Unificación monetaria y cambiaria en Cuba: decisión impostergable

Urge erradicar la doble circulación monetaria, el dilema radica en los problemas estructurales de la economía aún sin resolver.

La doble circulación monetaria en Cuba (1993-1994) fue una de las medidas tomadas en el país para afrontar la crisis económica de los años noventa.

Foto: Tomado de LaRed21

La aceptación de la doble circulación monetaria en Cuba (1993-1994) fue una de las medidas tomadas en el país para afrontar la crisis económica de los años noventa, conocida como “período especial”.

La implementación de esa dualidad monetaria[1]obedeció a dos razones fundamentales. La primera: la necesidad de introducir una moneda fuerte en los momentos más críticos de la crisis  económica de los noventa, para evitar una devaluación nominal drástica de la moneda nacional; es decir, su  devaluación vertiginosa, mucho más de lo que realmente llegó a depreciarse.

La segunda razón: la urgente necesidad  de poder ingresar divisas frescas, ante la pérdida de los mercados de exportación e importación fundamentales que se desarrollaron durante varios años, bajo relaciones de intercambio favorables para la economía cubana y condiciones crediticias blandas, de las cuales  se disfrutó hasta el inicio de la crisis.

La doble circulación es un proceso gradual, en el cual la moneda fuerte cumple, en primera instancia, funciones de atesoramiento, teniendo presente que, durante esa etapa, la moneda nacional se deprecia constantemente. Entre finales de 1993 y el verano de 1994, la tasa de cambio informal alcanzó hasta 150 pesos cubanos por dólar; mientras que, antes de la crisis económica de los noventa, se cotizaba en el mercado subterráneo a una relación de cinco pesos cubanos por 1 USD.

Después, la moneda fuerte pasa a cumplir otras funciones como medio de circulación, cuando las personas comienzan a cotizar en dólares sus operaciones, como garantía de venta.

Desde la instauración de la doble circulación monetaria, el tipo de cambio oficial se fijó a un peso cubano por un dólar y así se ha mantenido hasta el presente (excepto en la relación cambiaria con la población). Sin embargo, esto no constituye una garantía para evitar o bajar la inflación, pues esta no solo tiene un componente monetario, sino también estructural.

En ocasiones se ha considerado la dualidad monetaria un mal necesario, pero siempre con el propósito de alcanzar la reunificación monetaria, objetivo sumamente complejo, trazado en los Lineamientos de la Política Económica y Social del país, el programa de transformaciones trazado en 2011. Desde sus inicios, esa dualidad acentúo la diferenciación en el acceso al consumo por parte de la población.

La dualidad monetaria y cambiaria fue concebida, desde sus inicios, como un proceso transitorio; sin embargo, se ha extendido mucho más allá en el tiempo y ha creado dificultades económicas, sociales y políticas.

Resulta oportuno recordar que en noviembre de 2004 se sustituyó la circulación del dólar estadounidense por el peso convertible (CUC)[2], solo convertible en el territorio nacional. Este paso fue, realmente, un simple proceso de sustitución de la circulación monetaria interna del dólar estadounidense por el CUC.

Todas las relaciones se mantuvieron exactamente iguales, a excepción de las arcas del Banco Central, a las cuales pasó un volumen de divisas que hasta ese momento se encontraba en manos de la población. A partir de ese instante, en la esfera monetaria continuó la circulación de dos monedas (CUP, pesos cubanos y CUC, pesos cubanos convertibles), bajo la característica de que ambas son de origen nacional, pero con dualidad cambiaria.

En realidad, el CUC se encuentra anclado al dólar estadounidense y, hasta el presente, se ha establecido una tasa fija del peso cubano respecto al CUC (24 o 25 pesos, para venta o compra)[3]. De forma paralela, se tomaron decisiones para acercar los precios de ambas monedas en las áreas comerciales minoristas en pesos cubanos y CUC en los circuitos comerciales, en un grupo de productos de consumo, por lo general de alta demanda en pesos cubanos, con precios cercanos al área comercial de mercado en CUC, de acuerdo a la paridad entre ambas monedas locales.

Desde 2005 se dieron pasos para incrementar las jubilaciones de menor cuantía y aumentar, paulatinamente, los salarios en algunas entidades de prioridad. A la vez, se incrementaron los precios de algunos alimentos normados y la electricidad. De inmediato se redujo el nivel de ingreso, particularmente de quienes no se beneficiaron con el aumento de los salarios y las pensiones, o este les resultó insuficiente.

La cantidad de CUC en circulación debe corresponderse con el respaldo en dólares estadounidense y de otras divisas (caja de conversión) de que se disponga y que posibilite la situación de equilibrio.

La circulación del dólar estadounidense se sustituyó en noviembre de 2004 por el CUC.

El Ministerio de Finanzas y Precios emitió la Resolución 19 de 2014, publicada en la Gaceta Oficial, donde se describen las medidas financieras y contables que entrarán en vigor antes de la unificación monetaria, así como los procedimientos y normas de la revaluación del peso cubano en las entidades estatales, a partir del denominado “día cero”.

Posterior a la devaluación, habría una serie  de efectos en las empresas, tales como la valoración de los inventarios, activos, deudas y todo aquello valorado en CUC, para cambiarlo a pesos cubanos. De ese modo, los CUC se multiplicarían por una determinada tasa de cambio, cuya magnitud ha sido objeto de especulación, con variantes de 1 a 10 o de 1 a 8, entre otras. Inclusive, se han dado pasos concretos en las relaciones de venta-compra al turismo, cuya tasa de cambio se mueve en ese entorno y donde la moneda utilizada es el peso cubano.

Posteriormente, en dicho proceso, se registraría una devaluación que conllevaría muchos efectos sobre los salarios, los balances de las empresas y otros. De hecho, transcendería también a los precios minoristas (por lo general el tipo de cambio ha sido un determinante importante en la evolución de los precios)[4] y salarios (ya mencionado), vías por las cuales la unificación monetaria se vincula con la población, que no es solo a través de la tasa de cambio de CADECA.

Actual escenario y posibles tendencias

En los últimos tiempos, todo parece indicar que la correspondencia necesaria entre el CUC y su respaldo en dólares estadounidense y otras divisas[5]  no se ha dado, debido a una emisión mayor de CUC que su respaldo en dólares. Ello ha motivado un proceso inflacionario en CUC y su correspondiente depreciación, de lo cual es reflejo el incremento de los precios en las tiendas en divisas y, a la vez, en los mercados de libre oferta y demanda en pesos cubanos.

Bajo la valiosa consideración de lograr un desarrollo económico creciente y sostenido, se crearían las condiciones para dar pasos progresivos con vistas a la unificación monetaria en el sector empresarial y de la población. A la vez, lo más apropiado sería hacerlo mediante aproximaciones de ambas monedas, hasta lograr la convergencia entre la moneda nacional (pesos cubanos) y el CUC. De igual forma, debido a la forma en que se estructura la economía cubana –en la cual ocupa un lugar importante la empresa estatal -, lo más aconsejable sería iniciar el proceso de unificación monetaria por ese sector empresarial.

