congresos del PCC, sin embargo todavía se encuentran en determinados lugares personas que se oponen a estas nuevas formas de producción y gestión económica.Es necesario ir desbrozando las brechas que existen en determinados sectores, esos pequeños feudos, que quedan en la sociedad, que van en contra de la política de actualización del modelo económico y social cubano.

    Es una buena idea con una pobre ejecución. En contraposición a la libertad de decisión que tienen las cooperativas, que es su mayor atractivo junto con los impuestos más bajos, está la falta de información que existe sobre el tema en otras entidades. Por ejemplo, recientemente quisimos incluirnos en las páginas amarillas y el proceso se dificultó bastante porque la gerente de la oficina comercial a la que acudimos no sabía si las cooperativas podían acceder a ese servicio. La primera pregunta que nos hicieron cuando dijimos que teníamos una cooperativa fue -¿pero ustedes son estatales? – no, cooperativa.

    A esto se le suma, además, la existencia casi nula de lugares donde comprar la materia prima de forma mayorista, que se supone sea una de las primeras facilidades en crearse para permitir el buen desenvolvimiento y desarrollo de las cooperativas que se aprobaron. No todas se benefician de la nueva medida de compra mayorista de productos alimenticios ya que no todas brindan este tipo de servicio. Una gran parte son cooperativas de la construcción que pasan mucho trabajo para conseguir los materiales. Y ni hablar de nosotras con el vidrio.

    Mucho antes de la aprobación de este experimento, había empezado a hacer planes e investigaciones por mi cuenta para crear una cooperativa en el ámbito creativo de la cerámica y la decoración en general con carácter productivo. La cooperativa es una unidad muy ágil y en las actuales circunstancias económicas de Cuba puede ayudar mucho. Para darte un ejemplo, la producción de urnas cinerarias que fabricamos para los cementerios, (más de 110 mil vasijas) hemos ahorrado más de 2 millones de dólares al país, pero también le ofrecemos a la familia cubana una vasija decente, agradable a la vista donde las personas pueden depositar las cenizas de sus seres queridos. Esas vasijas, las más baratas, cuestan en otros países entre 150 y 300 euros, y crea entorno las vende al estado cubano en 3,80 pesos (CUC). Para tener una idea, por la producción de estas vasijas el país hubiera gastado 3,7 millones de pesos en moneda convertible.

    Las cooperativas suelen verse con no muy buenos ojos. Hay quien las concibe de manera errónea. Ellas no se hicieron para “ganar” más sino para que se integraran a la sociedad como nuevos actores económicos, con funciones, estilos y formas de gestión nuevas. De ahí que no siempre encontramos una correcta recepción a nuestra labor económica y nuestro compromiso social por parte de personas, entidades y sectores. Hay que ir irán “alfabetizando” a mucha gente sobre las CNA y su papel en nuestra sociedad, pues merecemos igual respeto que las empresas estatales.


  4. ¿Qué rol deben jugar, a su juicio, las cooperativas en un sistema económico, político y social como el cubano? ¿Por qué?

    Teresita Gómez

    Las cooperativas son un nuevo actor dentro de la economía del país que pueden, sin lugar a dudas, crear producciones especiales que la gran industria no puede dedicarse a fabricar porque como lo indica su propio nombre es “la gran industria del pais”; de modo que este paso intermedio y de especialidad, a mi entender, lo pueden cubrir las cooperativas no agropecuarias.



    La respuesta es más objetiva si partimos de la pregunta ¿qué sistema económico, político y social es el referente? Las políticas al uso, es decir, las cosas concretas que se están decidiendo hoy en Cuba no tienen para las cooperativas un horizonte muy claro. Me atrevo a decir que son más nominales que reales en el entramado económico y político cubano. Con la vista puesta en una sociedad con intenciones de socializar el poder y la propiedad, las cooperativas sería una forma privilegiada pues en ella han de convivir en armonía la economía y la política, la gestión eficiente de recursos que pasa por la democratización del proceso productivos y su relación con los espacios sociales más amplios fuera de ellas, como por ejemplo, el territorio.

    Las cooperativas no agropecuarias cumplen un rol fundamental en el sentido de que son formas de gestión económicas que se desprenden del Estado y su concepción parte de tener el consentimiento y la aprobación de sus asociados.

    Los socios no solo obtienen satisfacción monetaria, sino independencia, autonomía en su gestión, por tanto mayor responsabilidad, y también todo se hace de manera más colectiva.

    Por otro lado, el Estado no se siente en la obligación de subsidiar la producción. Existe la necesidad de buscar mercados, aunque haya una competencia con otras formas de gestión como el cuentapropismo, que tiene gran influencia.

    Sin dudas, la aprobación de las cooperativas no agropecuarias es un paso de avance para la economía cubana. A mi juicio debe mantenerse dentro del proceso de perfeccionamiento del modelo económico cubano, pero sin limitarla para que puedan aportar mayores beneficios.

    Aparte del mencionado en la respuesta anterior, el concepto de cooperativa viene unido desde sus inicios con el de responsabilidad social. A diferencia de las empresas y particulares, las cooperativas deben contribuir al desarrollo de la sociedad, al menos en el entorno donde se desarrollan. Esto va desde una intervención necesaria en la comunidad hasta el respeto por el medio ambiente.


4 comentarios

  1. Osbel Lima

    Este trabajo está súper interesante. Ojalá que se abran nuevas perspectivas con las cooperativas no agropecuarias en Cuba. Felicitaciones a IPS.

  2. Orisley Sánchez

    Gracias a la redacción de ips por acercarnos a este tema tan traído y llevado en la isla, y ofrecernos los puntos de vista de algunos que están involucrados con este asunto.

  3. maritza estevez

    Muy interesante los puntos de vista de este trabajo sobre un tema candente en la cuba de estos tiempos.

  4. arturo lopez

    Las cooperativas deberían tener mayor espacio en la escena económica cubana. Ojalá y en el futuro sea así.

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