La Feria Internacional de Turismo, FitCuba 2025, mostró las maniobras cubanas para sacar del bache a un sector que comenzó el año entre signos de crisis persistente. Las negociaciones anunciadas indican que la industria sin chimeneas busca en China, una recuperación de los socios y mercados que ha perdido en lares europeos por las presiones financieras estadounidenses.

Los organizadores dedicaron el evento al gigante asiático como invitado principal, con el declarado propósito de convertir a La Habana en hub principal de los vuelos entre China y el Caribe y a Cuba en el primer destino de la región para los turistas de esa nación asiática.

Las negociaciones en marcha incluyen el arrendamiento de instalaciones hoteleras a compañías chinas. El Hotel Copacabana de La Habana izará bandera roja en breve, a juzgar por dos cartas de intención en la negociación de un contrato de arrendamiento. Los documentos se firmaron durante el Foro de Negocios Cuba-China en FitCuba 2025.

Sobre las motivaciones cubanas el ministro de Turismo, Juan Carlos García Granda comentó que “China tiene el potencial para ser uno de nuestros principales emisores de turismo. Los turistas chinos son conocidos por su alto gasto, y estamos explorando nuevas rutas aéreas desde diferentes regiones de China”, dijo.

Tras el reinicio de los vuelos de Air China hace un año y la exención de visado a los ciudadanos chinos titulares de pasaportes ordinario, la emisión del mercado chino “creció uno y medio veces”, dijo el ministro.

A pesar de ser antípodas geográficas, los últimos años revelan un sostenido incremento en el flujo turístico entre ambos países, en abierto contraste con otros mercados.

De acuerdo con indicadores de Beijing, el intercambio de visitantes  ha crecido de manera sostenida: entre 2010-2019, el turismo desde Cuba hacia China registró un crecimiento anual promedio de 10,1 por ciento, mientras que en 2024 el número de turistas chinos en viajes a Cuba aumentó un 48,6 por ciento.

Durante recorridos por la Feria con el viceministro de Cultura y Turismo de China, Rao Quan, el ministro cubano informó que entre las acciones que planifican para estrechar nexos se encuentra el incremento de la conectividad, la entrada al mercado chino más allá de Beijing y lograr que llegue la inversión de empresarios chinos a la industria turística de la mayor de las Antillas.

Durante la Feria, el presidente de la Academia de Turismo de China, Dai Bin, calificó de prometedores los horizontes de la cooperación económico-comercial y los intercambios con Cuba.

El flujo de visitantes asiáticos no se aproxima todavía a la lista de los 10 emisores principales, en momentos de fuerte baja general. De acuerdo con la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), en los primeros tres meses del 2025 el arribo de visitantes del mundo disminuyó casi un 30 por ciento, al llegar a poco más de medio millón, el 70,7 por ciento de la recepción en el primer trimestre de 2024.

Canadá registró una de las bajas proporcionales mayores entre los mercados principales. Aunque se mantuvo en primer lugar, con 272.274 visitantes canadienses, representó una pérdida del 31,8 por ciento. Rusia, otro de los mercados donde la industria cubana del ocio ha puesto interés de recuperación, tuvo un primer trimestre pésimo, con reducción de 50,1 por ciento en el envío de visitantes a Cuba.

Por el momento, China como Rusia no asoman como gran alternativa para compensar con flujos de visitantes los mercados deprimidos de Europa y Canadá, sino como oportunidad para encontrar negociantes y financiamientos que sustituyan los bancos europeos que se le cierran a Cuba por las presiones de Estados Unidos.(2025)