El deporte en Cuba en tiempos de pandemia

Del béisbol y otros demonios.

La Serie Nacional de Béisbol se realizó en Cuba con las restricciones que impone la crisis sanitaria.

Foto: Tomada de periódico Trabajadores.

La crisis sanitaria provocada por el virus que recorre el mundo hace más de un año no ha dejado nada fuera de su alcance. Todas las actividades sociales han sido afectadas en gran magnitud, y el deporte, que lo ha sentido con especial énfasis, se implicó en sus redes de contagio desde el inicio, hasta el punto de ser responsable de la primera diseminación a gran escala por Europa.

La pandemia de Covid-19 modificó el calendario de las competencias deportivas más importantes en el planeta para 2020. Unas cambiaron la fecha dentro del propio año; otras, para 2021 o 2022. Cada liga, cada torneo, cada asociación o federación deportiva, realizó los cambios de acuerdo con la naturaleza de sus estructuras.

Una buena parte de las ligas profesionales recomenzaron la temporada sin público en los estadios, y así han continuado. Como no se sabe hasta cuándo estaremos padeciendo la pandemia, las ligas, campeonatos y torneos de este año también están siendo reprogramadas.

El más importante de todos, los Juegos Olímpicos, son una incógnita, y están en controversia, aunque las autoridades japonesas han declarado que se celebrarán a partir del 23 de julio de 2021. El Comité Olímpico Internacional también lo ha ratificado y está comprometido con el éxito de los Juegos Olímpicos y los Juegos Paralímpicos en Tokio este año. ¿Será posible? Dos meses atrás, un sondeo reveló que el 80% de los japoneses se oponían a la celebración de los Juegos.

De cualquier manera, con poco público o sin él, las competencias deportivas no cesaron totalmente. Las más seguidas por los cubanos, a nivel internacional: las ligas europeas de fútbol, la NBA y la MLB –en baloncesto y béisbol– celebraron sus torneos en 2020 y lo siguen –o seguirán– haciendo este año, aunque con las restricciones que impone la crisis sanitaria.

En la Isla se detuvieron casi todas las lides deportivas el pasado año, pero aun así los aficionados al béisbol pudieron disfrutar, desde la televisión, una buena cantidad de partidos de la Serie Nacional de Béisbol, que ahora se encuentra en su etapa conclusiva.

La campaña regular de la pelota cubana, jugada sin público en los estadios, tuvo un calendario de 75 juegos, al término del cual llegaron a la postemporada ocho conjuntos: Sancti Spíritus, Granma, Matanzas, Cienfuegos, Las Tunas, Santiago, Industriales, y Pinar del Río.

Para jugar los cuartos de final se habilitaron los estadios de Sancti Spíritus y de Cienfuegos, a los que llamaron “burbujas”, replicando el término que utilizó, primero la NBA para su postemporada, en Orlando; y luego la MLB, en San Diego, Los Ángeles, Arlington, y Houston, en similar etapa competitiva. Pero, a diferencia de esas ligas profesionales de Estados Unidos, donde apenas hubo atletas contagiados con el virus, aquí sí se produjeron casos en varios equipos, al punto que se suspendieron las sub series Santiago-Las Tunas, y Cienfuegos-Matanzas.

La campaña regular de la pelota cubana, jugada sin público en los estadios, tuvo un calendario de 75 juegos.

Los cuartos de final ya concluidos tuvieron desenlaces un tanto distantes a los vaticinados, sobre todo en el duelo Sancti Spíritus-Pinar del Río, ganado por los últimos en los tres desafíos efectuados. Fue una victoria inesperada –en los pronósticos– porque los peloteros de la provincia central ocuparon el primer lugar en la tabla de posiciones durante la temporada regular, mientras los pinareños fueron los últimos en clasificar a la postemporada y terminaron en octavo lugar.

Sin embargo, ese resultado no es nada inusual si se tienen en cuenta varios factores:

  1. a) En el béisbol, en una serie corta, como son los play off –y como ha ocurrido muchas veces–, el equipo que llega a esa instancia en la mejor forma competitiva, es decir, durante el tramo final de la campaña regular, tiene grandes opciones de victoria. Y ese fue el caso de los vegueros.
  2. b) Pinar del Río pudo contar, para esos juegos específicamente, con dos lanzadores profesionales muy calificados que juegan en Japón –Liván Moinelo y Raidel Martínez–, los cuales le proporcionaron un blindaje monticular en las últimas entradas.

De cualquier forma, Sancti Spíritus peleó duro, para nada fue un adversario fácil, y salvo en el segundo juego, los marcadores fueron cerrados y se pudieron inclinar para uno u otro conjunto. Los dos factores enumerados decidieron en su contra.

El play off donde se enfrentaron Industriales y Granma tuvo otras características, fue más disputado y llegó al quinto desafío. Pero también se alejó de los pronósticos por la forma en que transcurrieron los partidos.

El conjunto de Granma salió como favorito por dos razones fundamentales: tuvo una mejor campaña que los azules y fueron segundos en la tabla, en tanto los capitalinos fueron séptimos y accedieron a la postemporada en los últimos días. Las lesiones y los contagios de coronavirus hicieron un gran estrago en la tropa habanera y su clasificación a los play off fue casi un milagro.

El otro elemento que se manejó para el favoritismo de Granma fue el pitcheo. Los lanzadores de Industriales han sido inefectivos durante muchísimo tiempo, y esta temporada no parecía ser distinta. La mayor fuerza de los azules parecía estar concentrada en su ofensiva. Aunque varios de sus jugadores titulares estaban prácticamente convalecientes de lesiones y enfermedades, lo cual limitaba la fuerza del conjunto.

Por el contrario, el equipo oriental tuvo una gran temporada y disponía para el play off con Industriales de cuatro peloteros estelares que juegan en ligas extranjeras: Lázaro Blanco, Raico Santos, Alfredo Despaigne, y Guillermo Avilés. El primero de ellos, desde la lomita de lanzamientos, fue factor determinante en la victoria de Granma.

Sin embargo, contrario a lo esperado, los pitchers de Industriales se comportaron en mucha mejor forma de lo esperado. La (falta de) ofensiva del conjunto capitalino fue la responsable de las derrotas: en 27 entradas (los tres juegos perdidos) solo anotaron una carrera. Eso los condenó al fracaso. En general, salvo el tercer desafío, en el que los azules anotaron 10 carreras, fue una sub serie decidida por los lanzadores, con marcado protagonismo de Lázaro Blanco.

El play off Matanzas-Cienfuegos, si bien confirmó al favorito –el vigente campeón nacional–, tampoco fue lo esperado. Después que los matanceros remontaron la desventaja en el primer desafío, y terminaron por imponerse, fueron muy superiores en los otros dos juegos. No se contaba con ese desbalance.

Los bateadores de Matanzas destrozaron a los lanzadores de Cienfuegos, y este conjunto, que había logrado su pase a post temporada con una ofensiva demoledora, dejó mucho que desear en ese renglón. Peloteros clave en la alineación sureña, como César Prieto y Pavel Quesada, casi nada pudieron aportar al bate.

En sentido general, fue una sub serie plagada de errores a la defensiva por ambos combinados, con juegos poco atractivos; vale decir, aburridos.

El play off Las Tunas-Santiago, favorable a los segundos 1-0 está detenido sin fecha de reanudación aún.

Ahora, Pinar del Río y Granma deben enfrentarse en una de las semifinales, mientras que en la otra, Matanzas deberá competir con quien salga victorioso del pleito entre Santiago y Las Tunas. La bola seguirá rodando en fecha próxima. Pero sin público en los estadios. (2021)

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