Cuba sigue buscando la luz

Las centrales termoeléctricas flotantes que el gobierno ha contratado le permitirán cubrir entre el 18 y el 20 % de la capacidad de generación del país.

Una nueva central flotante de la compañía turca Karadeniz Holding entró a la bahía habanera.

Foto: Tomada de Cubadebate

Cuba inició este mes con el arribo a la bahía de La Habana de una nueva termoeléctrica flotante, con que busca aliviar los vacíos de la generación de electricidad en el país. Pero en los días siguientes persistieron apagones, menos frecuentes que en 2022, entre noticias ya habituales de otras centrales termoeléctricas sujetas a reparaciones o reincorporaciones.

Al puerto habanero llegó el primero de febrero una enorme patana con la octava central a cuestas, de bandera turca, que sumará al sistema electroenergético cubano 240 megaWatts (MW), de acuerdo con el aviso del Ministerio de Energía y Minas en Twitter.

Con la contratación a la empresa turca Karadeniz Holding de esta nueva fuente de generación, el gobierno cubano manifestó la intención de ganar capacidad para avanzar en el mantenimiento de otras centrales. A este recurso acudió tras un año 2022 con golpeo dramático de los apagones a la población.

La tecnología energética de esta nueva central, más eficiente que otras asentadas en Cuba, también permitirá moderar el consumo de diésel, uno de los más caros. El país se ve obligado a emplear este último combustible cuando activa los grupos de generación distribuida existentes en el país.

Según especialistas de la Unión Eléctrica (UNE), la suma de centrales flotantes debe cubrir en 2023 entre el 18 y el 20  % de la generación de electricidad en la mayor de las Antillas.

Estas centrales se encuentran ancladas en el puerto del Mariel y en la Bahía de La Habana, ambos en el occidente de Cuba, pero tributan electricidad a todo el país por estar enlazadas al Sistema Electroenergético Nacional.

Los apagones, sin embargo, han persistido en días posteriores al arribo de la octava termoeléctrica flotante.

Al concluir la semana pasada, la Unión Eléctrica anunció en Twitter la sincronización al Sistema de unidades de dos importantes centrales termoeléctricas, la Antonio Guiteras, en la provincia de Matanzas, y la unidad 5 de la Máximo Gómez, del Mariel, en la provincia de Artemisa.

Esta nota oficial agregó que “en este momento no existen en el territorio nacional afectaciones al fluido eléctrico por déficit de capacidad en la generación”. Pero una jornada después, la UNE pronosticó un déficit de 395 MW para la hora pico nocturna de este sábado, al cruzarse una demanda máxima de 2 800 MW con una disponibilidad de 2 475 MW.

Con la ampliación de la capacidad mediante centrales flotantes, el gobierno cubano se ha propuesto mantener fuera de servicio un número importante de termoeléctricas sujetas ahora mismo a mantenimiento. Es “parte de la estrategia para la recuperación de potencia a través de la generación térmica”, declaró el director técnico de la UNE, Lázaro Guerra.

Entre los casos inmersos ahora en una reparación mayor o detenidas por averías se encuentran varias unidades de las termoeléctricas de Nuevitas, en la provincia de Camagüey, Felton, en Holguín, Renté, en Santiago de Cuba, la de Santa Cruz del Norte, en Mayabeque y otras dos en el Mariel. (2223)

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