Bancarización en Cuba: ¿y las personas en situación de vulnerabilidad?

Personas de la tercera edad, con bajo poder adquisitivo y tecnológico y en situación de discapacidad y/o vulnerabilidad pueden verse afectadas por las últimas medidas bancarias en Cuba.

Algunos memes de la ciudadanía manejan, desde el humor, la preocupación sobre las medidas recientes asumidas por el país.

Foto: Varios perfiles de Facebook

“Llevo días tratando de enviar transferencia por Banca Remota a través de mi teléfono y no puedo”. “En mi pueblo solo dejan sacar 2000 cup en Cadeca”. “Tremenda cola en los bancos y los cajeros para sacar efectivo”. “Ayer en un restaurante me dijeron que no podía pagar la cuenta por transferencia”. “La gente haciendo cola en Ciego de Ávila para cuando habiliten los cajeros”, “En Santiago de Cuba de la noche a la mañana, varias mipymes ya no aceptan transferencia”.

Estos y otros comentarios con evidencias fotográficas, e incluso memes, inundan las redes sociales desde que el 2 de agosto el Banco Central de Cuba (BCC) anunciara varias acciones para promover los procesos de bancarización en el país.

Según la nota oficial emitida por el BCC, con el fin de “proteger las operaciones de la población”, se limitó la extracción de efectivo de cajeros automáticos solo para personas naturales con cuentas de salarios, pensiones, personales o de ahorro.

Canales electrónicos de pago en Cuba:

–       Terminales de punto de venta (TPV), más conocidos por POS por sus siglas en inglés

–       Cajeros automáticos

–       Pasarela de pago Transfermóvil que provee ETECSA, que incluye el monedero móvil

–       Pasarela de pago Enzona que provee XETID y REDSA

–       Banca Telefónica ofrecida por los bancos

–       Banca Remota: Virtual BANDEC, Metro en línea, Banca Remota del BPA

Fuente: Banco Central de Cuba.

Los actores de la economía solo pueden solicitar efectivo en las sucursales donde operan sus cuentas y las transacciones entre sí mismos no pueden implicar efectivo, según la nota. También se prioriza el cobro de servicios mediante medios electrónicos de pagos o pasarelas de pago.

Con la puesta en marcha desde el 3 de agosto de la Resolución 111/2023 así como de otras medidas y pruebas pilotos anunciadas por el Ministerio de Comercio Interior y la Empresa Eléctrica como parte de la campaña cero efectivo, se han generado intensos debates en redes sociales y una ola de artículos de prensa en medios oficiales e independientes.

 Bancarización

Sus efectos ya están saliendo a relucir, aunque en el programa oficial de televisión, Mesa Redonda, el director general de Operaciones y Sistemas de Pagos del Banco Central de Cuba, Julio Antonio Pérez Álvarez, reiteró que es “un proceso gradual”.

Se observan largas colas en cajeros automáticos, tiendas con POS en CUP inhabilitados, mipymes y otros tipos de actores económicos con limitaciones para los pagos por transferencia, problemas de conexión y operatividad de algunos servicios de Transfermóvil, Banca Remota y Enzona; un mercado informal cambiario inestable, e incluso hasta canjes informales con gravamen entre el CUP en efectivo y el electrónico.

Si bien las autoridades bancarias, de Comercio Interior y Telecomunicaciones del país han insistido en que se avanzará con la bancarización en los lugares donde existan las condiciones, economistas y la propia ciudadanía están preocupados por sus consecuencias.

Aunque se reconoce la importancia de incrementar la bancarización para la nación caribeña, observadores señalan que la situación actual no es la mejor para medidas de este tipo.

Insisten en las posibles repercusiones no solo para los actores económicos y la economía en general, sino también para el segmento poblacional en desventaja para enfrentar este proceso: personas pensionadas, estudiantes, trabajadores informales, personas en situación de vulnerabilidad: de la tercera edad, con discapacidad, entre otras.

Destacados economistas como Ileana Díaz Hernández, Oniel Díaz Castellanos y Juan Triana Cordoví insisten en que las medidas no reducirán los precios ni la presión del circulante, y menos reducirá la informalidad ni mejorará las condiciones de vida.

“Al menos un grupo de colegas, economistas de diferentes edades, coincidimos además en que la bancarización forzada tendrá efectos negativos de corto y mediano plazos; reducirá la oferta de bienes, alimentará la inflación; promoverá una mayor informalidad en el sector monetario de la economía y generará nuevos canales informales de financiación; empujará hacia arriba la dolarización; reforzará la incertidumbre y también  contribuirá a una mayor concentración de la riqueza”, indicó Triana en un artículo al respecto para OnCuba.

Varios posts de Facebook denuncian algunas de las incomodidades que está acarreando el proceso de bancarización en marcha.

 

¿Qué pasará con las personas en situación de vulnerabilidad?

Más allá del anuncio de que se realizarán acciones de comunicación y capacitación, de manera general, no ha habido un pronunciamiento oficial específico sobre qué pasará con quienes no tengan los dispositivos tecnológicos adecuados para el pago electrónico, o las capacidades para implementarlos, o incluso para quienes no tengan una cuenta bancaria.

En resumen, qué pasará con las personas de la tercera edad, de bajo poder adquisitivo, las personas con discapacidad o en situación de vulnerabilidad, las personas de entornos rurales o zonas sin acceso a señal de telefonía móvil.

