Científico cubano sueña una comunidad agraria sustentable
Se trata del reconocido agroecólogo Fernando Funes y su finca Marta, en Artemisa, donde lleva a la práctica modelos productivos y sociales de desarrollo sostenible.
La Habana, 1 abr.- Hace ocho años, el ingeniero agrónomo Fernando Funes se puso un sombrero, ropas y botas de campo para llevar la ciencia a la tierra en la finca Marta, que hoy sirve de sustento a 15 personas. Ahora aspira a extender su experiencia y crear una comunidad agraria sustentable.
En el municipio de Caimito, en la provincia de Artemisa que colinda con La Habana, la el equipo de la finca produce en ocho hectáreas condimentos y hortalizas, cría ganado, produce biogás para la vivienda y tiene colmenas, todo con prácticas amigables con la naturaleza.
“Tenemos un nivel de organización, producción y vínculos con los mercados que nos ha dado una experiencia, eso queremos multiplicarlo, en una dinámica comunitaria y social, no solo productiva”, explicó a la Redacción IPS Cuba Funes, quien junto a su familia y colaboradores transformó un terreno plagado de malezas en una ecofinca.
Comunidad agraria sustentable
Para el futuro, dijo el también doctor en ecología de la producción y conservación de recursos, queremos que no sea solamente esta finca sino que se multiplique a la mayor cantidad de parcelas posibles de los alrededores hasta formar, en los próximos años, una comunidad agraria sustentable.
En el mundo, existen muchos modelos: las ecoaldeas; el Movimiento Sin Tierra, en Brasil y las transition town (comunidades en transición), en Inglaterra, por ejemplo.
“Cada país tiene modelos diferentes. He vivido y visitado muchas de ellas, y quisiera hacer como una confluencia de todas esas experiencias para nuestra comunidad”, confesó Funes, quien dedicó 20 años de su vida a la investigación y la docencia.
Esa iniciativa, indicó, es una unión de diferentes fincas que mantienen su individualidad dentro de la colectividad, con objetivos comunes como la preservación del medio ambiente, la producción, la comercialización, el agroturismo, actividades educativas y de investigación y la introducción de energías renovables.
“No es solo enfocado a la producción, pero indirectamente todo confluye hacia ella”, detalló Funes.
Entones, agregó, en esa dinámica social y económica, se generan fondos y bienes para invertir en el entretenimiento de la comunidad, como una piscina, un centro social, un encuentro, una tienda, por ejemplo, donde no solamente se beneficie la comunidad sino también el resto de los vecinos del territorio.
“Vamos a ir fomentado las fincas de otras familias y hacer una conexión social, humana, que trabajemos juntos para transformar no solo este pequeño espacio, sino un área más grande y así tener más personas cuidando ambiente, produciendo alimentos y viviendo en el campo”, planeó.
Más proyectos
Ese no es, sin embargo, el único proyecto que tiene en mente Funes, quien ha debatido algunas cuestiones conceptuales con especialistas de oenegés como Cubasolar y la Fundación Antonio Núñez Jiménez, así como con especialistas que han trabajado en temas relacionados con comunidades y arquitectura del paisaje.
Este emprendedor trabaja también en propuestas como una empresa hortofrutícola, una cooperativa de consumidores y una aplicación informática para dar a conocer la disponibilidad de productos y que facilite las solicitudes de alimentos.
Mientras consigue materializar sus proyectos, el equipo de 15 personas cultiva unas 60 variedades, fundamentalmente de hortalizas, que comercializa en una treintena de restaurantes privados, venden la miel a la empresa estatal correspondiente y, mediante una agencia de viajes, reciben turistas en la modalidad de agroturismo. (2020)
7 comentarios
walberto Lóriga Peña
Excelente la experiencia de Funes y su finca, considero q hay potencial en Cuba para replicar este modelo, tan necesario, por su eficiencia y la mirada holística con la que aborda las cuestiones agrarias en el país. Es muy estimulante escuchar cada nueva noticia sobre este proyecto.
Adaris López Zayas
Doctor Funes, quien le escribe es la subdirectora del Centro Universitario Municipal de Caimito. Estamos interesados en participar activamente en sus proyectos con la idea de insertar a estudiantes de las carreras con las que cuenta nuestra universidad de Artemisa con vistas a garantizar el desarrollo del municipio
Ada Ruiz
Gracias, Fernan por demostrar al mundo q un futuro agro ecológico mejor es posible. Si no estuviera en otra trinchera, me sumaría a la tuya de inmediato.
Jorge Diazgranados Maya
Los mercados campesinos son una expresión amplia de las posibilidades justas, solidarias, culturales, educativas y rentables. Y la Agroecologica puede proveernos además de los cuidados necesarios para nuestro desenvolvimiento cómo organismos vivos copartícipes.
YASSER AZÁN BASALLO
Creo que para propagar esta experiencia se debería crear un libro que explique paso como se logra, que se vuelque toda la experiencia y además algún documental que se transmita por televisión
María Betharte
Me he sentido muy feliz al leer este artículo que dice mucho de la calidad creativa de mi pueblo.Debe publicarse para que otros profesionales relacionados con la agricultura se motiven a seguir el ejemplo.
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Milfuegos
Crear,dos tres muchas fincas Martas y que se estimule, con medios e infraestructuras de fabricación nacional, como molinos de vientos, módulos de viviendas y aperiscde labranza.
A estos emprendedores yo los estimularia incluso con reservaciones en centros turisticos de 5 estrellas.
Ningún pobre engendra prosperidad.
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