El desafío de exportar y empresas exportadoras en Cuba
La efectiva inserción de la nación caribeña en los mercados internacionales constituye uno de los ejes estratégicos para su desarrollo y es indispensable para alcanzar ritmos superiores de crecimiento.
La gestión del gobierno cubano, desde su asunción en 2018, ha puesto bajo la lupa la dinámica y composición de las exportaciones como una de sus prioridades. Este énfasis tiene, no obstante, una larga data. Recorridos gubernamentales, reportajes, documentos y discursos han reiterado hasta la saciedad, desde hace tiempo, un llamamiento a incrementar las exportaciones. Los resultados distan mucho de ser halagueños.
La inserción efectiva de Cuba- economía pequeña y abierta- en los mercados internacionales, constituye uno de los ejes estratégicos para su desarrollo, indispensable para alcanzar ritmos superiores de crecimiento, captar recursos en divisas, vincular actores económicos en cadenas de valor dentro y fuera del país, y acceder a prácticas y tecnologías avanzadas.
La práctica ha demostrado que no bastan los llamados a exportar, ni la compulsión mediante indicadores directivos en los planes de las empresas estatales, ni contar con productos y servicios con cierto potencial exportador. Amén de factores externos no controlables de signo adverso (bloqueo recrudecido, pandemia y sus múltiples efectos) existen debilidades propias cuya superación depende fundamentalmente de políticas y acciones internas.
El comercio exterior cubano ha estado lastrado históricamente por una alta concentración geográfica y de exportaciones de bienes de bajo valor agregado, un débil crecimiento de estas y una alta dependencia de importaciones de alimentos, combustibles y otros bienes, con una industria y agricultura nacionales de baja productividad e integración interna, bajos volúmenes de inversión y obsolescencia tecnológica que no les ha permitido jugar un papel más determinante en las exportaciones.
Y si bien ha ocurrido una modificación de la estructura exportadora del país hacia el sector de los servicios con importantes crecimientos – fundamentalmente por el auge del turismo internacional a partir de la crisis de los 90 y por la exportación de servicios médicos en la década posterior – más los resultados exitosos de la industria biotecnológica y farmacéutica, el saldo del comercio exterior, como diferencia entre el volumen de las exportaciones y las importaciones, acusa tendencia al deterioro.
En el actual escenario, evidentemente, adquiere mayor significado exportar. Y ello conduce a enfocar la mira sobre las empresas, como generadores principales de bienes y servicios.
Un perfil exportador
Además del aprovechamiento coyuntural de oportunidades de negocio que permitan exportar al menos por un tiempo productos y servicios y obtener resultados a corto plazo, la inserción sostenible de una empresa en mercados internacionales depende (junto con condiciones favorables en el entorno institucional y macroeconómico) de construir y sostener ciertas condiciones al interior de las empresas, como una especie de perfil. Una aproximación inicial a este perfil apunta a los siguientes rasgos:
Motivaciones para exportar
Espíritu emprendedor en la dirección empresarial
Manejo efectivo de procesos internos
Capacidad de adaptación
Propensión a innovar
El conocimiento del entorno de negocios
Estrategias de internacionalización
Gestión de riesgos empresariales
Algunas empresas estatales con experiencia y resultados en su internacionalización y características asociadas a este perfil, han señalado la necesidad de realizar mejores estudios de mercado, una conexión más efectiva entre empresas comercializadoras y productoras y en general con los actores nacionales, así como alianzas estratégicas con socios extranjeros, modelos de negocio basados en el uso de las TIC, calidad de las negociaciones e inversiones que respalden nuevas exportaciones y rescaten otras que aun conservan su potencial.
Más allá de las urgencias más que justificadas de exportar, construir este perfil evidentemente requerirá tiempo, esfuerzos y , como ya se dijo, de un acompañamiento del entorno general a esa empresa exportadora que deberá enfrentarse a competidores, mercados de diferentes características y barreras de entrada, con clientes más exigentes.
Ese acompañamiento se ha expresado más recientemente en decisiones como la de iniciar el proceso de ordenamiento monetario, promulgar medidas dirigidas a la empresa estatal, y regulaciones que persiguen legitimar e incentivar la participación y vínculos entre todos los actores económicos de cara a la exportación, para con ello remover obstáculos que por demás también señalaban estas empresas.
Implementar exitosamente todas estas decisiones y administrar debidamente sus riesgos, continuar con otras que apunten al fomento, legitimación y mayor autonomía de gestión de los actores económicos, en tiempos de contracción de la producción y el comercio internacionales y en particular de sectores como el turismo con una caída estimada de un 70 ciento a nivel global, resulta un desafío considerable. (2020)
Un comentario
Yunia
Bn necesito saber que tiene que hacer un TCP para importar. Gracias.