Alicia Soto y el fino arte de seleccionar cada plano
El corto de ficción El artista del siglo (2019) y el documental Presente perpetuo (2011) son obras audiovisuales que realizó esta graduada de la filial holguinera del ISA.

Alicia Soto estudió dirección de cine en la filial holguinera de la Universidad de las Artes-ISA
Foto: Cortesía de la entrevistada
Las producciones audiovisuales de la Universidad de las Artes-ISA y sus filiales, o de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños ―sobre todo las primeras―, creadas como evaluaciones o prácticas docentes, no recorren, lamentablemente y por disímiles razones, otros caminos más allá de la propia academia.
Más allá de la participación de estos materiales en determinados eventos, el público y los críticos e investigadores se pierden la posibilidad de valorar estas producciones que, si bien genésicas o creadas como parte de un proceso de aprendizaje, integran eso que el investigador camagüeyano Juan Antonio García Borrero ha llamado el “cuerpo audiovisual de la Nación”.
En los años que me he desempeñado como profesor en la filial de Holguín de la Universidad de las Artes, he encontrado muchos materiales así, sin dudas merecedores de una mayor difusión, por el alcance de su propuesta estética, como el animado Los gatos de Ulthar, de la recién graduada Melissa Sanz.
En otros, nos sorprenden los intentos, las búsquedas y los temas que componen esa cantera de posibilidades en los que el relato audiovisual se muestra.
De Presente perpetuo a Café Esperanza
Así me sucedió con dos materiales de Alicia Soto, graduada en el ISA holguinero: el corto de ficción El artista del siglo (2019) y el documental Presente perpetuo (2011), un acercamiento a la vida y obra del escritor, realizador de videoclips y cineasta Ernesto Fundora.
Graduado de San Antonio de los Baños, Fundora es un referente del videoclip en Cuba, desde que dirigió “Barrio secreto”, de Xiomara Laugart, en 1991. Su manera de apropiarse de un género, entonces en formación y evolución, acompañaría la “educación sentimental” de los cubanos frente a la televisión en los años noventa.
A sus videoclips para canciones de Edesio Alejandro, Gerardo Alfonso, Carlos Varela, Isaac Delgado, Amaury Pérez y Santiago Feliú, así como de Celia Cruz, Willy Chirino, Olga Tañón, Pancho Céspedes, Alejandra Guzmán, se sumaron documentales donde la música (Los Muñequitos de Matanzas, Compay Segundo en México, Cuba suena) y la literatura (Lezama Lima: soltar la lengua) centraban la atención de la mirada del también realizador radial y de televisión.
Esta diversidad y riqueza de la obra de Fundora atrajo a Alicia Soto para dedicarle un documental en su época de la universidad. Hoy, esta creadora que admira a Quentin Tarantino, Woody Allen y algunas cineastas independientes como Julie Miranda, trabaja actualmente en un corto titulado Café Esperanza, “que se ubica en el contexto de la pandemia”.
Pero este diálogo para Altercine IPS se concentra en su trabajo anterior.

El arte de seleccionar cada plano
Erian Peña Pupo (EPP): Te graduaste en la filial de Holguín del ISA con perfil de dirección. ¿Cuánto influyó en tu labor como realizadora ese paso por las aulas?
Alicia Soto (AS): Esa formación académica en el ISA fue sustancial, por el aprendizaje del mundo audiovisual, el conocimiento que me brindaron unos profesores a quienes agradezco cada conferencia y, sobre todo, las clases prácticas, donde roté por los departamentos de edición. Lo que más disfrutaba era ver cómo se conformaba la obra en ese universo de la edición. Comprendí el fino arte de seleccionar cada plano para obtener el resultado buscado. El claustro de profesores de excelencia total hizo que permaneciera cinco años nutriéndome de tanto contenido valioso.
EPP: Realizaste El artista del siglo justamente en el ISA…
AS: En El artista del siglo asumí la responsabilidad de la dirección y corrección del guion. Se realizó para la tesis de un compañero, Said Rodríguez, donde el tópico central fue la superposición de imágenes.
EPP: ¿Cuál es el tema principal de un cortometraje donde la dirección de actores es vital?
AS: Su tema principal es la Quentin Tarantino, de un hombre que, por motivos afectivos con su esposa, debuta con una enfermedad delirante en la cual las frustraciones son el detonante principal. Quise que el espectador notara todo lo que puede erosionar la conducta humana después de un deterioro psicológico significativo.
Desde la conversación hasta el documental
EPP: ¿Cómo surge la idea de realizar Presente perpetuo? ¿Por qué específicamente Ernesto Fundora?
AS: Presente perpetuo surge por una tarea de clase en la Universidad. Teníamos que presentar, como evaluación, una entrevista con cualquier persona que nos llamara la atención. Casualmente, Ernesto Fundora me había invitado a codirigir un videoclip en La Habana y sólo provoqué una conversación abordando varios temas. Incluso, mi interés no era siquiera hablar de cine en principio, sino de sus gustos literarios, por solo citar un ejemplo.
La conversación quedó archivada hasta que descubrí que ahí tenía suficiente material para desarrollar un documental que valorara su vida y obra.
EPP: ¿Intentaste, de alguna manera, que Presente perpetuo hiciera referencia a la “estética de Fundora” en sus materiales?
AS: Sí, totalmente. Cuando descubrí que todo el material filmado durante sus años en Cuba era tan interesante, decidí dividirlo en dos partes: las etapas dentro y fuera de Cuba. Fue muy útil poder graficar con sus videoartes, pues me daban las respuestas a mi motivación estética en toda la obra de Ernesto.
EPP: ¿Qué fue lo más complejo de su proceso de realización?
AS: Lo más complicado fue la edición, ya que rodé con diferentes formatos y luego eso podría darme un resultado no deseado. Pero precisamente en esta disparidad, digamos de formatos, le di una mirada como más envejecida o doméstica, que a mí me gusta mucho tratar; y al mismo tiempo, me permitió romper esquemas.
Quizás corra riesgos de incomprensión por parte del espectador, pero creo que eso le otorga una visión diferente al material.
EPP: ¿Qué crees que caracteriza o unifica tu mirada como realizadora?
AS: Creo que lo que unifica mi trabajo es el hecho de ser una cinéfila en potencia. También mi pasión por el mundo de las artes plásticas, la pintura renacentista y la escultura (2024).
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