Hasta el presente se manifiesta una especie de círculo vicioso entre bajos salarios, que a la vez conduce a bajos niveles de producción (productividad). Es decir, no hay mayores salarios porque no hay mayor producción. La devaluación (lo más aconsejable es hacerla de forma gradual)[6] pudiera ser una vía para romper dicho circulo, ya que las empresas –particularmente del sector estatal—podrían aumentar los salarios y sus trabajadores sentirse incentivados para aumentar la producción.

Todo este proceso de reunificación, con la devaluación[7] del peso cubano (sector empresarial) –de acuerdo con la tasa de cambio técnico-económicamente fundamentada, que no sería inamovible e iniciada por el sector empresarial– traerá costos y beneficios.

Entre los costos se incluiría a las empresas cuyos resultados económicos reales no les permiten seguir funcionando. Esas entidades deberán cerrar o ser subsidiadas mediante varios mecanismos de crédito por el Estado, durante un tiempo determinado, hasta que logren su solvencia. Otra alternativa es que, en consulta efectiva con sus trabajadores, estos asuman el proceso productivo bajo formas de cooperativas, con el apoyo financiero inicial del Estado, bajo condiciones de crédito bancario, subsidios, asignaciones, inversión extranjera directa o mixta con capital nacional y/o préstamos de instituciones financieras internacionales.

Durante esta fase será necesario un proceso de ajuste del empleo en la empresa estatal, en busca de eficiencia, y se mantendría solamente el personal necesario. Otros sectores pudieran asimilar el personal excedente en otras actividades, a partir de una mayor flexibilidad en la creación de nuevos espacios económicos.

Todo lo anterior requiere de un respaldo económico (ya sea en reservas, de divisas y oro nacional y/o apoyo financiero internacional) que soporte el impacto que pueda derivarse.

Las reservas de la economía cubana (ver ANEXO 1 ) han mostrado recuperación desde 2010 hasta 2017, alcanzando un nivel cercano a los 13.000 millones de USD. Por otro lado, el país renegoció la deuda externa recientemente, lo que conlleva cumplir con las obligaciones de pagos acordados, los cuales se mueven anualmente entre cuatro mil y cuatro mil 500 millones de USD. A lo anterior se une la reducción de los ingresos por exportaciones, la elevada dependencia de la importación de alimentos, materias primas, insumos, dificultades con el combustible, entre otras, así como señales de retorno al incremento de la deuda externa. El escenario actual es complejo, de acuerdo con los resultados de 2017 y primer trimestre 2018[8].

Entre los beneficios que motivaría el proceso de reunificación monetaria está que se podrá conocer realmente los niveles de eficiencia, qué entidad es rentable y cuál no.

Por otro lado, en determinado momento se tendrá que ir a la unificación monetaria y cambiaria en la esfera de la población[9]. De acuerdo con el proceso de acercamiento de las dos monedas en ese sector, es de esperar que se manifieste una revaluación del CUP (peso cubano)[10]. Ello implicaría un incremento de la capacidad de compra del peso cubano (CUP)[11] y el crecimiento inmediato de la demanda de alimentos y otros productos.

Para ello será necesario disponer de inventarios suficientes que permitan afrontar el incremento de la demanda, y/o disponer de los recursos monetarios y financieros en divisa real para comprar y pagar a los suministradores, con entregas inmediatas. También, monitorear que los precios de los productos no sean incrementados, tanto en el mercado estatal, como en el sector privado y cooperativo. Quienes han concentrado dinero, tanto en CUC como en CUP, acudirán a comprar de inmediato, particularmente los poseedores de CUP, mientras los poseedores de CUC tratarían de convertirlos a CUP.

De ocurrir la revaluación del CUP (peso cubano), aumentarían los ingresos de la población y ello pudiera contribuir a romper el círculo vicioso entre bajos salarios, que a la vez conduce a bajos niveles de producción (productividad). Sin lanzar más circulante a la calle, se lograría un incremento de los ingresos y se contribuiría a alcanzar los objetivos de mayor producción y productividad. Sin embargo, habrá que acotar determinadas variables referidas a la concentración del dinero en determinados estratos, realizar aperturas necesarias –sobre las cuales abundaremos más adelante– y actuar bajo un enfoque sistémico.

La extensión de la dualidad monetaria y cambiaria ha creado dificultades económicas, sociales y políticas.

Si bien es cierto que en los últimos años se han abierto espacios importantes para otros actores económicos (privado, cooperativas no agropecuarias), el sector empresarial estatal en su conjunto es el mayoritario y de mayor peso en la economía total, excepto en la agricultura.

El camino más adecuado para alcanzar y consolidar la existencia de una única moneda estaría dado por el crecimiento de la producción material y de servicios productivos, la generación de exportaciones que ingresen divisas y su acumulación para incrementar las reservas.

No obstante, las medidas implementadas y encaminadas en ese sentido –expresadas en la actualización del modelo económico– no han logrado el efecto esperado, por razones que requieren analizarse de forma inmediata y que han incidido desfavorablemente en los resultados económicos, pues no han tenido el dinamismo necesario para lograr un crecimiento sostenido.

El tiempo transcurrido, más allá de lo inicialmente previsto desde la instauración de la doble circulación monetaria y cambiaria, ha contribuido a complejizar más la situación.  De hecho, la realidad indica que no se puede esperar el pleno crecimiento del desarrollo económico para iniciar los pasos hacia la unificación monetaria.

Un repaso a las dificultades

En la práctica, el sistema monetario establecido tiende a una posición de equilibrio, en la cual resulta difícil avanzar en la reducción de los precios. Cada vez que la oferta se hace deficitaria o insuficiente en el mercado racionado o estatal (a precios inferiores), motiva que el consumidor tenga que mover su demanda hacia otro mercado, con diferenciales de precios sustancialmente mayores en los mercados libre, subterráneo y en divisa (CUC), para lo cual tiene que convertir sus ingresos en moneda nacional, a la tasa de cambio del mercado informal (CADECA).  Hay que tener presente que la cuantía del salario medio, como fuente de ingreso fundamental de la población, es muy insuficiente en relación con los precios vigentes y su ritmo de crecimiento.

Esta compleja situación, que se manifiesta tanto en la vida cotidiana de la población como en el sistema empresarial, demanda soluciones inmediatas. En el escenario actual se registra una depreciación del CUC –ya mencionado– y una concentración del CUC y el CUP (pesos cubanos) en determinados estratos poblacionales, lo que se traduce en poder económico creciente. La apertura para crear nuevos entes económicos no estatales en el mercado interno cuentapropista y cooperativo ha generado una demanda interna que grava a la economía nacional, por cuanto motiva gastos en USD u otra divisa sin retorno (ver ANEXO 2).

Este flujo de demanda en divisa trae consigo una serie de efectos colaterales desfavorables, no acordes con el sistema económico–social al cual se aspira.

