Las cartas de la fortuna han sido tiradas para Vicenta B
Amplia ovación para la nueva película del cubano Carlos Lechuga en la sección Horizontes Latinos del Festival de Cine de San Sebastián.

En su tercer largometraje como director, Carlos Lechuga afronta la historia de una mujer cubana afrodescendiente y practicante de la santería.
Foto: Tomada de Habanafilmfestival.com
El filme Vicenta B del director y guionista cubano Carlos Lechuga ha comenzado su recorrido internacional en Festivales, y con este inicio se tiraron las cartas de la fortuna para una película que, luego de estrenarse mundialmente en el Toronto International Film Festival (TIFF), recibió una ovación cerrada en la sección Horizontes Latinos del Festival de Cine de San Sebastián.
Esta parece ser la tercera película en que el binomio Carlos Lechuga (director)-Claudia Calviño (productora) apuesta por la representación de personajes femeninos fuertes con grandes desafíos dentro de la trama. En Vicenta B han elegido, además, hablar de mujeres afrodescendientes y su entorno en la Cuba de hoy.
En sus cortos y largometrajes, Lechuga ha demostrado la capacidad de variar los tonos al contar las historias. Como dejan entrever algunos materiales audiovisuales divulgados sobre Vicenta B, esta es una película que habla de las madres cubanas y de cómo estas se ven afectadas por la emigración de sus hijos.
Pero esta línea argumental se abre hacia el tema más difícil sobre cómo será el futuro de Cuba; y la preocupación personal del director por aquellos que se quedan, o los que se irán. Un leit motiv que Lechuga ya abordó magistralmente en Generación, su anterior cortometraje, codirigido con Marcos A. Castillo.
Filmada en pandemia
Vicenta B fue una película cubana independiente, rodada durante los tiempos de la covid 19 y con objetivos muy claros dentro de la filmación. Ahí están los post en redes sociales de su productora Claudia Calviño para demostrarlo.
El filme se propuso no solamente ser un objeto artístico-estético, sino que la producción intentó mantener una política medioambiental en lo que a asuntos de rodaje y consumos se refiere.

También en medio de la pandemia, con muchos negocios del sector privado y estatal cerrados, por razones obvias, Claudia Calviño tomó la iniciativa de lanzar un “crowdfunding en especie”. Con ello llamaba a una parte de la comunidad cinematográfica, pero también de amistades y sociedad en general, para que pudieran colaborar con el filme en la donación de insumos de protección sanitaria fundamentalmente.
Al cine independiente cubano no le son ajenas la búsqueda de técnicas o soluciones creativas de producción dentro del panorama actual; pero, sin duda alguna, varias de estas vías de producción como las utilizadas en Vicenta B. tal vez puedan irse quedando de material de estudio para futuras producciones.
Vicenta Hernández o Linnett B
El filme de Lechuga tiene otra gran apuesta, y es su actriz principal Linnett Hernández Valdés. El cine cubano no abunda en protagonistas femeninas afrodescendientes. En ese sentido, aunque con excepciones y también con el aumento del debate acerca de estas problemáticas, el cine cubano, ya sea independiente o institucional, continúa siendo mayoritariamente blanco, CIS y heterosexual.
Ya solo la simple aparición de Hernández en pantalla es un adelanto suficiente para visionar el filme con la expectativa de abrir la discusión en cuanto a representación y representatividad se refiere.
Por su parte, la actriz confesó a la prensa que este ha sido el rol más difícil asumido en su carrera. A pesar de que en su trayectoria ya destacan títulos como Cartagena, junto a Sophie Marceau y Christopher Lambert; o Del amor y otros demonios, así como numerosas obras teatrales.
Hernández, en la piel de Vicenta, es una poderosa santera que se enfrenta a la partida de su hijo y a la pérdida de su don de adivinación ante las preocupaciones que la circundan. La dualidad madre-mujer es de difícil construcción en el cine y más bajo la mirada masculina de un director; por lo cual, esta puede ser también otra arista interesante que aporte Vicenta B.
Carlos Lechuga ha comentado que tomó como inspiración a su abuela para la creación del personaje femenino. Ella era una mujer reconocida por sus cualidades adivinatorias y de consulta mediante las cartas.
Sobre la preparación del personaje, Linnett ha explicado que acudió a tarotistas y cartománticas. “Me contaban cómo tiraban las cartas y hablaban, se conectaban, con esos espíritus. Para mí este es sobre todo un homenaje a la mujer negra y santera cubana”, indicó la actriz a los medios.
A Hernández la acompañan otros actores como Pedro Martínez, en el papel de su hijo; Eduardo Martínez, en el rol de su expareja y padre de su hijo; así como Mireya Chapman, Aimee Despaigne, Ana Flavia Ramos y Rachel Pastor.
Las cartas hablaron y Vicenta continúa su camino
Tanto las presentaciones en el TIFF como en San Sebastián son solo el inicio del recorrido de Vicenta B. La cinta ya está programada para el Festival Biarritz, el Cinema de Chicago y el Festival de Cine de Ceará.
Hasta el momento, el largometraje de Lechuga cuenta no solo con la aceptación de los públicos que lo visionan. Además, ha desatado preguntas, despertado cuestionamientos, inquietudes, que van más allá, en ocasiones, del desenvolvimiento de su conflicto dramático.
Observando el inicio de este viaje cinematográfico, no hace falta consultar mucho las cartas para saber el destino de Vicenta B. Está claro que le resta un camino largo y variado, con muchas presentaciones, en las que esta aparentemente “simple” historia motivará el análisis y desencadenará reacciones (2022).
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