Bases energéticas tiemblan de nuevo en Cuba
La crisis energética se manifiesta en la vuelta de fuertes apagones, las colas de las gasolineras, la disminución de servicios de transporte público y otras medidas de urgencia del gobierno.
El déficit de electricidad ha vuelto a golpear a Cuba en el mes de octubre, por tropiezos ya habituales en las termoeléctricas, combinados con limitaciones severas para importar petróleo. La crisis energética ha retornado con la suma de apagones, en momentos en que las colas reaparecieron en las gasolineras y disminuyó el transporte público.
En la primera semana de octubre, la capacidad diaria de generación eléctrica volvió a registrar un déficit mayor a 800 megawatts (MW) próximo a los más de 1000 MW que conmocionaron a la población cubana un año atrás. Los cortes en la distribución de electricidad han vuelto a castigar a las ciudades, en unas provincias con más intensidad que en otras.
Pero la insuficiencia de electricidad parece registrar un alivio más pronto que en el verano del 2022. Después de una recuperación gradual de la capacidad de generación y distribución, la Unión Eléctrica reportó el 14 de octubre un déficit de 240 MW.
El gobierno había anticipado para este mes recortes de electricidad entre 400 y 450 MW.
La capacidad de generación cayó por averías y programas de mantenimiento que obligaron a detener unidades de varias de las mayores termoeléctricas del país: la de Santa Cruz del Norte, la Antonio Guiteras, Matanzas, y la del Mariel, las tres en occidente, y en las orientales Renté y Felton.
Limitaciones
Sin embargo, los ojos de la prensa han estado sobre la empresa Energas, con la unidad 6 fuera de servicio por mantenimiento. Esta compañía cubano-canadiense, que genera electricidad con el gas acompañante de los pozos de petróleo cubanos, produce el megawatt más barato, es reconocida como la más eficientes y garantiza más del 10 % de la electricidad que consume el país. La parada de cualquiera de sus unidades se siente en la distribución nacional de electricidad.
En declaraciones a la televisión cubana el director general de la Unión Eléctrica, Alfredo López Valdés, reconoció, sin embargo, como causa principal de los apagones de días recientes las limitaciones con combustibles que afronta actualmente el país.
Cuba ha carecido de diésel para reactivar grupos de generación distribuida -se alimentan con ese combustible- en sustitución temporal de la unidad 6 de Energas. Pero la industria eléctrica optó de cualquier manera por realizar los mantenimientos planificados para no correr riesgos mayores en lo adelante. Según López, la carencia de diésel afectó tanto a la generación distribuida como a las patanas generadoras de electricidad contratadas a Turquía.
La Unión Eléctrica programa sacar otras dos unidades para darles mantenimiento –la Antonio Guiteras, de Matanzas, y otra en Felton- antes de que concluya el año. La inestabilidad está anunciada para los próximos meses. La actual cadena de apagones se desató cuando la Guiteras, que es la mayor termoeléctrica del país, experimentó una rotura momentánea de calderas, a fines de septiembre.
Baja importación de petróleo
Antes de concluir septiembre, las autoridades informaron como eje del drama energético las limitaciones para importar petróleo. En el programa televisivo Mesa Redonda, el ministro de Economía, Alejandro Gil, informó «un nivel más reducido de combustibles» y anticipó un «impacto real» en la situación económica del país en octubre.
En igual programa, el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, achacó la crisis electroenergética de Cuba a la carencia de combustibles por incumplimientos de compromisos de algunos países suministradores, unidos a las trabas que pone el bloqueo económico de Estados Unidos para negociar financiamientos con bancos de terceros países.
Como consecuencia, Cuba se vio obligada a reducir la capacidad de refinación de petróleo. La carencia de diésel limitó la generación distribuida de electricidad y el transporte público. También escasea en las gasolineras y ha obligado a cerrar actividades que el gobierno consideró menos importantes.
Según De la O Levy, la refinería de La Habana, única que se mantiene abierta en Cuba, suministra este mes alrededor de mil toneladas para la generación distribuida y el resto para actividades económicas y sociales prioritarias, como la agricultura y la producción y distribución de alimentos, la salud y otras.
Gil descartó intenciones gubernamentales de paralizar la economía, pero mencionó un programa para sortear la crisis con ahorro en todos los sectores. Otras medidas apuntan a desplazar actividades del horario pico en que la industria eléctrica suele acudir a la generación distribuida, con el consumo de los combustibles más caros, deficitarios ahora.(2023)
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