Hay restricciones y regulaciones que impiden lograr producciones y servicios exportables a los nuevos entes económicos con posibilidades de hacerlo. La vía para garantizar la disponibilidad de USD u otra divisa y cubrir esa demanda interna creciente es, hasta el presente, la economía nacional.  De igual forma, no está permitida la participación del capital foráneo, de forma directa, en las empresas y negocios de interés para inversionistas extranjeros, como nuevas formas productivas y cooperativas agropecuarias, cuyas producciones pudieran exportarse y generar ingresos en USD u otra divisa, lo que compensaría o cubriría importaciones que, en la actualidad, realiza centralmente la economía nacional, limitando con ello sus posibilidades de inversión y desarrollo.

Por otro lado, se manifiesta una fuga de  divisas, fundamentalmente USD, que llegan al país por diversas vías, como entrega directa de remesas, ahorros por viajes al exterior, extranjeros que visitan o trabajan en el país, etc. Esa divisa se suele cambiar en el mercado subterráneo[12], cuya tasa de cambio se mueve entre 0.93-0.95, e inclusive 0.97 CUC por USD (es probable que llegue a la tasa de cambio 1 CUC por 1 USD o superior); mientras CADECA entrega 0.87 CUC por USD.

Quienes operan en este mercado subterráneo acumulan una determinada cantidad de divisas que les permite viajar al exterior (Panamá, México, Bahamas, USA y otros países), comprar artículos en zona libres o mercados mayoristas, traerlos al país y venderlos. Aun pagando los impuestos aduanales establecidos, las ventas de esas mercancías en el mercado sumergido, a precios inferiores a los de productos similares que se venden en la red de tiendas en divisas o de moneda nacional, les dejan un margen de ganancia no despreciable, por lo que repiten ese ciclo. También realizan compras en el exterior por encargo; en ambos casos están utilizando la divisa que entra y sacan del país.

En resumen, existen al menos dos rutas de fuga de divisas hacia el exterior: una, por la vía estatal (ver Anexo 2  “Flujo de demanda de divisas”); la otra, mediante  los conocidos como “mulas”, que importan productos en USD y los venden en CUC, que a  la vez convierten internamente en USD, mediante la compra en el mercado subterráneo.

Es cierto que estos últimos han encontrado una brecha no cubierta en el mercado interno y logran establecer un flujo continuo de mercancías no facilitadas por los mercados oficiales. La idea no es eliminar esta ruta, sino lograr una competencia por parte de los mercados oficiales. Pero, para ello, se necesita de establecimientos internos donde se compre en divisas (USD, euros, libras esterlinas, etc.), a precios inclusive inferiores a los que venden estos lugares subterráneos.

Respecto al drenaje de divisas, se pudiera interpretar que se está proponiendo retornar al USD en los pagos en el mercado interno. Sin embargo, es importarte mostrar algunos hechos que ayuden a reflexionar:

Informaciones brindadas recientemente por la televisión sobre la convención de Turismo en Europa, a la cual asistieron funcionarios cubanos, anunciaron inversiones importantes en la Zona del Mariel  y la construcción de viviendas en el país,  estas últimas para la venta desde el exterior, mediante pago en divisas.

Desde hace algún tiempo se están haciendo compras por Internet desde el exterior, con pagos en divisas, de productos como cárnicos (particularmente vacuno). Estas compra-ventas están priorizadas en el mercado interno (tiendas en CUC), por encima de la demanda del mercado interno.

Estos hechos son conocidos por la población y generan opiniones desfavorables, que emergen en expresiones que aluden a la discriminación, entre ellas: “¿por qué el de afuera puede y yo no?”

En ambas situaciones, de hecho, en la práctica se está yendo a un proceso de dolarización, que ya se ha iniciado desde el exterior[13].

Hay un volumen no despreciable de divisa que la población posee, no cambia en CADECA –por varias razones, como el elevado gravamen para el USD—y prefiere retenerlo y/o cambiarlo en un mercado subterráneo de divisas, con una mejor tasa de cambio. De igual forma, se compra mercancías en un lugar donde se exhiben y venden, a precios más bajos y, en cierta medida, de una mejor calidad, más actualizadas y con variado surtido. El mercado oficial no suele ser, hasta el presente, un competidor para ese mercado subterráneo.

Los aspectos hasta aquí abordados forman parte del complejo sistema en que se entrelazan las relaciones monetarias, se expresa la dualidad monetaria y cambiaria actual y se complejizan las relaciones económicas internas y su vínculo con las externas.

Mientras tanto, el comercio cobra en las dos monedas de circulación permitida.

La economía cubana se encuentra en una situación sumamente compleja, requiere obtener divisas frescas de inmediato, por diversas vías, dentro de los marcos legales establecidos, y adoptar medidas con cierto carácter emergente.

Una vez rebasado este panorama o en un escenario que muestre signos de recuperación respecto a la actual crisis, deberá prepararse un camino donde estas medidas dejen de ser emergentes y se sustituyan por las que requiere el desempeño normal de la economía.

En realidad, se necesita trabajar en varias direcciones y etapas, tomando iniciativas en el sector empresarial, donde deben eliminarse las trabas y ataduras vigentes bajo un excesivo marco regulatorio que imponen los organismos institucionales y estructuras intermedias. En muchas ocasiones, estas se convierten en prolongaciones de los organismos institucionales (las OSDES/Organización Superior de Dirección Empresarial, tratando de buscar separación de las funciones estatales de las empresariales), restan la autonomía necesaria a los productores directos y limitan sus potencialidades productivas. Esos ejemplos son evidentes en el sector agropecuario.

En el sector empresarial no estatal, particularmente el agropecuario, se necesita de autonomía para lograr un amplio desarrollo de las fuerzas productivas (cooperativas agropecuarias, privado agrícola, usufructuario agrícola, cooperativas de segundo grado). Este sector empresarial suele dar respuestas rápidas, no requiere grandes inversiones y encierra potencial exportable y de sustitución de importaciones.

Algunas consideraciones

La doble circulación monetaria y cambiaria se ha extendido más allá de lo esperado o inicialmente concebido, lo que ha deparado una situación compleja en el ámbito económico, social y político.

Sin duda, la vía del crecimiento sostenido de la economía cubana hubiera propiciado, mediante la acumulación de reservas en divisas, las aproximaciones de ambas monedas, hasta lograr la convergencia entre el CUP y el CUC, para finalmente lograr una única moneda sustentada por los incrementos de la producción material y los servicios productivos. De ese modo, hubiera sido posible una tasa de cambio técnica y económicamente fundamentada y respaldada por dicho crecimiento económico.

Se requiere implementar medidas encaminadas a la solución de esa problemática situación, acompañadas de decisiones más dinámicas, para lograr una mayor descentralización y eliminación de regulaciones y restricciones que hoy limitan el desarrollo de las fuerzas productivas y no propician los resultados esperados en la actualización del modelo económico cubano.

