La Habana, 21 oct.- Una ola de cuestionamientos desató en redes sociales la condena de cinco años de arresto domiciliario dispuesta por un tribunal de La Habana al trovador Fernando Bécquer, juzgado por acusaciones de abusos lascivos.

Desde diciembre del pasado año, en espacios digitales como Facebook se vierten múltiples criterios en torno a los testimonios de mujeres que reclamaron un proceso judicial contra Bécquer e información pública al respecto.

Casi un año después de las denuncias, se emitió la sentencia, considerada leve para el hecho llevado a los tribunales. Esto disgustó a mujeres víctimas del músico y a activistas por la no violencia de género, tras la satisfacción inicial que expresaron por la realización del juicio.

Según publicó en la red social Facebook la revista Muchachas, de la Editorial de la Mujer, adscrita a la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), “se realizó la vista oral del proceso, el pasado 18 de octubre, en el Tribunal Municipal Popular de Centro Habana”.

El único medio oficial cubano que hasta ese momento se refirió al hecho que involucra a un artista que actuaba con frecuencia en conciertos y actos públicos, recordó que “en diciembre de 2021, varias mujeres denunciaron públicamente haber sido víctimas del músico”.

A la vez, reveló que el 19 de octubre pasado se dio a conocer el fallo, en el cual, “el acusado fue declarado culpable, con una sentencia de cinco años subsidiado con limitación de libertad”, lo que generó reacciones de desacuerdo en las redes sociales.

Sobre el proceso

“El proceso vivido deja un mensaje fundamental a la sociedad cubana: la violencia de género no puede quedar impune y las víctimas necesitan acompañamiento. Para ello existen las leyes y programas actuales”, publicó la revista, en tanto la Secretaria General de la FMC, Teresa Amarelle, escribió en su cuenta en Twitter: “la justicia revolucionaria prevalecerá”.

En un testimonio sobre el juicio, publicado en Facebook, Massy Carram se quejó de que durante las 12 horas que duró la vista oral, el acusado “se paseó libremente por la calle, salió a almorzar y a merendar con su abogado, Francisco Tapia.

Aunque existe en Cuba un nuevo Código Penal, aprobado en mayo de 2022, que incrementa la protección a las víctimas y aumenta la sanción a las diversas formas de violencia de género, Bécquer se benefició de que su entrada en vigor no se producirá hasta diciembre venidero.

Carram consideró “curioso cómo, a casi tres meses de (que comience) la implementación del nuevo Código Penal, sabido por todos que es mucho más agresivo, ahora deciden realizar este juicio”.

Críticas y reflexiones

Gretter Vázquez consideró que representa un “insuficiente castigo, pero vamos avanzando. Podemos considerarlo una victoria #ToleranciaCero #Niunamenos”, escribió.

Por su parte, la jurista Deyni Terry, señaló que lo justo ha sido la apertura de un proceso penal contra el sancionado, lo injusto, subsidiar con trabajo correccional sin internamiento la sanción principal. “Es inconcebible la desproporción entre lo resuelto por la sala sancionadora, el daño sufrido por las víctimas y el acto socialmente peligroso”, opinó.

Para Terry, la cantidad de mujeres agredidas por el acusado, “indudablemente, llega a constituir una agravante, y la concurrencia de delitos continuados los hace de alta peligrosidad”.

En su análisis sobre el caso y la condena, el ensayista e investigador Julio César Guanche se basó en los criterios del Código Penal vigente.

A su juicio, aun con la condena prevista en el código para el delito de abusos lascivos y la ausencia de antecedentes penales conocidos, “la treintena de testimonios acusatorios, de los que más de cinco llegaron en este momento al juicio”, “sancionar con privación de libertad hubiera sido justo”.

Consideró además que “resulta crucial la legitimización de la voz de las víctimas que supone el veredicto. Bécquer ha sido sancionado como culpable. En este tipo de delitos, se corre con frecuencia el riesgo de no creer a las víctimas, que sean maltratadas o queden marginadas socialmente”.

En tal sentido, apuntó que “un veredicto de culpabilidad es el principio de cualquier camino de reparación de las víctimas”.

Aunque el trovador “buscó protección política, enarbolando un discurso revolucionario (…) contra varios pronósticos, ha sido declarado culpable”, agregó Guanche, quien destacó “el valor de las primeras veces” y se refirió a la sobrepenalización en el país de delitos de naturaleza política y a los discursos racistas que afloraron a raíz del caso de Bécquer.

Por su parte, en su perfil en Facebook, la plataforma feminista #YositecreoenCuba consideró la sanción como “una vergüenza” y criticó a los medios estatales por el silencio sobre el proceso.

La publicación resaltó: “Esta condena no repara a sus víctimas, que al menos ya pueden cerrar este largo ciclo de revictimización, ciberacoso y demora del juicio. No contiene a un depredador sexual ni protege a potenciales víctimas futuras”.

Sobre la sanción, alertó que la limitación de libertad contempla la posibilidad de cancelar los antecedentes penales una vez cumplida la sanción. (2022)