Empresa privada de construcciones estrecha nexos con estudiantes de Cuba
La pasantía para estudiantes organizada por la mipyme cubana πlares Construcciones SRL tendrá otra edición en 2024.
La Habana, 23 sep.- Con expectativas superadas, los conocimientos multiplicados y perspectivas de próximas ediciones, la primera pasantía para estudiantes de arquitectura e ingeniería civil de la mipyme cubana πlares Construcciones SRL creó también una comunidad afectiva que sigue viva más allá, con nuevas propuestas.
Solo unos ejemplos: estudiantes de la Universidad Central de las Villas Marta Abreu (UCLV) y desde la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría decidieron inaugurar el curso con los pulóveres de la iniciativa #An2deπ2023.
Más recientemente, uno de los participantes escaló el Pico Turquino, el más alto de Cuba, y a 1974 metros sobre el nivel del mar, también escogió esa prenda que identifica a la experiencia que marcó las vidas del centenar de estudiantes.
Por cuatro semanas, recibieron entrenamientos en obras, presupuestos y otras acciones, incluyó a 63 muchachas y 38 muchachos, de ellos, 15 provenientes de provincias como Guantánamo, Santiago de Cuba, Granma, Holguín, Villa Clara, Matanzas, Mayabeque, Artemisa y Pinar del Río.
La iniciativa contó con la colaboración de más de 60 nuevos actores económicos, entidades, así como de tutores que acompañaron a los estudiantes.
Lo vivido
María de los Ángeles y María Cristina Gallardo son dos jimaguas estudiantes de tercer año arquitectura. Ambas participaron en la pasantía.
“Tuvimos la dicha de compartir con muchas personas, sobre todo de la empresa, que nos ayudaron con temas extras, no solo de arquitectura y civil”, dijo María de los Ángeles, que se vinculó a πlares.
Otro saldo, según María Cristina, quien estuvo en la empresa Eprob, fue conectar con estudiantes de ingeniería civil, con los que habitualmente no interactúan en la facultad.
Pudieron trabajar con proyectos de clientes reales –ampliación de una vivienda y construcción de un hotel–, presupuestos, planos y propuestas, además de acoger en su casa a dos estudiantes de Villa Clara.
Alfredo Estrada y Thalía Arencibia se pusieron de acuerdo y viajaron La Habana. “Trabajamos en el levantamiento de una tienda de la empresa Caracol sobre el estado del inmueble y un plan de mantenimiento”, dijo él.
“Las expectativas se superaron y para nosotros, los arquitectos, fue súper”, aseguró Arencibia, también estudiante de arquitectura de la UCLV.
Según consideraron, ese tipo de experiencia “te abre la mente, uno que vive tan encerrado en la universidad que piensa que hay cosas que no se pueden hacer porque el profesor te lo dice y te das cuenta que hay muchas cosas que no haces”.
Las actividades extracurriculares: limpieza de playa, visitas a otras mipymes, centros recreativos, paseos a la playa, juegos de fútbol, fiesta, bicicletada y concursos, también tuvieron muy buena acogida y participación.
Para Elizabeth Moreno, de 21 años y en cuarto año de ingeniería civil, quien trabajó con programas que nunca antes había visto y con un cliente real, Quantum, “fue una oportunidad preciosa de trabajar y, a la vez, disfrutar de las vacaciones”.
Luis Ignacio Arteaga, de quinto año de arquitectura, de Villa Clara, valoró como “muy interesante sobre todo la posibilidad de chocar con la realidad del sector de la construcción en Cuba”.
A su juicio, obtuvo “herramientas para afrontar ese futuro laboral que recién vamos a comenzar algunos. Todos estamos muy agradecidos con el colectivo de πlares y los colaboradores”.
A concursar
Se realizó un concurso de diseño con contenedores transformables, cuyo objetivo principal era aprender a vender los proyectos como verdaderos profesionales, y en el que participaron cinco equipos de tres personas, que incluyeran al menos un arquitecto y un ingeniero civil en cada uno.
Finalizada la pasantía, πilares lanzó un nuevo desafío: el diseño de una vivienda unifamiliar que se adapte a las necesidades actuales y futuras de los habitantes, valorando su eficiencia energética, uso de materiales sostenibles, reducción del impacto ambiental, funcionalidad, confort, estética y viabilidad técnica y económica.
Dirigido a estudiantes de arquitectura e ingeniería civil, pueden participar equipos de tres integrantes de estas especialidades. La fecha límite para entregar los proyectos es el 1 de junio de 2024.
Según la convocatoria, los equipos que cumplan con los requisitos y entreguen sus propuestas dentro del plazo fijado, tendrán garantizadas plazas en la pasantía estudiantil: An2 de π, el año próximo. (2023)
Un comentario
Jannette Garcés Díaz
La pasantía fue un éxito rotundo. Los estudiantes fueron marcados para toda la vida y para bien. Mi hijo tuvo la suerte de participar aunque no es estudiante de Arquitectura ni de Ing. Civil, es estudiante de Ing. Mecánica y también aprendió. La pasantía no fue solo para que se vincularan con el sector de la construcción, los enseñó a ver la vida adulta desde otra perspectiva y hoy son más felices por ello. Gracias πlares