Fidel Castro en la mirada de dos jóvenes fotógrafos cubanos

Con esta primera muestra bipersonal, Daniela y Jorge Ricardo, evidencian que más allá de la “técnica”, lo imprescindible sigue siendo el talento y la sensibilidad para captar “el instante preciso”.

Abierta hasta el próximo 31 de marzo, en la sede de la revista cultural La Jiribilla en 5ta y D, Vedado, la muestra bipersonal Despedida, dedicada al recientemente fallecido líder cubano Fidel Castro.

Foto: Kike

La noticia dejó muda la ciudad, huérfana de ruidos y pregones. La muerte de Fidel Castro sorprendió a todos y estremeció los rincones de la Isla. Pero había que hacer algo: algo para agradecer; también para testimoniar.

Y Daniela Muñoz Barroso y Jorge Ricardo Ramírez Fuentes no se lo pensaron dos veces. Con 22 y 26 años, respectivamente, y ambos estudiantes de la Facultad de Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual, de la Universidad de las Artes, en Cuba, tomaron sus cámaras fotográficas y se fueron a las calles, donde cubanas y cubanos expresaban su dolor pero también su respeto y gratitud.

De ese impulso creativo y sensible nació la muestra “Despedida”, que recoge una selección de 25 imágenes de instantes captados por los lentes de los jóvenes en el largo recorrido que hicieron, de modo espontáneo, desde La Habana hasta Santiago de Cuba.

En la inauguración de la muestra asistieron, mayoritariamente, jóvenes.

Rostros de agradecidos anónimos

Daniela y Jorge Ricardo no se imaginaron que aquel primer impulso de dejar constancia gráfica sobre el tributo a Fidel por toda Cuba, los llevaría a seleccionar y luego a exponer sus fotografías. Y, claro, a exponerse ellos mismos frente a las miradas de quienes observamos no sólo la composición, el ángulo, el juego entre los primeros planos y los fondos, las transparencias y el empleo de la luz, sino también la carga humana, tangencial y vívida expresada en imágenes que se fijan en la retina y nos recolocan en la experiencia dolorosamente sentida.

Daniela y Jorge Ricardo

“No vinieron en el Granma, no lucharon en la Sierra Maestra, ni tampoco en Playa Girón; no vivieron la Crisis de los Misiles, no alfabetizaron ni cortaron caña en los calurosos días de la Zafra de los Diez Millones; no estudiaron en la URSS ni arriesgaron sus vidas en Angola. Para ellos, los duros 90 son un cuento de mal gusto, una pesadilla que a ratos recuerdan sus familiares cuando conversan sobre aquellos años de escaseces y necesidades en que sus hijos nacieron y echaron a andar.
Desde entonces vienen labrando su propio rumbo, distinto al de sus padres, madres y abuelos. Sin embargo, su marcha tiene muchos rasgos en común con la de generaciones anteriores: Daniela Muñoz Barroso (22 años) y Jorge Ricardo Ramírez Fuentes (26 años) han recorrido los caminos ya sembrados por Fidel y su Revolución. Y su travesía, aunque no comenzó hace 60 años en Tuxpan, ha estado estrechamente vinculada con los derroteros de la Cuba de las últimas cinco décadas”. (Mario Muñoz)

Y ahí, precisamente, está uno de los aciertos de esta exposición, en el modo en que nos recoloca frente al hecho: el valor de fragmentar o difuminar una parte del todo para expresar su sentido más humano pero sin efectismos, ni rebuscamientos técnicos, sino apelando al testimonio visual de rostros anónimos diversos por su raza, edad, generaciones… Y cómo la cámara, y detrás de ella, los fotógrafos, fijan la manera en que esos rostros viven la experiencia, devolviéndole su valor de expresividad como lugar de sentido.

La nuestra es una época sedienta de máscaras, necesitada de travestismos e incorporaciones de rostros superpuestos que nos identifiquen, aunque sean transitoriamente; sin embargo las imágenes de Daniela y Jorge Ricardo, se contraponen a este discurso para acercarnos a los anónimos agradecidos sin enmascaramiento ni teatralización, son rostros auténticos que revelan pasiones, sentimientos, huellas de memorias vividas y sufridas. En este afán de descubrimiento e interiorización imagino lo difícil que haya sido para ambos jóvenes arriesgarse a plasmar lo que hay en cada rostro fotografiado y luego a adivinar lo que no se muestra a simple vista. Pues en la interioridad es donde siempre acontece el drama.

Si el rostro es humano en sí mismo, también el rostro es el lugar de la mirada. El lugar desde donde se ve y desde donde también uno es visto. De ahí que el rostro sea el lugar privilegiado de las relaciones y funciones sociales. Al parecer Daniela y Jorge Ricardo tenían bien claro el sentido de lo querían decirnos con estas imágenes.

Rostros que se multiplicaron por toda la Isla.

El tratamiento de los primeros planos, por ejemplo, está implícitamente sustentado en esta certeza: como en el cine, el primer plano determina siempre tiempo, el tiempo interior de las personas y el tiempo en que ocurre lo que se está contando, y cómo cada persona lo muestra para nosotros.

Como lugar de la mirada, el ojo de los fotógrafos también expone un compromiso que evade la superficialidad, porque trasgrede el lugar común, le da sentido a lo narrado y ofrece en el continuo de las imágenes un canal de comunicación a distintos niveles con su medio y con sus semejantes.

Juego de enfoque y desenfoque para devolvernos una lectura nueva de dos íconos.

¿Tributo? No hay dudas que Despedida, lo es. Y mejor aún que sean dos talentosos jóvenes, los que nos dejen este sencillo, sincero y auténtico testimonio de quienes desde el agradecimiento siguen acompañando la obra y el pensamiento de Fidel, cámara en mano. (2017)

2 comentarios

  1. Juanito

    Como dice el artículo, la verdadera vocación de estos jóvenes fotógrafos está en su sentimiento y compromiso. Felicitaciones.

  2. Angelica

    Gracias a Daniela y a Jorge Ricardo. Por sus fotos, volví a revivir esos instantes que ya son historia.

Su dirección email no será publicada. Los campos marcados * son obligatorios.

Normas para comentar:

  • Los comentarios deben estar relacionados con el tema propuesto en el artículo.
  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los comentarios que incumplan con las normas de este sitio.