Las condiciones objetivas señalan que el ritmo de recuperación, crecimiento y desarrollo económico sostenido no se ha logrado; lo que hubiera permitido, sobre la base de este crecimiento, crear las condiciones para dar pasos progresivos en la unificación monetaria en el sector empresarial y la población.

La forma en que se estructura la economía cubana, donde la empresa estatal ocupa un lugar importante, suele indicar que lo más aconsejable sería iniciar el proceso de unificación monetaria por dicho sector empresarial.

Se necesita romper el círculo vicioso entre bajos salarios y bajos niveles de producción (productividad). La devaluación del peso cubano (como parte del proceso de la unificación monetaria y cambiaria, en lo empresarial) pudiera ser una vía para romper dicho círculo, ya que las empresas –particularmente el sector estatal– pudieran aumentar salarios y así incentivar a sus trabajadores a aumentar la producción.

Por otro lado, la revaluación del CUP (en la población) también pudiera contribuir a romper el círculo vicioso entre bajos ingresos, producción y productividad, teniendo en cuenta un enfoque sistémico.

El proceso de reunificación monetaria-cambiaria traerá costos y beneficios. Entre los costos: que dejen de funcionar, o busquen otras soluciones, las empresas irrentables. Entre los beneficios, permitirá que aflore la realidad: quién es rentable y quién no lo es.

Un aspecto importante de la actualización del modelo económico es haber creado nuevos espacios económicos (sector privado y cooperativas no agropecuarias). Sin embargo, ello ha generado una demanda interna que grava a la economía nacional, por cuanto motiva gastos en USD u otra divisa sin retorno. Este flujo de demanda en divisa interna provoca efectos colaterales desfavorables, ajenos al sistema económico y social al cual se aspira.

Como necesidad inmediata, para romper el ciclo que está erosionando a la economía nacional en cuanto a la disponibilidad de divisa (ver anexo 2), se sugiere lo siguiente:

Que las tiendas habilitadas y por habilitar como mercados mayoristas (alimentos, materiales, insumos en general) sean el lugar al cual acudan los nuevos entes económicos (cooperativistas no agropecuarios y privados en general, previa identificación) y que el pago por las compras realizadas se haga en USD, euros u otra divisa apropiada. Es de esperar que esta medida motive el incremento de la demanda de divisa real y, a la vez, aumente la tasa de cambio en el mercado subterráneo. También deberá incrementarse la demanda de USD en la casa de cambio informal (CADECA). Valorar la conveniencia o no de aplicar un porcentaje de descuento al precio en USD, a partir de determinada magnitud o cantidades a comprar.

De igual forma, el consumidor minorista pudiera acudir (como en la actualidad sucede), pero el pago por las compras lo asumiría en USD, sin porcentaje de descuento.

Considerar la posibilidad de que productores individuales no estatales (incluyendo las cooperativas agrícolas), que tengan potencialidades en cuanto a calidad, surtido y sistematicidad en la oferta, puedan acceder a la inversión extranjera, con el objetivo de exportar e insertarse en las cadenas de valor externas, para atraer tecnología, métodos de gestión modernos, generar ingresos en divisas y cubrir gastos en divisas generados por insumos que necesitan importarse.

El proceso de unificación monetaria y cambiaria se extenderá, necesariamente, a la población. Hay que tener presente que, fuera de las cuentas bancarias, existe una cantidad de efectivo acumulado, particularmente concentrado en un estrato reducido de la población, tanto en pesos cubanos como en CUC. Ello presiona e incide sobre la economía y todo el proceso de unificación monetaria y cambiaria.

La economía y su desempeño suelen tener puntos de contacto con otras especialidades, como la psicología, y en ello tiene una función que cumplir la comunicación.

En determinadas oportunidades se ha hecho referencia, por vías oficiales, a la necesidad del proceso de reunificación monetaria y cambiaria, que se ha dilatado y es necesario afrontar. Ello ha generado interpretaciones y rumores que, a su vez, han dado lugar a acciones, particularmente por sectores que concentran un volumen considerable de CUC, ante el posible hecho de que la única moneda que finalmente se establezca sea el CUP. Estas personas se han movido a las diversas instituciones bancarias para convertir el CUC en CUP, por lo que aclaraciones oficiales difundidas por los medios de comunicación masiva han insistido en que todo este proceso se informará de forma oportuna, en busca de tranquilidad para la población.

No obstante, se está manifestando un movimiento –a partir de los estratos mencionados– hacia la compra de bienes y raíces (viviendas, autos, electrodomésticos), con vistas a convertir los CUC en bienes duraderos, algunos de los cuales, con el transcurso del tiempo, incrementan su valor.

De lo anterior se pudiera deducir que cualquier comunicación e información sobre el tema de la dualidad monetaria-cambiaria y la reunificación requiere cuidado extremo y preciso.

Una alternativa para reducir presiones y efectos desfavorables pudiera ser la de efectuar un cambio de moneda una vez iniciados, de forma paralela o una vez terminados los ajustes en el sector empresarial. Esta medida encierra costos y beneficios económicos, políticos y sociales que, sin duda, será necesario evaluar. Hay experiencia anterior en el cambio de moneda realizado a principios del proceso revolucionario, pero entonces no circulaban dos monedas de forma paralela, ni había dualidad cambiaria.

Próximo el momento de establecer una única moneda, será necesario disponer de una tasa de cambio de la moneda nacional respecto a las divisas (USD, euros, libras esterlinas y otras), la cual se moverá de acuerdo al comportamiento del mercado financiero externo y la dinámica del crecimiento de la economía nacional.

La situación actual se torna sumamente compleja e insostenible a corto plazo. Habrá que adoptar medidas inmediatas, de forma gradual o paralela, primero en el sector empresarial, como se ha señalado: descentralizar y conceder mayor autonomía de gestión, de forma más acelerada en sectores clave como el agropecuario, la agroindustria, el sector exportador; mayor apertura a la inversión extranjera en sectores que encierran un efecto multiplicador importante, que impregnen rápido dinamismo, incluyendo las cooperativas (agropecuarias y privado).

