Audiovisual de Palomas visibiliza conflictos de mujeres cubanas

El nuevo documental de la casa productora aboga por eliminar dificultades, brechas y obstáculos para aspirar a la igualdad de oportunidades y de derechos

La presentación a la prensa del documental “Todos los días son 8 de marzo” también incluyó un panel con especialistas que analizaron temas habituales en las obras de Palomas.

Foto: Archivo IPS Cuba

La Habana, 21 mar.- A la par de los avances experimentados por las cubanas, deudas y brechas requieren políticas públicas que alcancen y empoderen a todas las personas, es un llamado que lanza el nuevo audiovisual del Proyecto Palomas: Todos los días son 8 de marzo.

Son las historias de 23 mujeres cubanas diversas: socióloga, jazzista, trabajadoras del hogar, historiadora, lideresas de un proyecto comunitario y de un emprendimiento, madres cuidadoras, investigadora social, directora de televisión, bartender, periodista deportiva, psicóloga y cuidadora y una artista visual.

También comparten sus vivencias y vicisitudes una técnica en documentación, una artesana y narradora oral con epilepsia, una jubilada y una médica hasta completar la lista de 23, de unas 70 preseleccionadas inicialmente.

Todas ellas, desde sus penas, alegrías, decepciones, esperanzas, voluntad de seguir, iras y resiliencia, representan las vidas de muchas otras mujeres y resumen realidades y dolores, problemas y deudas sociales.

Con realización y dirección de Lizette Vila y Sergio Cabrera, el material tuvo el apoyo del Centro Félix Varela, Care Internacional, la Embajada de Canadá, la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (Cosude), el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos y su Proyecto 23, la Empresa de Grabaciones Musicales y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa).

Según explicó Vila, se trata de un proyecto que comprende el documental, en proceso; dos encuentros, uno con muchachas graduadas y estudiantes de música, interesadas en el jazz, y otro, con acomodadoras, taquilleras, administradoras y otro personal de los cines, así como un mural realizado por jóvenes artistas visuales en el cine Yara, de La Habana.

Visiones

Un panel que acompañó la presentación del documental a la prensa, una acción de capacitación habitual tras cada audiovisual de Palomas, reunió a la periodista Dixie Edith Trinquete, la activista e investigadora Aracely Rodríguez, del Instituto de Filosofía, y al vicedecano y profesor titular de la Facultad de Derecho de la Universidad de la Habana, Yuri Pérez.

De acuerdo con Trinquete, en el audiovisual “hay un abanico de la dinámica demográfica de este país, con todas sus complejidades, todos los entretelones, los entrecruzamientos y las imperfecciones”.

La también doctora en Ciencias Demográficas destacó la altísima heterogeneidad en el comportamiento de los indicadores sociales, económicos, los lugares donde viven las personas, las diferencias por edad, territorio, sexo y género, entre otras variables.

“Todos los días son 8 de marzo”, consideró, muestra las deudas que persisten “en términos de equidad e igualdad, que van atravesando todo el material, o sea, nos están poniendo un retrato del país que somos, del que queremos y necesitamos que sea”.

Para Rodríguez, en el discurso aparecen una y otras vez palabras que se articulan, entre ellas, dignidad, escudo, silenciamiento y ese dolor “que tenemos las mujeres, que va mucho más allá de los problemas que se nos presentan en la vida, ese dolor histórico que nos arrastra y que vamos sumando a través de la vida”.

Según analizó, detrás de cada una de estas mujeres hay una necesidad, no solamente de recibir una chequera (talonario de cupones utilizado para el cobro mensual de jubilados y pensionados), sino también de empoderarse.

“Va más allá del empoderamiento económico, va por el empoderamiento social, que como mujeres no limite el crecimiento porque, por ejemplo, tengamos cuatro hijos, y tiene que ver también con el empoderamiento espiritual”, consideró.

Para reivindicar derechos

El vicedecano de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana señaló que el audiovisual no busca culpables, sino soluciones, y conecta con términos como dignidad, un principio, un valor y un derecho.

En su opinión, es un documental de demanda, de exigencia y “se conecta con términos como dignidad y para los juristas, la dignidad es un principio, un valor, un derecho”.

A su vez, coincidió con Trinquete en que no existe una mujer cubana única, sino muchas maneras de serlo, como son disímiles las dificultades que atraviesan esas mujeres y las diversidades se van cruzando unas con otras.

Aunque las historias son diversas, consideró Pérez, “el discurso es único y busca reivindicar derechos que hoy pueden ser una conquista formal, pero que persisten a partir de las deudas y las brechas” que están todavía en la sociedad.

Para el académico, no se trata de una obra “complaciente”, sino que enfoca historias de vida “tristes y complicadas,  pero no derrotadas, sino que hablan de la resiliencia”.

Sergio Cabrera, coordinador general de Palomas, señaló que este no es un documental de mujeres sobre las mujeres, para decisores y decisoras, sino –como se quiso desde la filosofía de su construcción–, es para las cubanas y los cubanos, es para transformar.

Ellas “son voz de otras tantas que no lo han logrado, por tanto, no se trata de estas 23 mujeres, sino de lo que ellas significan para este proyecto, para esa construcción que queremos hacer en Cuba”, enfatizó.

Según se anunció, la presentación al público, prevista para el 25 de marzo, se pospuso por razones técnicas. (2023)

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