La Habana, 26 oct.- “No le quites el sonido al bosque” y “Las aves silvestres no son mascotas” son algunos de los mensajes que lanza Cuba al iniciarse la temporada migratoria, para prevenir la captura y el comercio de animales silvestres, una de las principales causas de la pérdida de la biodiversidad, según expertos.

“En otoño y primavera, decenas de miles de aves de más de 200 especies llegan a Cuba a pasar la temporada invernal, en busca de regiones con climas más propicios para su alimentación y reproducción. Convivir en armonía con ellas es proteger y respetar su entorno”, posteó en Facebook el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.

En otra publicación, la entidad insistió que “aun cuando las aves migratorias no se crían en #Cuba, se consideran también parte de nuestra avifauna, porque viven en nuestro país de seis a ocho meses y brindan también servicios ecosistémicos valiosos”.

Además, en ese perfil institucional se reconoce que “la caza furtiva y comercio ilegal de #AvesAutóctonasYMigratorias ha aumentado. En los últimos años, muchas personas han convertido la captura y comercio en modo de vida. Son los llamados ´pajareros´”, precisa la fuente.

Desde Twitter, a esta campaña se sumó el presidente cubano Miguel Díaz-Canel, quien advirtió que, a la par de la llegada a los bosques del país de miles de aves, “lamentablemente, también aumentan las ilegalidades contra la fauna. La captura y el tráfico de biodiversidad es un delito que todos debemos combatir”.

Alerta desde la zoología

De acuerdo con la Sociedad Cubana de Zoología (SOCZOO),   existe “una exacerbada actividad de personas capturando aves en zonas suburbanas, rurales y forestales de varias localidades del país”.

Al respecto, indicó en su perfil de Facebook que “esto no es un fenómeno social nuevo y continuamente hemos llamado la atención sobre él, pero la aparente masividad y naturalidad con que ocurre es cada vez más preocupante”.

La sociedad instó a las autoridades correspondientes “a reforzar las medidas de prevención y enfrentamiento a estas ilegalidades; en tanto exhortó a la ciudadanía “a no sumarse a la cadena de tráfico”.

Asimismo, declaró: “Si queremos romper esta cadena, debemos poner mayor empeño, tesón y sagacidad en la educación de nuestra población”.

La organización no gubernamental, que agrupa a más de 250 miembros, entre investigadores y docentes, propone acciones como brindar conocimientos y desarrollar actividades inspiradas en el respeto, el estudio y el cuidado de la naturaleza.

De ese modo, consideran integrantes de esa organización, se podría contribuir a “minimizar la demanda (de aves capturadas) y con ello, la oferta”.

Algunos criterios apuntan en dirección contraria. Para Oscar Ríos, profesor, “mientras la situación económica sea crítica, como lo es hoy, será difícil reducir esas prácticas, porque la caza ilegal da más dinero que un trabajo para el Estado”.

Métodos al descubierto

Según una investigación de la revista Juventud Técnica, entre las prácticas más agresivas que emplean los cazadores furtivos se encuentran la colocación de mallas o redes de niebla, en las cuales quedan atrapadas también especies que no son de interés comercial para el tráfico.

Otro método, indicó la publicación, es el uso de celulares para reproducir el canto y atraer a los ejemplares. El medio de comunicación aseguró disponer de vídeos donde cazadores furtivos se vanaglorian de sus capturas.

Sobre este problema, el internauta César Pérez reveló imágenes de grupos de WhatsApp donde se promueve la captura y el tráfico ilegal de aves migratorias y residentes en Cuba, lo que viola “impunemente nuestras leyes y los convenios internacionales firmados por nuestro país”.

Pérez publicó los enlaces de 12 grupos, entre ellos, Revolico de aves (con 221 participantes), Capturas en la temporada, Venta de aves en la Habana, Aves en La Habana, La temporada, Venta y negocios de aves y Pajareros Habana.

Por su parte, José Eugenio Martínez señaló en Facebook que la Constitución de Cuba “establece, en su artículo 90, que la protección de los recursos naturales, la flora y la fauna y velar por la conservación de un medio ambiente sano, es un deber de cada ciudadano”.

Además, alertó que “cientos de miles de aves son enjauladas cada año impidiéndoles reproducirse para perpetuar su especie. Muchas mueren poco después de su captura. Algunas son inyectadas con productos o incluso les sacan los ojos para lograr que canten más. Son mantenidas en jaulas pequeñas”.

Otras, agregó, son vendidas lejos del lugar donde fueron capturadas, incluso son sacadas de contrabando fuera del país.

Señaló que miles de personas se dedican hoy a la captura, la venta y el intercambio de aves, “lo que ha hecho que el fenómeno crezca a niveles insostenibles”. Una reciente lista publicada en Facebook revela la existencia de más de una treintena de perfiles relacionados con las aves, con miles de integrantes. (2022)