La Habana, 19 mar.-El desarrollo de fuentes renovables y el uso eficiente de la energía es una de las principales políticas que acomete el gobierno cubano a partir de proyectos a corto, mediano y largo plazo.

Sin suministros estables y suficientes de combustibles y pese al embargo de Estados Unidos, este programa emergió con fuerza a partir del incremento de los apagones diarios en la isla caribeña.

Cuba pretende que las fuentes renovables de energía representen el 24 % de su matriz energética hacia el 2030, lo que significaría un alivio dentro de su agravada crisis energética y del declive económico general.

El ambicioso proyecto intenta lograr la independencia del sector aprovechando un recurso gratuito, inagotable, seguro, limpio y autóctono, según las autoridades.

De esta forma, se incorpora al grupo de naciones que producen electricidad a partir del sol, viento, agua y biogás para disminuir el empleo de combustibles fósiles y su impacto ambiental.

Está en marcha la construcción paulatina de parques solares fotovoltaicos que aprovecharán la luz solar. En 2025 deben finalizar los primeros 55 de 92 instalaciones que prevé un proyecto de 2 012 MW de generación.

Viernes negro

Sorpresivamente, a las 20:15 horas del 14 de marzo, una avería en el subsistema de la barriada del Diezmero, en La Habana, provocó la desconexión total del Sistema Eectroenergético Nacional (SEN).

El domingo 16, técnicos y operarios cubanos restablecieron, de forma paulatina, la electricidad en el país.

Desde septiembre de 2024, el SEN ha sufrido un deterioro progresivo. Los apagones totales han mantenido a gran parte de la isla, de menos de 10 millones de habitantes, a oscuras hasta por 72 horas.

Según el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, la disponibilidad del Sistema Electroenergético Nacional alcanzó en 2024 sus niveles más bajos en el último lustro.

El año pasado se registraron tres apagones nacionales de varios días. Actualmente, algunas provincias tienen electricidad solo cuatro horas diarias. La Habana aplica cortes cada día de entre cuatro y seis horas.

Además del impacto en las producciones agropecuaria e industrial y el transporte, los apagones tienen un costo social: alimentos echados a perder por falta de frío, horas sin dormir por el calor (sobre todo niños y ancianos) y averías de electrodomésticos, entre otras adversidades.

En un análisis de la actual situación ante la Asamblea Nacional (parlamento unicameral), de la O Levy citó entre las causas del incremento de los apagones la imposibilidad de garantizar el combustible necesario para el SEN.

Baja generación de electricidad

En 2020, el 95,1 % de la electricidad generada en Cuba provino de recursos no renovables. Solo el 4,9 % restante emanó de fuentes renovables (3 % biomasa; 0,8 % solar; 0,6% hidráulica y 0,5% eólica).

En 2023, de los 19 825 gigavatios hora (GWh) producidos, 46 % provino de las plantas termoeléctricas y 12, 6 % de emplear la energía térmica del gas natural del petróleo, según datos de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI).

Expertos consideran que para 2050, a escala mundial la energía solar fotovoltaica generaría una cuarta parte (el 25%) de la electricidad total necesaria. con lo que se convertiría en una de las fuentes de generación más importantes de electricidad.

Colaboración de China

A principios de marzo, las autoridades cubanas comenzaron a operar el segundo parque solar fotovoltaico de los 55 previstos para estos doce meses. La instalación se ubica en la provincia sur central de Cienfuegos.

La construcción de estos parques solares se lleva a cabo con la colaboración de China. Vea: China amplia presencia en Cuba

Con una capacidad de generación de 21,8 megavatios (MW), tiene la misma potencia del primer parque inaugurado antes en el municipio del Cotorro, en La Habana, que ya sincronizó con el SEN.

En decreto publicado el 26 de noviembre de 2024, Cuba obliga a invertir en el aprovechamiento de fuentes renovables de energía a los altos consumidores, sean entidades estatales o privadas.

Opiniones ciudadanas

Usuarios de las redes sociales han elogiado el proyecto cubano, pero a la vez han planteado dudas y preocupaciones.

Según fuentes independientes, el Gobierno cubano necesitaría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares para reflotar el frágil SEN, una inversión impensable al menos por ahora.

Marcos Acosta, ingeniero de 45 años, dijo a IPS que el país necesita financiamiento para desarrollar las energías renovables, pero debe garantizar, además, el mantenimiento y la fabricación de todos sus componentes en Cuba.

Una internauta que se identificó como Eugenia advirtió que antes de pensar en captar nuevos capitales, primero hay que permitir la repatriación de los dividendos pendientes de las inversiones extranjeras en operación.

Varios ciudadanos expresaron preocupación por la vulnerabilidad de esos parques fotovoltaicos ante el azote de huracanes y eventuales robos de paneles o sabotajes que afecten su buen funcionamiento.

Aunque la transición hacia energías renovables es vista como positiva, algunos expertos cuestionan la capacidad del Gobierno isleño para implementar un proyecto de esa escala en un período tan corto. (2025)