La Habana, 11 dic.- Las autoridades cubanas anunciaron la víspera el esperado inicio del proceso de unificación monetaria y cambiaria a partir del primero de enero de 2021, con una tasa de cambio única de 24 pesos cubanos por un dólar.

En alocución especial en la televisión estatal y los medios radiales, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel, acompañado por el primer secretario del Partido Comunista de Cuba, Raúl Castro, señaló que el proceso, denominado Tarea Ordenamiento, “pondrá al país en mejores condiciones para llevar a cabo las transformaciones que demanda la actualización de nuestro modelo económico y social”.

Desde que en horas tempranas los diferentes medios oficiales anunciaran para la noche una información de especial interés, en diferentes espacios se especuló acerca de cuál sería la noticia.

Las autoridades partidistas y gubernamentales consideran que este grupo de medidas garantizaría “a todos los cubanos la mayor igualdad de oportunidades, derechos y justicia social, la cual será posible no mediante el igualitarismo, sino promoviendo el interés y la motivación por el trabajo”.

El mandatario reiteró la idea de que “la tarea ordenamiento no constituye por sí misma la solución mágica a todos los problemas presentes en nuestra economía, sin embargo, favorecerá la creación de las condiciones necesarias para avanzar de manera más sólida”.

A su vez, y por sus características abarcadoras, “es una de las tareas más complejas que en el orden económico ha enfrentado el país”, complejidad acrecentada “por los efectos del bloqueo recrudecido, la situación de la pandemia de covid-19, la crisis económica internacional y los impactos que han ocasionado a nuestra economía”.

La tarea, dijo el presidente cubano, no está exenta de riesgos y consideró uno de los principales la posibilidad de que se produzca una inflación superior a la diseñada, agudizada por el actual déficit de oferta.

“Los precios abusivos y especulativos no se permitirán, se enfrentarán socialmente con medidas de contención y severas sanciones a los incumplidores”, alertó Díaz-Canel.

El presidente  indicó que el exitoso desarrollo de este complejo proceso requiere del esfuerzo y cooperación de todos, “con vistas a lograr que los resultados sean los esperados”, a la vez que afirmó que serían receptivos a los criterios de la población para atender cualquier problema que pueda surgir en su ejecución.

“Están creadas las condiciones que nos permiten asegurar que nadie quedará desamparado, que en Cuba socialista jamás se emplearán terapias de choque contra el pueblo y que las transformaciones que debamos acometer en el modelo económico y social se realizarán forjando previamente el consenso a favor de la unidad de la nación”, puntualizó.

Efecto multidimensional

De acuerdo con el presidente, entre los impactos del ordenamiento monetario está la creación de condiciones para mayor autonomía del sistema empresarial, a la hora de tomar decisiones adecuadas y ejercer plenamente las facultades que se le ha ido otorgando.

Se considera que a partir de la unificación, las empresas estatales podrían reaccionar positivamente al contexto económico, “incrementando los beneficios para sus trabajadores y para toda la sociedad”.

“Tenemos la seguridad de que con el esfuerzo de todo nuestro pueblo, la dedicación y el control oportuno, lograremos los objetivos propuestos con estas medidas  en cuanto a propiciar el crecimiento y la eficiencia económica”, dijo el presidente.

Antecedentes

Los preceptos y urgencia de este proceso fueron abordados en los dos últimos congresos del Partido Comunista –sexto y séptimo-, la conceptualización del modelo económico y social cubano y en la estrategia para el impulso de la economía, aprobada en julio pasado, que consideraron este proceso como de gran relevancia, con un impacto transversal en la sociedad y la economía.

A partir de este momento, dijo Díaz-Canel, se realizarán los procesos de información detallada nuestro pueblo sobre el contenido de cada una de las medidas incluidas en la tarea ordenamiento.

El esperado y a la vez controversial proceso se prevé que incluya el fin del peso convertible (CUC), la devaluación del peso cubano, la eliminación de subsidios y gratuidades hasta donde sea posible y una reforma de los ingresos (salarios, pensiones y prestaciones de la asistencia social).

En octubre pasado, mediante la televisión estatal, en Cuba se habló públicamente por primera vez y con detalles técnicos, sobre los argumentos que sustentan esos pasos y sus generalidades, lo que desde entonces genera tanto dudas, como insatisfacciones, esperanzas y criterios de reconocidos especialistas. (2020)