La Habana, 17 dic.- Mujeres que cosen, cultivan, hacen y comercializan jugos naturales y se desempeñan en diferentes funciones en las cooperativas también dan vida a un Mercado de la Tierra lleno de significados: la no violencia de género, los derechos femeninos y el Día de la Tierra Madre.

Las impulsoras de esa iniciativa participaron en una acción organizada por la oenegé Asociación Cubana de Producción Animal (ACPA), en la comunidad Los Pocitos, del municipio habanero Marianao, que posibilitó estrechar vínculos para favorecer la producción y comercialización de alimentos a nivel local.

Bajo el impulso de ACPA, junto a los dulces caseros, las manualidades utilitarias confeccionadas por mujeres del proyecto sociocultural Akokán, cooperativas y unidades productivas tributaron al mercado sus producciones, desde hortalizas, frutas y viandas hasta sustratos y humus de lombriz para impulsar la producción en patios y parcelas.

Líderes de un mercado comunitario

Aurelia Castellanos, presidenta de la asociación en La Habana, explicó: “a propósito de la jornada por la no violencia de las mujeres y las niñas y el Día de los Derechos Humanos, quisimos tener este mercado, con las mujeres como líderes de la comunidad donde ellas comercializan lo que hacen. ¡Qué mayor derecho!”.

También precisó que a cada participante, sin distinción de edad y sexo, le colocaron manillas de papel color anaranjado, con la debida explicación del significado de la jornada, del color y de la importancia de poner fin a ese flagelo y alcanzar la equidad.

Algunas de estas mujeres son beneficiarias del proyecto de colaboración internacional Sistemas Integrados y Articulados de Ganadería Agroecológica en el municipio Marianao.

Entre ellas, se encuentra Virginia Creach, quien cultiva hortalizas, sazones, plátanos, aguacates y frutas. Además, si alguien lo necesita, también le corta el cabello, porque “en la vida hay que aprender de todo”, asegura.

Integrante de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Cuba Socialista, Creach elabora sus propias conservas de mango, maracuyá y guayaba, recogidas de los árboles que sembró en su finca, junto a plátanos y cocos que abre a fuerza de machete con una destreza sorprendente.

Niurka Navarro, directora del proyecto, dijo que en la acción de ACPA se unieron actores del municipio para intercambiar, socializar, elevar la autoestima, exponer y vender a precios accesibles todos los productos.

Apuesta por la equidad

La iniciativa del Mercado de la Tierra forma parte del proyecto Sistemas Integrados y Articulados, que incluye los talleres “Entrecruzamiento entre mujeres”, una de las acciones del eje de equidad de género.

Según Castellanos, con el objetivo de integrar y articular procesos de la agricultura urbana y que lleguen hasta la comercialización, el proyecto está centrado en todas las personas e, intencionadamente, en las mujeres de todas las edades.

El diagnóstico realizado para la elaboración del proyecto arrojó la desventaja de la población femenina en el plano ocupacional, entonces “quisimos incorporarlas más en estos procesos productivos y de toma de decisiones, por lo que el 41 por ciento de las acciones las benefician a ellas”, apuntó.

Con financiamiento de la Generalitat Valenciana y el concurso de dos oenegés: Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad (MPDL) y Veterinarios sin fronteras y Justicia alimentaria, dicho proyecto se desarrolla en la mayoría de los escenarios productivos de Marianao.

El eje de capacitación propicia “saberes sobre cómo integrar eficientemente diferentes productos, tanto animales como cultivos, con el fin de aprovechar mejor los espacios -a partir del dominio de los procesos agroecológicos-, y los recursos disponibles”, indicó Castellanos.

Con el género como eje transversal, la iniciativa se enfoca en la capacitación sobre los sistemas integrados de ganadería agroecológica, los procesos administrativos, las técnicas de dirección y planificación (que buscar beneficiar a las juntas de las cooperativas), así como a lograr la inocuidad en las dos minindustrias del territorio.

Por otra parte, esta iniciativa interactúa con acciones del gobierno local y con el proyecto Akokán, que también aporta conocimientos y recursos de respaldo a las iniciativas productivas y sociales. También se entrelaza “con la protección del medio ambiente, el suelo y el agua, pero, sobre todo, de las personas”.

Los mercados de la tierra, iniciativas del movimiento internacional Slow Food, comenzaron a realizarse en Cuba en 2019, en la finca Vista Hermosa, con el impulso de la comunidad Movimiento de Alimentación Sostenible (MAS). Se extendieron luego a otros territorios.

Recientemente, Vista Hermosa acogió la apertura del primer mercado después de la reactivación de la actividad socioeconómica tras la reducción de los efectos de la pandemia. (2021)