En un artículo de preguntas y respuestas, el BCC solo se limitó a contestar que el proceso de bancarización “es gradual, paulatino, en correspondencia con las condiciones económicas y

tecnológicas que se creen en cada localidad. El efectivo seguirá utilizándose, las acciones se dirigen a minimizar el uso donde las condiciones estén creadas. También puede utilizar tarjeta de pago para realizar operaciones donde exista el servicio para ello”.

Informó que se trabaja intensamente en crear condiciones donde no haya cajeros automáticos, a lo cual se podría sumar la opción del servicio de caja extra u otras facilidades en algunos comercios.

Sin embargo, la situación es un poco más compleja. El estrés ciudadano sobre la bancarización ya se siente y se ve en las redes, y la preocupación por las personas con menos condiciones para ella, también es latente.

Según los datos de población del Anuario Estadístico de Cuba 2022, en el país hay unos 8 767 353 personas mayores de 20 años; es decir con posibilidad legal de trabajar y/o poseer una cuenta bancaria o una línea telefónica con o sin acceso a datos.

Por otro lado, según datos de Tecnología de la información y las comunicaciones del propio Anuario, existen 5 217 100 usuarios que acceden a internet por red de datos y unos 7 600 100 abonados a celulares.

Si asumiéramos, para una comparación, que los que acceden a dispositivos celulares y a datos móviles tienen más de 20 años, (lo cual no es así realmente porque muchas personas menores de 20 años ya tienen celulares o acceden a internet), el resultado sería que 1 167 253 personas mayores de 20 años no cuentan con un celular para pagos por transferencia y 3 550 253 no tienen acceso por datos móviles para pagos en línea. Si se tuvieran los datos de cuántas personas menores de 20 años tiene celulares o acceden a internet, las cifras anteriores serían mayores.

Autoridades de Telecomunicaciones informaron que existen 4,3 millones de clientes activos en Transfermóvil; si como se indica es la plataforma de transferencia más empleada, existen 3 300 000  abonados a celulares que no emplean esta popular opción de pago mediante código de señalización. Si se compara con la cantidad de personas mayores de 20 años, tenemos que  4 167 353 personas de estas edades no usan dicha aplicación de transferencia bancaria.

Otro de los tantos memes que inundan las redes sobre el tema.

Se pudiera hacer el mismo análisis con Enzona, de manera individual; aunque lo ideal sería comparar quienes tienen una u otra forma de pago. Sin embargo, los datos seguirían siendo nada desdeñables.

Todavía hay un considerable número de la población que no emplea estas modalidades de pago. Los motivos, como se saben, pueden ser diversos, pero los números están ahí.

IPS Cuba realizó un sondeo rápido entre 15 personas adultas mayores de La Habana, Artemisa y Pinar del Río. De ellas, siete tenían celulares. De estas siete, cinco tenían condiciones técnicas para pasarelas de pago, cuatro tenían acceso a datos, y solo tres contaban con Transfermóvil o Enzona y lo operaban con frecuencia. De este pequeño sondeo, resaltar que estas tres personas son residentes en La Habana, lo cual denota limitada usabilidad de este tipo de pagos en otras partes del país.

A partir de estos datos experimentales, y sobre la alerta de investigaciones sobre el poco acceso a dispositivos celulares de calidad e insuficientes capacidades para el empleo de las tecnologías por parte de personas adultas mayores, se pueden realizar otros análisis.

De los 8 767 353 personas mayores de 20 años, más de 1 768 000 son personas que tienen 65 años o más, según el Anuario Estadístico. De ellas, más de 415 300 son mayores de 80 años. Si a ello le sumamos que, como indicó el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTTS), el 17% de las personas adultas mayores en Cuba viven solas, serían entonces más personas con limitadas condiciones de tener un celular de buenas prestaciones, capacidades suficientes para usarlo o sin una red de apoyo para sumarse efectivamente a la bancarización.

Esta preocupación numérica la han cualificado ya especialistas y ciudadanía que también alertan sobre el problema, aun cuando las autoridades hayan informado que se brindará capacitación y comunicaciones al respecto.

Para Ibia Vega, especialista en la inclusión social de las personas en situación de discapacidad, sin discusión “las transformaciones tecnológicas representan avances para muchos, pero hay grupos sociales que se quedarán excluidos por no tener acceso a ellas. Hoy las personas jubiladas y pensionadas no pueden tener en sus manos su dinero mensual. Para grandes ideas hay que encontrar también soluciones oportunas y viables para los más vulnerables «tecnológicamente», opinó en una publicación sobre el tema.

A este criterio se sumó Patricia Alonso Galbán, comunicadora especializada en temas de salud, quien en un comentario en otro post convocó a que “el desarrollo tecnológico y la informatización de la sociedad no nos haga olvidarnos de nuestros ancianos”. (2023)

Un comentario

  1. Julio

    Para su conocimiento, cuando la Union Europea, a finales del siglo pasado, decidió sustituir las monedas nacionales por el Euro no tuvo en cuenta a los viejitos españoles que manejaban las pesetas españolas que eran números enteros positivos y los Euros son números fraccionarios que no sabían manejar y algunos viejitos nunca supieron por qué 150 000 pesetas sólo representaban 352,74 Euros. Saludos para todos.

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