Programa de gobierno para las cubanas busca la igualdad

La adopción de un programa nacional de empoderamiento femenino podría representar un punto de giro por la no discriminación ni violencias basadas en género.

El Plan de Acción intenta fomentar el debate acerca del tratamiento del papel de las mujeres a nivel público y doméstico en las familias, comunidades, medios de comunicación, organizaciones de masas, políticas y estudiantiles y centros laborales.

Foto: Archivo IPS Cuba

La Habana, 13 nov.- Cerrar brechas, evitar retrocesos, eliminar expresiones de discriminación y alcanzar una mayor igualdad de derechos, oportunidades y posibilidades, persigue el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres (PAM), adoptado por Cuba.

Presentado en el Consejo de Ministros el pasado 30 de octubre, el PAM se implementará mediante un Plan de Acción que incluye 44 medidas en siete áreas de especial atención, con alcance a todos los organismos y organizaciones, que será revisado como programa gubernamental cada tres meses por el presidente cubano.

Teresa Amarelle, presidenta de la no gubernamental Federación de Mujeres Cubanas (FMC), dijo la víspera en el programa televisivo Mesa Redonda Informativa que este programa no es nuevo, sino que va a ampliar el impacto que ha tenido la revolución en las mujeres.

El PAM, consideró la secretaria general de la FMC, es una muestra de la voluntad política del Estado, el gobierno y el Partido Comunista de Cuba, y promoverá el avance femenino, toda vez que las manifestaciones de discriminación persistentes en la sociedad obstaculizan un mayor resultado en lo económico, político, social y familiar.

Áreas de prioridad en el Plan de Acción

  1. Empoderamiento económico de las mujeres
  2. Medios de comunicación
  3. Educación, prevención y trabajo social
  4. Acceso a la toma de decisiones
  5. Legislación y derecho
  6. Salud sexual y reproductiva
  7. Estadísticas e investigaciones

Se prevé que el programa permita lograr mayor sistematicidad en el cumplimiento de las acciones que promuevan el empoderamiento de las mujeres por parte de los Organismos de la Administración Central del Estado, entidades nacionales y territoriales, organizaciones e instituciones, así como enfrentar los obstáculos relacionados con la igualdad de género.

A su vez, se propone promover acciones educativas, formativas y divulgativas, desde la niñez, que conduzcan  a fortalecer relaciones interpersonales basadas en la igualdad, el respeto y la responsabilidad compartida e insertar el tema de género en los planes y programas de estudio de todas las formas y niveles de enseñanza.

El PAM intenta igualmente fomentar el debate acerca del tratamiento del papel de las mujeres a nivel público y doméstico en las familias, comunidades, medios de comunicación, organizaciones de masas, políticas y estudiantiles y centros laborales.

Justicia de género

En su intervención en la mesa, Rosabel Gamón, viceministra primera del Ministerio de Justicia, destacó como fortaleza del programa haber incluido el área de la legislación y derecho.

Desde que se comienzan a elaborar las políticas que luego se convierten en normas jurídicas, la cartera tiene entre sus responsabilidades “garantizar que exista un lenguaje inclusivo, con una perspectiva de género, donde no haya vestigio de discriminación de ningún tipo, mucho menos discriminación hacia la mujer y los temas de violencia”, dijo.

A su vez, se capacitará a los estudiantes de Derecho, profesionales y operadores en perspectiva de género, para dotarlos de instrumentos y herramientas que permitan la protección eficaz de los derechos de las mujeres y el conocimiento de normas nacionales e internacionales.

Esa estrategia posibilita identificar desde el conocimiento de las expresiones de discriminación directa o indirecta, por mínimas que sean, y perfeccionar la legislación vigente para garantizar el enfrentamiento efectivo, control y seguimiento a todas las manifestaciones de violencia de género e intrafamiliar.

A su vez, dijo, se considera de mucha importancia garantizar la labor institucional, la educación y la cultura jurídica de la sociedad en los aspectos de lenguaje de género, inclusión, oposición a cualquier forma de discriminación, desde la niñez, la juventud y las personas adultas mayores.

Por otra parte, Gamón recalcó que no basta con la legislación. “Podemos tener políticas muy bien instrumentadas, leyes excelentemente elaboradas donde se aborden todos estos aspectos, que si no somos capaces de lograr que se implementen eficazmente y no tenemos un control riguroso de cómo se van cumpliendo, no habremos resueltos los problemas y desafíos”, apuntó.

Este programa, destacó Margarita Valle, de la Dirección de Asuntos Multilaterales y Derecho Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores, se ajusta a los principios de la Agenda 2030 de Naciones Unidas y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Según dijo Valle, la FMC ha funcionado como el mecanismo nacional para el adelanto de las mujeres y tiene además la condición de referente teórico metodológico para las cuestiones de género.

Para Amerelle, el PAM se inserta en la actualización del modelo económico, político y social cubano, está en correspondencia con los postulados de la Constitución de la República y ratifica los compromisos con la plataforma de acción de Beijing,  la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación en contra de las mujeres (CEDAW) y la agenda de género de la región. (2020)

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