Ese proceso deberá emprenderse con la observación necesaria y la mesura requerida que garanticen la continuidad y sostenibilidad del modelo económico-social al que se aspira, justo y con la mayor equidad posible (con todos y para el bien de todos)[14], pero que logre sostenibilidad y crecimiento. De continuar con la inmovilidad, los riesgos se irán multiplicando y podrían generar un fuerte shock a la economía, con resultados no deseados.  (2019)

Bibliografía Consultada:

Colectivo de autores, 2006 “Reflexiones sobre Economía Cubana”, Editorial de Ciencias Sociales.
Infante J. “UNIFICACIÓN MONETARIA Y CAMBIARIA. Una decisión impostergable Entrevista agosto de 2014 Periódico Granma.
Lineamientos de la Política Económica y Social, abril 2011, página 14-15 La Habana Cuba.
Nova A.: “La dualidad monetaria en la economía cubana” 18 de Enero de 2014 www.ipscuba.net
Hidalgo V, Vidal P, Tabares L “Equilibrios monetarios y política económica”, en Economía y Desarrollo. No. 2 / Vol. 127 / Jul.-Dic. / 2000.
Hidalgo Vilma y Doimedios Y. “Dualidad monetaria en Cuba: causas e implicaciones de política económica” 2016
Vidal P.: “La desaparición del CUC va a ser bastante rápida” entrevista Milena Recio  de marzo, Progreso Semanal/ Weekly 2014
Vidal P.:Portada Cuba Estudios Económicos cubanos, enero de 2016.
Dualidad Monetaria 2013 “CUC/CUP: la doble circulación” jueves de cada mes, febrero 28. Revista Temas
[1]La dualidad monetaria en el ámbito de la economía cubana fue instaurada, por vez primera, en 1914, en la etapa republicana, cuando el peso cubano comenzó a coexistir con el dólar. La circulación del dólar se interrumpió en 1948, con la creación del Banco Nacional de Cuba, que estableció el peso cubano como moneda única ((Infante J. 2016).
[2]Emisión de pesos convertibles, en diciembre de 1994.
[3]Se trata de la tasa de cambio. En marzo de 2005 se revalúan las dos monedas cubanas. Primero, con la reducción de la relación entre ellas (de 26-27 a 24-25 pesos por cada peso cubano convertible). En segundo lugar, elevando la paridad del peso cubano convertible ante el dólar: del tradicional 1 por 1 se pasó a 1,08 dólar por cada peso cubano convertible (más un recargo de 10 % en el canje a población en efectivo).
[4]En la economía cubana, el IPC (índice de precios al consumidor) suele estar determinado por: 40 % por los precios (por lo general regulados) de mercados formales, 30 % por los precios de los mercados agropecuarios y otro 30 % por los precios del mercado informal (incluye sector por cuenta propia y mercado negro). Se considera que, tras la devaluación, los mercados que primero se verían afectados por incrementos de los costos serían el formal y el agropecuario, puesto que en sus transacciones interviene la tasa de cambio oficial, ya sea a través de importaciones o en su interacción con los mercados transables en CUC. Quiere decir que alrededor del 70% de los precios incluidos en el IPC serían sensibles a la variación del tipo de cambio. Estas variaciones en los mercados formales y agropecuarios redundarían, inevitablemente, en alteraciones de los precios de los mercados informales, producto de su alta correlación.
[5]En la práctica ha surgido una tercera moneda, la llamada Carta de Liquidez (CL), con la cual se identifican los CUC que tienen real respaldo en divisas. Ello ha sucedido debido a la emisión de pesos convertibles por encima de su respaldo en divisas extranjeras (Infante J. 2016).
[6] De acuerdo con algunas experiencias, la devaluación puede efectuarse por dos vías, ambas sobre un proceso de tránsito con tipos de cambio múltiples. La primera: aplicación inicial de la devaluación en algún circuito cerrado de empresas (empresas menos vulnerables, digamos exportadoras). El resto de los circuitos seguirían incorporándose lentamente, para así tener mayor control de la situación. La segunda: aplicación de minidevaluaciones, para que las entidades afectadas se ajusten lentamente a la nueva situación.
[7] Durante el proceso de acercamiento de las dos monedas (CUP y CUC), en las relaciones inter empresariales, en el momento de inicio se parte de que 1 CUP = 1 CUC y, durante ese proceso, la aplicación de una tasa de cambio técnicamente fundamentada motivaría a dicho proceso evaluativo, a manera de ejemplo, transitar a una conversión de 8 CUP = 1 CUC. Ello implica que se requeriría de ocho veces más CUP para lograr una equivalencia con el CUC. De hecho, se manifestaría una devaluación del CUP.
[8] “Consejo de Ministros analiza actualidad económica y social del país”, 27 abril 2018. www. Cubadebate noticias.
[9]En la actualidad, la tasa de cambio establecida es de 25 CUP = 1 CUC, en la relación de compra en CADECA. La venta por CADECA es de 24 CUP = 1 CUC.
[10]En el proceso de reunificación monetaria y cambiaria, en dicha esfera, es de esperar una revaluación del CUP. La tasa de cambio que se establezca, técnicamente fundamentada (no necesariamente inamovible durante el proceso) pudiera ser, a manera de ejemplo, de 10 CUP = 1CUC o 8 CUP =1 CUC, hasta lograr una misma tasa de cambio para ambos sectores, el empresarial y el de la población. Quedaría una sola moneda nacional, con equivalencia con la divisa externa (USD, euros, etc.), cuya tasa de cambio para ambos sectores pudiera variar o ser dinámica en relación el comportamiento de la divisa real en el mercado financiero externo. Los planes económicos anuales, mediano plazo, pudieran estar sustentados sobre diversas alternativas, de acuerdo con las proyecciones del comportamiento de las tasas de cambio de las divisas reales en el mercado financiero internacional.
[11]A manera de ejemplo: el precio del muslo de pollo congelado (28 abril 2018, Mercado 3ra y 70, Miramar, Playa) era de 1.8 CUC el Kg. Por tanto, un paquete de 1.474 Kg tenía un costo total de 2,65 CUC, que a la tasa de cambio vigente de 25 CUP = 1 CUC, suma un costo total de 66,25 CUP. De mantenerse el precio (1,80 CUC por Kg) sobre el paquete  de igual peso (1.474 Kg), sobre la base de una tasa de   8 CUP por 1 CUC, el costo total del paquete sería de 21.20 CUP. Se registraría un incremento de la capacidad de compra del CUP en 3, 21 veces.
[12] Por lo general, en cada barrio existen más de un “agente” cambiario, e inclusive existen lugares donde se exhibe y vende la mercancía. Se está manifestando una banca privada.
[13] Se entiende que la economía cubana urge de obtener divisas frescas.
[14] José Martí: “Con todos y para el bien de todos”, discurso pronunciado en el Liceo Cubano en Tampa el 26 de noviembre de 1891.

