La Habana, 16 mar- Aplicada hace un lustro, la iniciativa ambiental Costa limpia utiliza una metodología propia para evaluar cuántos kilogramos de desechos, sobre todo de plásticos, llegan durante un año al Parque Nacional Guanahacabibes, en el extremo occidental de Cuba, indicó una nota en el sitio web del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.

Según declaraciones de Lázaro Márquez, especialista ambiental del parque y coordinador de esta iniciativa, cada mes se monitorea la presencia de plásticos en la costa y se recogen los desechos de origen oceánico para darles uso y conservar la biodiversidad.

Como resultado, dijo, se logra recolectar entre 12 y 15 toneladas de plásticos que llegan cada año a la costa sur de Guanahacabibes.

Para las mediciones, detalló, se establecen polígonos rectangulares en cinco puntos distribuidos en el litoral sur en el sector La Bajada-Cabo de San Antonio, en la provincia de Pinar del Río, donde se recogen manualmente los desechos traídos a la orilla por las corrientes marinas.

Estas arrastran los desechos hasta la primera línea de costa, sobre la arena o las rocas, al subir la marea, que se recogen para evitar su retorno al mar, detalló.

Junto a pobladores de las comunidades locales, en la recolección de desechos participan estudiantes y docentes de la Universidad de Pinar del Río, fundamentalmente de la carrera de ingeniería forestal, así como del nivel preuniversitario, agregó.

Apuesta por costas limpias de plásticos

En 2023, el equipo de Costa Limpia comenzó también a evaluar los microplásticos en la arena, en una iniciativa conjunta con el Centro de Estudios Ambientales de Cienfuegos.

Al respecto, Márquez comentó que la experiencia tiene un impacto significativo en el plano ambiental, pues los desechos afectan procesos naturales como la anidación de tortugas marinas y el desarrollo de la vegetación de la costa arenosa.

Desde el punto de vista científico, afirmó, permite ampliar el conocimiento y avalar la metodología diseñada, para su potencial aplicación en otras zonas de Cuba afectadas por la acumulación de basura de origen oceánico.

Por otra parte, abundó, evalúan el arribo de nurdle, pequeñas partículas de plásticos primarios y la base de muchos objetos de este material. Esos resultados se reportan cada tres meses a una plataforma en el ciberespacio, donde pueden observarse no solo los registros de Guanahacabibes, sino también de otras partes del planeta.

De acuerdo con el especialista, “la idea de esa plataforma es demostrar que están llegando a las costas no solo los plásticos finales y desechados, sino también los primarios, que proceden de grandes industrias procesadoras”.

El arribo de esos desechos provoca daños ambientales con efectos sobre la biodiversidad, con repercusión negativa en los ciclos de vida de diferentes especies, la imagen de las playas y zonas costeras y las actividades turísticas en la zona.

Por ser tan pequeñas y resultar atractivas, dichas partículas son fuente de alimentación de peces y aves, fundamentalmente acuáticas, que buscan el alimento en las orillas de las playas, lo que puede causarles la muerte, además de entrar en las cadenas tróficas de los ecosistemas marinos.

Incentivar el reciclaje

Para Márquez, otro paso en el proceso sería el reciclaje de los plásticos recogidos. Aunque algunas cooperativas dedicadas al procesamiento de residuos de este tipo se interesan, hasta ahora no se concreta ninguna acción por la lejanía, puntualizó.

En opinión del ingeniero, para que la recogida de desechos que llegan a las costas del parque sea atractiva a las comunidades locales “debe ser atractivo el precio de compra de la empresa de materias primas”.

Por encontrarse en el territorio insular con costas en el Mar Caribe y en el Golfo de México, el Parque Nacional Guanahacabibes recibe el impacto de un complejo sistema de intensas corrientes marinas que cada año lleva a las costas desechos, incluidos los plásticos.

Diversas iniciativas se desarrollan en Cuba impulsadas por instituciones y activistas ambientales, con apoyo de las comunidades, para mitigar los impactos de la contaminación por plásticos.

Parque nacional

Creado el 14 de diciembre de 2001, el parque nacional constituye la zona núcleo de la Reserva de la Biosfera Península de Guanahacabibes, con un total de 39 830 hectáreas (23 880 terrestres y15 950 marinas).

El área protegida presenta una gran diversidad de ecosistemas terrestres (bosques semideciduos y siempreverdes, vegetación de costa arenosa y rocosa, matorrales xeromorfos costeros y subcosteros, humedales, entre otros) y marinos (arrecifes de coral, pastos marinos y manglares).

En el área se identifican especies claves terrestres (zunzuncito, paloma perdiz, iguanas, cocodrilos y jutías) y marinas (peces de alto valor comercial y conservacionista, corales, tortugas marinas y manatíes) y tiene un alto valor como principio o fin de rutas migratorias antiguas, terrestres y marítimas.

Hasta ahora se documentan 42 yacimientos arqueológicos de diferente antigüedad y filiación cultural, entre ellos predominan los vinculados a antiguas comunidades aborígenes preagroalfareras con tradiciones mesolíticas. (2024)