La pelota desborda la azucarera

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La Serie Nacional número 61 del béisbol cubano (SNB) transcurre por el tercio final de la etapa clasificatoria en una temporada que se ha estado jugando con público en los estadios

Foto: Archivo IPS-Cuba

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la política no cabe en la azucarera.

Carlos Varela

-I-

Son las 5:30 p.m. de un día cualquiera en la primavera de 2022 en una instalación deportiva habanera que tuvo sus días de gloria hace varias décadas. Ahora está muy lejos de lo que fue, un estado de abandono ha ido deteriorando sin remedio las canchas y los terrenos, pero igual asisten en cada jornada decenas de niños, jóvenes y hasta adultos mayores para realizar ejercicios, jugar fútbol, sóftball y béisbol. En carácter de mirón, el pelotero frustrado que no me abandona también acude ocasionalmente.

Este día de abril hay mucha actividad en el campo de béisbol y me quedo más tiempo. Me satisface ver a las más jovenes generaciones jugando pelota en lugar de fútbol, como se ha ido haciendo habitual en el país, pero me retiene, además, una conversación cercana a la que presto atención, por lo interesante que me resulta: un joven veinteañero comparte con otros sus experiencias con los cazadores de talento, una “jugada” que debe incluir la filmación de un video para mostrar las habilidades como pelotero y la forma deportiva. Son acciones individuales, por cuenta propia, para tratar de alcanzar un contrato con un club profesional, al margen del patrocinio estatal.

Luego de muchos años de demonización en el discurso de las autoridades gubernamentales en la isla, el profesionalismo ocupa cada vez mayor espacio en las proyecciones del deporte cubano. La última disciplina que entró en el ruedo fue el boxeo. Antes ya lo habían hecho (en lo que ha contratos se refiere) el baloncesto, el volibol, el fútbol, y, por supuesto, el deporte nacional, sumido en una crisis profunda por múltiples causas. Una de ellas (causa y consecuencia a la vez) es la fuga de talentos.

-II-

La Serie Nacional número 61 del béisbol cubano (SNB) transcurre por el tercio final de la etapa clasificatoria en una temporada que se ha estado jugando con público en los estadios y en cuya tabla de posiciones se observa un panorama muy reñido, pues, cuando escribo esta crónica, entre el equipo que ocupa la primera posición y el que está en el lugar doce solo hay una diferencia de ocho juegos, de manera que todavía se pueden dar muchos cambios en el tiempo que resta para concluir el calendario regular para dar paso a la postemporada.

Salvo ese atractivo, poco más se puede apuntar en esta SNB en la que los errores a la defensa y las bases por bolas otorgadas por los lanzadores se han incrementado más aún para evidenciar el descenso continuo en el nivel de la liga cubana. Una mirada a las estadísticas de bateo, fildeo, pitcheo, y a los líderes ofensivos es muy elocuente al respecto.

En su intervención, durante el programa dedicado al béisbol cubano que tuvo lugar el viernes 15 de abril en el espacio Mesa Redonda, el director nacional de la SNB, Carlos Martín Álvarez, reconoció que en los 441 juegos celebrados se habían cometido doscientos errores más que en la serie anterior y apenas pudo señalar, como elemento positivo, además de lo peleada que está la contienda, la mayor utilización de la sabermetría.

En la propia transmisión, el comisionado de ese deporte y presidente de la Federación Cubana de Béisbol (FCB), Juan Reynaldo Pérez Pardo, expresó que la contratación de peloteros cubanos en el exterior es medular para el béisbol cubano porque eleva el nivel técnico de los atletas al participar en ligas de superior calidad a la del patio y da la posibilidad de contar con mayores fondos para invertir en el desarrollo del propio deporte.

En Asia es donde se están explorando los principales contratos de trabajo para los peloteros cubanos, según afirmó el comisionado de este deporte y presidente de la Federación Cubana de Béisbol (FCB), Juan Reynaldo Pérez Pardo

A tono con ese pensamiento (los contratos en el exterior), Pérez Pardo dijo que la SNB deberá comenzar su temporada regular a partir de septiembre, puesto que es la etapa de receso en las ligas asiáticas, y es en esa zona donde se están explorando los principales contratos para los peloteros cubanos.

De acuerdo con el federativo, la estrategia alrededor de los contratos prevee montar campamentos para peloteros talentosos y una promoción de los mismos mediante la realización de un “show de talentos con una serie de pruebas que será televisado para el mundo entero”.

El comisionado informó que actualmente hay quince peloteros cubanos jugando en otras ligas y nueve en proceso de contratación, pero que solo el 47% de esos contratos fueron previstos antes del comienzo de esta SNB. Dicho de otra manera, según se infiere, once de esos veinticuatro peloteros, o no están ya participando con sus conjuntos en la actual temporada, o no llegarán con ellos al final de la campaña, lo cual, en nuestro parecer, crea un problema serio para sus equipos y para la calidad de la propia SNB. Sobre ese particular, el titular de la FCB señaló: “es un hecho que debemos revertir”.

Los planes expuestos por Pérez Pardo contemplan establecer un proceso ordenado para que los contratados puedan jugar en el extranjero y, además, participar en la SNB (siempre que los circuitos foráneos lo permitan). Dentro de esos propósitos está el ideal de que regresen a la SNB aquellos atletas que se alejaron de ella para jugar en otras ligas, y posibilitar la inserción, en el equipo nacional, a los peloteros cubanos que lo deseen dondequiera que tengan fijada su residencia.

-III-

Dos refranes me vienen a la mente a propósito de las declaraciones del presidente de la FCB: “Una cosa es con guitarra y otra con violín”; y “Del dicho al hecho hay un largo trecho”. Con el mayor respeto, sin poner en duda sus buenas intenciones, acudiendo también al lenguaje popular, no es fácil la tarea que tiene por delante. El béisbol cubano lleva mucho tiempo en picada y el órgano deportivo, durante varias décadas, les ha llamado desertores, apátridas, traidores, a los deportista de la diáspora. Sanar ese tejido, reconstruir esa relación, no es algo de un día para otro.

Una veintena de peloteros cubanos se desempeñan en la actual temporada regular de la MLB

A menos de un año para el Clásico Mundial de Béisbol, el sueño de presentar una selección con verdaderas opciones de superar la edición anterior y comenzar a restaurar el prestigio del béisbol cubano se vislumbra lejano por ahora. Por un lado, el proyecto denominado Asociación de Peloteros Cubanos Profesionales (ACPBP por sus siglas en inglés), que aspira a conformar un equipo Cuba independiente, ha sido descartado por el presidente de la Federación Mundial de Béisbol y Sóftbol (WBSC); por otro, el propósito de insertar a peloteros cubanos de otras ligas en la selección nacional –MLB incluida– tampoco parece que trascenderá las intenciones, aun cuando expone: “Los que se desempeñan en la MLB no constituyen excepciones en el propósito de la FCB de convocar a jugadores cubanos residentes en el exterior para determinados compromisos internacionales”.

La temporada regular de la MLB, recién iniciada, está ausente de la televisión de la isla; reinstaurar sus transmisiones de forma diferida y poder ver a la veintena de peloteros cubanos que allí se desempeñan sería una buena señal, hacia los aficionados del béisbol y hacia la diáspora deportiva.(2022)

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