15 comentarios

  1. Rogelio Nieto

    Muy buen ensayo, sobre bases reales, objetivo y equilibrado, demuestra que el asunto es sumamente complicado, y no se detiene en las dificultades, sino que ofrece alternativas de solución, ante tal magnitud del problema que repercute significativamente en el bolsillo de la población y también de la nación. Resulta honesto, profesional y realistas la valoración realizada

    Nieto

  2. Yailuma Leida

    Buen ensayo justo y realista y compensado

  3. Spadoni Paolo

    Objetivo y profesional basado en la realidad practica

  4. Bleyda

    Lo considero oportuno, este tema de la dualidad no resiste más

  5. Alicia

    Novedoso en el análisis, muestra conocimiento de la realidad de la economía cubana y valiente ante las recomendaciones

  6. Jorge Alfonso

    ALGUNAS OBSERVACIONES PUNTUALES SOBRE EL TEMA.
    1.–La unificación monetaria es vital e importante porque lleva implícito la unificación cambiaría que es la causa fundamental de las desviaciones e inexacta medición de los resultados económicos Empresariales y nacionales, hace alterado cualquier valoración de factores de nuestra economía incluso el valor del PIB, precios, rentabilidad e ingresos.
    2.- El ingreso de divisa fuete (Dólares) a las arcas del Banco central es relativo pues tuvo que respaldarse el valor equivalente en CUC con bienes y servicios muchos de los cuales incrementaron significativamente el valor de las importaciones para el sector del mercado interno en las tiendas TRD.
    3.- El nivel de ingreso no es el que bajo en los que no se beneficiaron con el incremento de los salarios y pensiones, lo que bajo con estas políticas puntuales de incrementos salariales y precios en mercados regidos por la oferta y la demanda fue el poder adquisitivo de los sectores menos favorecidos y no priorizados de nuestra economía.
    4.- En mi opinión no profesional pues lamento mucho no ser economista sino Ingeniero Agrónomo, el CUC debe devaluarse, mientras el CUP se revalora y se incrementa su valor en relación de la tasa de cambio actual respecto al CUC, hasta alcanzar una tasa única. Me gustaría que un economista me corrija si estoy equivocado, pues siempre he expresado en publicaciones de economistas similares a esta publicación que el valor del peso Cubano debe fajarse en el valor del PIB total bien determinado de acuerdo a una tasa cambiaría única real, referido al dólar, entre la cantidad de CUP circulante esto calculó debe realizarse después de reforma de precios que relacione los precios de bienes y servicios al costo real o calculado de acuerdo a una eficiencia planificada para determinar costos de producción realistas. En mi opinión una vez determinado el valor del CUP será más fácil establecer una tasa de cambio y que no se produzcan todos los males que de este paso se pronostican. Pero no estoy capacitado para demostrarlo.
    5.- En el proceso de unificación cambiaría y de unificación monetaria debe realizarse primero la reforma general de precios y salarios, para hacer menor y menos traumático el efecto sobre la población, el comercio y las empresa productivas y en todos los servicios, determinando incluso a quienes hay que hacer objeto de subsidios temporales. Creo que en Cuba aún es muy bajo el precio de la energía eléctrica, las medicinas, algunos productos alimenticios etc. etc, e igualmente ocurre con los salarios que no guardan una relación justa con el trabajo y no constituyen un estímulo al trabajo y la productividad, alejado de la satisfacción de las necesidades básicas de la clase obrera.
    6.- El incremento de predios en las tiendas TRD, y en el mercado paralelo de precios sujeto a la oferta y demanda es precisamente una rectificación de la caída de la correspondencia entre el CUC, el dólar y otras divisas.
    7.-La afectación a las empresas cuyos resultados económicos reales no les permiten seguir funcionando esas entidades y que deberán cerrar o ser subsidiadas mediante varios mecanismos de crédito por el Estado, durante un tiempo determinado, hasta que logren su solvencia. Es algo que se puede determinar e identificar previamente, para tener definido las medidas a tomar en ella para evitar su cierre y tengan una oportunidad de auto corregir sus desviaciones productivas y económicas si no se solucionan con las reformas de precios mayoristas, salarios y reducción de plantilla de empleados.
    8.-El incremento de las exportaciones hay que buscarlo con la inversión a la producción agroalimentaria sobre producciones exportables por su rápida respuesta, pudiendo hacerse los mayores esfuerzos sobre productos exportables tradicionales, Café, cacao, azúcar y derivados de esta agroindustria etc. Una medida efectiva de carácter social puede ser el recampesinado de los campos cubanos (volver a poblar de campesinos propietarios o usufructuarios el campo cubano), llevando el desarrollo y reduciendo las desigualdades entre el campo y la ciudad, que cada día se profundiza y fue una de las tareas aprobadas por la revolución y así reflejadas en la Historia me absolverá e incumplida.
    9.- El incremento de la de la capacidad de compra desmedida del CUP sin respaldo de la oferta se solucionaría con la reforma general de precios mayoristas y minoristas así como el mercado paralelo en las TRD y en los mercados de oferta y demanda de productos de consumo, utilitarios y servicios.
    10.-No se ha hecho lo posible, no se ha hecho lo necesario ni lo correcto, en el incremento de la producción y la productividad y es la causa fundamental de la grave situación económica del país, donde cada vez cresen las importaciones de alimentos y aun así no satisfacen la demanda de la población, al incrementarse el consumo en la red minorista por parte de los revendedores por cuenta propia y las pequeñas y medianas empresas privadas, con enriquecimientos de estos factores económicos que no generan retorno de divisas al Estado.

  7. GUAYABA Y TRD

    Si disminuyen autocráticamente el valor en mn del cuc (sin estar creadas las condiciones para ello-como pide el artículo y contra lo cual me opongo y explico por qué) si hacen esto -así disminuirá automáticamente el salario de todas las personas a las que les pagan en cuc-con lo cual impulsarán más a los cubanos a robar, en vez de a cuidar un puesto de trabajo- donde pudieran ganar un buen salario.
    En cambio, si :

    SOLUCIONES:

    1-Se Disminuyen los exorbitantes precios de las tiendas en cuc

    que provocan un margen de beneficio por recaudación ficticio. Es decir, las ganancias de estas tiendas estatales que tan necesarias son para la vida del cubano no generan utilidades por el aumento de la venta de productos y servicios vendidos sino por los precios exorbitantes.
    Disminuir estos precios propiciaría:

    A-Que las estrategias para comprar productos –que después se revenden a la población- hagan verdadera competencia a los revendedores, disminuyendo con ello la fuga de divisa en Panamá, o donde sea. Y Aumentando con ello la compra en las tiendas estatales para beneficio de todos y no sólo de unos pocos.

    B- Que toda la población, incluyendo las personas que tienen negocios particulares, necesiten una cantidad de dinero menor para sufragar sus vidas y/o su negocio.

    2- Permitir que todas las personas que quieran cultivar puedan tener tierras , y no sólo arrendadas, sino tenerlas y establecer negocios, aligerarles las restricciones al campesinado para vender sus producción para que las personas que hagan producir la tierra y los animales se beneficien de su sacrificio-y no los intermediarios , como está sucediendo hoy-
    trayendo esto consigo un aumento de la producción de alimentos.

    3-Establecer a partir de ahí políticas claras y definidas con respecto a un tope de precios –ya no sólo estatales si no también particulares.

    Me explico, si usted tiene condiciones para aumentar su producción o su servicio,
    Supongamos que usted cultiva guayabas:

    Si el Estado da la posibilidad A TODOS LOS QUE LA TRABAJEN de vender sus guayabas sin intermediarios , a toda la población, a comérsela cuando tenga hambre sin multarlo, sin cobrarle precios exagerados por los abonos , o por las herramientas, sino precios justos, etc.
    3.1-el Estado estará propiciando que haya más personas como usted y propiciando que produzcan más guayabas (entiéndase alimentos, o lo que sea).

    3.2-Cuando se incremente la producción, el estado entonces puede y debe topar los precios:

    Por qué
    Si el que vende guayabas, o da viajes, o lo que sea saca una ganancia de cada 10 productos 100 pesos por cada viaje y no existe un marco regulatorio de precios, subiría los precios para sacar una ganancia de 200 mientras hace 5 viajes.

    Si existiera un marco regulatorio justo que propicie la ganancia pero que tope los precios-propulsará la producción, es decir, como no se puede pasar de un precio para vender, tendrá que producir más para obtener más ganancia.

    RESULTADOS:

    -Aumentando así la Producción,

    -Competencia en base a la calidad-y no a la ausencia del producto-, y por tanto Aumento de la calidad,

    -Bienestar de la población ,

    -Disminución de la circulación monetaria,

    -Disminución de la inflación.

    -Desarrollo de los diferentes sectores de la economía.

    – Retroalimentación y sustentación entre los diferentes sectores nacionales disminuyendo los costos.

    -Disminución de las importaciones y aumento de las exportaciones.
    *Lo que posibilitaría a su vez el pago de la deuda gracias al desarrollo y mejor gestión de la economía, adquisición del Estado de moneda dura. y de paso aumentando nuestra credibilidad, el país, como socios y permitiendo la gestión de nuestros créditos a nivel de país y el extranjero con más soltura.

    – Disminución de la corrupción.
    (Debido entre otros, factores al aumento de la satisfacción de las necesidades por la vía del trabajo)

    -Ya lo había dicho?: BIENESTAR DE LA POBLACIÓN

  8. Servio Valdra

    Muy buen artículo, pero creo que el autor no comprende lo más importante: el gobierno no desea perder ni un gramo de poder y para dar estos pasos es necesario abrir la economía. Y los marxistas sabemos que el poder económico controla el poder político. El autor dice que se han emitido más CUC que los respaldados por los dólares. Eso era de esperar en un país donde existe el poder absoluto del Estado y donde todo se maneja con privilegios y desigualdades. Si no emitimos CUC, ¿Cómo mantener las tarjetas y los beneficios de la cúpula y sus familiares que compran en las tiendas de divisas sin tener acceso directo al dólar billete? ¿Cómo mantener los “estímulos” en CUC y la famosos “jabitas” de las empresas que operan dólares y CUC?
    No soy economista. Soy solo un miembro de a pie de nuestro pueblo que mira, padece y piensa y por eso creo que tengo derecho a dar mi modesta opinión.
    Si es tan necesario eliminar la doble, o mejor dicho, la triple moneda, ¿porque no eliminar de un plumazo el CUC y volver a los años 90 cuando el pueblo cubano compraba en las tiendas de divisas directamente en dólares billetes?
    El pueblo cubano no es tonto. Desde que comenzó la amenaza del gobierno de eliminar la doble moneda, la gente comenzó a ahorrar en dólares, no en CUC. El pueblo cubano no confía ni en su gobierno ni en los bancos. Saben muy bien que cuando llegue la hora del cuajo, algo inventaran para sacarte el dinero. ¿Recuerdan el cambio de moneda de 1961? Solo cambiaron hasta 10000 pesos al que tenía el dinero en el banco y mucho menos a los que la tenían en el colchón. Es muy probable que ahora hagan lo mismo.
    En estos momentos seguramente que el pueblo cubano tiene en sus colchones más dinero en efectivo que el propio gobierno. Ellos lo saben, pero no hacen nada para sacárselo con medidas de apertura porque temen perder poder político. El gobierno de Panamá, que no teme perder ningún poder, aprovecho esta situación y otorgo visas por 5 años a los “emprendedores” (llámese merolicos) cubanos para que vayan a la zona del canal a comprar para después vender en Cuba. A pesar de los gastos de pasaje, estadía, impuestos de aduana y riesgos de transportación, los merolicos venden más barato que las tiendas de divisas. Es una vergüenza que en la tienda de 3-ra y 70 haya una gran exposición de productos Samsung, pero no se pueden comprar porque solo están en “exhibición” Y cuando, rara vez, venden algunas unidades, resultan más caros que los precios de los merolicos. Por contradictorio que parezca, el gobierno cubano conoce muy bien esta situación y, en lugar de hacer algo para hacerle competencia, la celebra. Hace unas semanas conversé con un alto funcionario del Ministerio de Economía y le pregunte porque no hacían nada y me respondió: al gobierno le conviene.
    O sea, al gobierno le conviene que Panamá nos saque millones de dólares al año, tan necesarios para nuestra economía!!!! Eso es la filosofía de la incompetencia económica.
    Pondré un solo ejemplo reciente que ejemplifica la forma de pensar de nuestro gobierno. Hace unas semanas se anuncio con mucho bombo y platillos, con videos en el Noticiero estelar incluidos, la compra de 101 ómnibus chinos con un crédito de 60 millones otorgado por ese país. Unas semanas antes, se habían eliminado los “almendrones” para, según la viceministra de transporte, “aumentar la seguridad de los pasajeros” Como consecuencia de esta medida, todos los taxistas privados fueron llamados a una revisión técnica de sus autos. O sea, desean garantizar la seguridad revisando autos de las décadas del 30, 40 y 50 que son la mayoría que circulan por el país, y que por mucha revisión técnica a que sean sometidos, es imposible garantizar su buen desempeño. Esto, sin tener en cuenta que el famoso sistema de revisión técnica cubano, conocido como “Somaton” es un antro de corrupción y si dejas 20 CUC te habilitan hasta una bicicleta china como si fuera un Masseratti cero kilómetros. A diferencia de otros países donde se exigen autos con no más de 5 años de uso para trabajar como taxis, en Cuba queremos “habilitar” esas ruinas rodantes para garantizar la seguridad del pueblo. Estos viejos autos llevan 60 años resolviendo el problema de transporte a los cubanos, lo cual no ha podido resolver nunca el Gobierno, sin que nadie se percatara de su inseguridad. Ni Fidel ni Raúl nunca se metieron con ellos, pues sabían muy bien el importante papel que juegan desde 1961 cuando comenzó la escasez y cobraban 20 centavos por el tramo Playa-Terminal de Trenes. Resulta que ahora el Ministerio de Transporte, arremete contra los transportistas privados sin ni siquiera tener como sustituir el servicio que prestan. Se olvida de la falta de seguridad de los pasajeros que día a día se transportan colgados de las ventanas de los pocos y abarrotados ómnibus que circulan por La Habana por calles llenas de baches; de los trenes que se rompen a diario y tardan 24 horas en el tramo Habana-Santiago sin un baño donde defecar; de los camiones sin las más mínimas medidas de seguridad que transportan a los ciudadanos de pequeños pueblos de Cuba, a los trabajos voluntarios y a las movilizaciones de niños, adolescentes y adultos a diferentes actividades convocadas por el gobierno. Entonces, a los 60 años de estar atentando expresamente contra la seguridad del pueblo en materia de transporte, se comienzan a preocupar por la seguridad de unos cientos de viejos taxis que han resistido a pulmón y con mucha inventiva criolla los avatares de las erróneas políticas del Gobierno, que no ha sido capaz de garantizar un sistema seguro de transporte ni en los tiempos de las vacas gordas regaladas por los soviéticos. Estos viejos autos, a pesar de ser por demás inseguros mecánicamente, gastan más combustible, contaminan el medio ambiente y llenan de aceite y grasa las ya deterioradas calles de Cuba. Si realmente lo que les preocupa es la seguridad de los pasajeros, en lugar de cobrarles 600 CUC por mes de impuestos a los taxistas privados, los eximirían de los impuestos y les permitirían comprar autos nuevos en concesionarias de firmas extranjeras en Cuba a precios internacionales y no a los abusivos precios de monopolio que exige el Gobierno. Con lo que cuesta en Cuba un auto con 10 años de uso vendido por el Gobierno, se puede comprar un Mercedes, un BMW o un Audi cero kilometro en cualquier parte del mundo.
    Seguramente si Ud. habla con un comisario político del gobierno y le propone venderle autos nuevos a la población, muchos de los cuales se podrían convertir en taxis privados le dirán:
    1. Eso crea desigualdad
    ¿Y las tiendas de divisas no crearon desigualdad? ¿Y el aceite a 2 CUC (50 CUP) no crea desigualdad? ¿Y la leche a 2,50 CUC, los zapatos, la ropa de niños, los pañales y un largo etc? ¿No crean desigualdad?
    2. Cuba no tiene dinero para importar autos
    No hace falta ni un solo centavo para hacer este negocio. Solo deben autorizar a las firmas que venden autos a vender en Cuba a precios internacionales (Peugeot, Fiat, Citroen, etc) pero no en CUC, sino en dólares billetes. ¡¡¡¡Que la gente saque los dólares del colchón!!!! ¿Cómo hacerlo?
    El que desee comprar un carro que vaya al Banco Financiero Internacional y deposite el precio del mismo en dólares. Por ejemplo, 25000 dólares billetes, que es el precio de un auto utilitario barato cero kilómetros en cualquier país del mundo. De ese dinero, el banco, automáticamente (y no cuando quiera el gobierno) le transfiere a la firma extranjera el costo real del vehículo CIF-Habana, mas sus gastos de transporte, operaciones y su ganancia y se queda con el impuesto a la importación (por ejemplo 100% del valor nominal del auto CIF-Habana). Además de esto, al final del año, el gobierno le cobra a la firma, los impuestos correspondientes a: ganancias, ingresos brutos, aporte a los trabajadores cubanos y además recibe los gastos por alquiler de locales, energía, etc. En fin, como en cualquier país normal del mundo.
    Por otra parte, el cubano recibirá en el banco un cheque, o carta de pago dirigida a la firma vendedora para acreditar el pago del auto, va y retira su auto. Las firmas, por su parte deberán garantizar los talleres de mantenimiento, las piezas de repuesto, la infraestructura, etc. Todos esos servicios se continuaran cobrando solo en dólares.
    De esta forma Cuba recibirá aproximadamente 10000 dólares frescos por cada auto sin invertir un solo peso y sin el dolor de cabeza de tener que crear empresas, administradores, directores, choferes, secretarias, empleados, etc para vender carros. En sin posibilidad de mas corrupción.
    Estoy seguro que la cola será grande. En un año se podrán vender hasta 10000 autos y eso implicaría 100 millones de ganancia limpia que podrían ser utilizados para comprar ómnibus en efectivo, más baratos y mejores en el mercado internacional.
    3. No hay gasolina para garantizar el futuro movimiento de estos autos.
    Hagan el mismo negocio que con los autos. Llenen el país de gasolineras privadas que vendan en dólares billetes y verán que no faltara la gasolina.
    Este mismo negocio se pudiera repetir con empresas constructoras para resolver parte del problema de vivienda.
    ¿Y de dónde sacan los cubanos los dólares?
    De donde mismo los sacan actualmente y los meten en el colchón porque no tienen donde gastarlos, o se van a gastarlos a Panamá, Miami, Haití, México y hasta Rusia.
    Pero esto es solo un sueño. Implica perder poder y no poder mandar hasta en el que vende perros calientes y pizzas al paso en una calle. Y eso es demasiado pedir a nuestro gobierno, acostumbrado durante 60 años a practicar el monopolio de estado.
    Servio Vandla

  9. Alejandro

    Lo Considero un buen trabajo, brinda posibles soluciones, no dilatar mas, para nada oficialista, sino realista, no soy especialista pero lo considero bien fundamentado hay que oír a la academia

  10. Luis A.

    Lo considero un buen trabajo, brinda posibles soluciones, no dilatar más, para nada oficialista, sino realista, no soy especialista pero lo considero bien fundamentado; hay que oír a la academia.

  11. Mayde

    Lo considero oportuno, fundamentado, sobre realidades que se manifiestan en el entorno de la economía considero que ha tenido amplia aceptación es bueno el debate motiva a reflexionar espero se tome en cuenta

  12. PUEBLO

    Un artículo escrito detrás de un buró, sin embargo , lean este otro con los pies en la tierra:

    Y CON RESULTADOS EN LA PRÁCTICA!:

    http://www.temas.cult.cu/sites/default/files/articulos_academicos_en_pdf/11 Casimiros.pdf

  13. PUEBLO

    Entren aquí
    http://www.temas.cult.cu/sites/default/files/articulos_academicos_en_pdf/11 Casimiros.pdf

    qué interesante para resolver el principal problema de nuestro pueblo (con resultados en la práctica!).

  14. Jorge

    Dos monedas en un mismo pais, eso solo pasa aqui (vean q dice Panfilo de esto), si no rectificamos seguiremos con problemas e Inflacion en las 2, en el Banco esta a 25, si la vendes esta a 24, en mercado negro (Cuentapropistas) esta a 23, si es en menudo a 1×1 a 20 en M/N. Que locura!!!

  15. tmv

    Hay un detalle que atenta contra la prosperidad de esta machucada nación. Observé el término en un comentario. La palabra clave es CORRUPCIÓN. Esta enfermedad ha plagado la sociedad humana y hasta la cubana, llegando hasta los estratos que deben velar para que esta enfermedad no se extienda. Ahora, a los hijos y nietos de nuestros líderes dirgentes, les quedó chiquita Cuba para sus diversiones estrepitosas. Necesitan el mundo y todo su glamour. Esto lleva costos exorbitantes que salen de las arcas de este país. A esta pandilla no les interesa la unificación monetaria, ni que el pobre pueda ver en su salario la fuente para satisfacer sus necesidades básicas. Ellos lo tiene todo, lo quieren todo, y en su extensión ideológica y penetración van arrazando con todo, hasta dejar a los pueblos en la más absoluta indigencia e inseguridad. Para qué escribir más.

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