Más movilización ambientalista en Cuba gracias a Internet

Más de 250 personas recogieron la víspera dos camiones de basura y clasificaron para reciclaje dos toneladas de plástico, 700 kilogramos de vidrio y 300 kilogramos de aluminio.

Los principales organizadores de este empeño fueron jóvenes y a ellos se sumaron muchos niños y personas de todas las edades.

Foto: Tomada del Facebook

La Habana, 28 abr.- Olivia Candebat, de nueve años, recuerda con nostalgia cómo de pequeña se bañaba con su mejor amiga, Isabela García, en la playita del reparto Flores, al oeste habanero. Por ello, ambas niñas integraron las más de 250 personas que limpiaron ayer la desembocadura del río Quibú.

“Siempre veníamos aquí. Nos molestamos porque todo el mundo venía a botar basuras y ahora todo está muy sucio. Vine a limpiar para podernos seguir bañando”, compartió Candebat, que cursa el tercer grado de la escuela primaria.

Convocada mediante las redes sociales por proyectos como Planta!, de la Sociedad Cubana de Botánica (Socubot), el centro cultural Fábrica de Arte Cubano (FAC), el grupo Jóvenes Ambientalistas Cubanos y la cafetería privada Juanky´s Pan, entre otros, la iniciativa Salva una playa en apenas una hora había recopilado una loma de bolsas llenas solo con plásticos.

“De todas las actividades de saneamiento, me parece que esta es la que más personas han participado”, dijo Margarita Duarte, ambientalista independiente desde hace casi dos décadas.

Muchos de los participantes consultados por la Redacción IPS Cuba supieron de la jornada gracias a las redes sociales, a las que la población cubana accede más desde diciembre de 2018.

“Esto de las redes sociales está inaugurando un nuevo paradigma de participación y activismo”, opinó Mario Leyva, quien llegó desde el municipio de Marianao para participar de la jornada de saneamiento.

Julia Azanza, bióloga marina de la Universidad de La Habana y especialista en tortugas, vio la convocatoria en la red social Facebook y le dijo a su niño: “vamos para allá”.

Muchas voluntades se unieron en la desembocadura del río Quibú para la limpieza.

Limpiar y más allá 

Juan Carlos Blaín es muchas cosas: ingeniero informático, trabajador privado de la cafetería Juanky´s Pan y principal impulsor de la iniciativa.

“Empecé en esa cafetería y nos fue bien. Siempre nos gustó apoyar a la comunidad aledaña a la cafetería: ocuparnos de la higiene de las calles y las luminarias, de modo que ellos sientan un beneficio de nuestra presencia”, dijo Blaín sobre los antecedentes.

Un grupo de jóvenes cubanos se sumó en marzo a acciones ambientales replicadas en todo el mundo bajo la convocatoria #trashchallenge, que invita a limpiar un entorno natural y compartir una foto del antes y el después. Cuando supieron que iban a hacer una limpieza del río Almendares, el equipo de la cafetería decidió ayudarlos con algún refrigerio para quienes estuvieran trabajando.

“De ahí salió la idea: como en el reparto Flores existe un Juanky´s Pan y por la contaminación por plástico en el río la playa está muy deteriorada, entonces nos dimos a la tarea de intentar salvarla y aislar ese contaminante”, explicó Blaín, de 34 años.

“Hemos tratado de organizar todo un poquito más allá y buscar un destino al plástico, porque si la limpiamos hoy y no hacemos ninguna otra acción sobre el tema, dentro de seis meses vamos a tener el mismo problema, y va a haber sido casi en vano”, agregó.

La carga de pomos, neumáticos, latas, botellas de cristal, entre otros desechos continúa viniendo de río arriba, en una zona que ha sido saneado en otras ocasiones y con el tiempo vuelve a su estado deplorable. “Ya hemos sacado no se sabe cuántos sacos de plástico y la orilla del Quibú ni se lo ha sentido”, consideró.

“Este es el primer capítulo de una historia que debe continuar, una historia de todos, en función de un bien común: contactamos al delegado, la unidad de servicios comunales, la empresa eléctrica. Todo ha salido muy bien pues estamos en la misma línea, el objetivo es salvar una playa y que se mantenga”, consideró el trabajador privado, que defiende la responsabilidad social de los emprendimientos.

La acción fue convocada mediante las redes sociales.

Aporte de Matanzas

En una primera experiencia, se unió a la limpieza la cooperativa ATRES, de la vecina provincia de Matanzas.

“Con plástico reciclado, triturado y fundido, producimos algunos muebles como tumbonas, pérgolas y butacas”, dijo Ariel Benítez, que es integrante de la cooperativa.

“Estamos aquí con el fin de ayudar y aportar nuestro granito de arena en limpiar el medio ambiente y las playas”, añadió Manuel Alejandro Martín, involucrado en ATRES desde que comenzó a usar el plástico, cuando ya la camioneta del grupo estaba al tope de las bolsas llenas de envases de ese material.

“Queremos aprender de ellos y tal vez organizar en la comunidad algún proyecto que permita una sostenibilidad de la limpieza de la playa”, apuntó Blaín.

Todas las manos

A la convocatoria se unieron también la Agencia de Medio Ambiente, del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, el proyecto comunitario Acualina y la Fundación Antonio Núñez Jiménez.

“Los jóvenes tienen el protagonismo sobre todo porque las redes sociales cambiaron la forma de convocar y sensibilizar a la gente. También es importante que las autoridades están apoyándonos, con la logística que lleva”, dijo Alejandro Palmarola, de Socubot.

Ángela Corvea, creadora del proyecto de educación ambiental Acualina y precursora de las limpiezas de las costas desde hace unos 20 años, compartió: “me hace feliz que este movimiento esté abrazando estas acciones tan masivamente y con tanta pasión”.

A juicio de Corvea, “necesitamos que la gente tenga más conocimientos de estos problemas, sobre todo del daño que está haciendo el plástico a nivel mundial. Me tranquiliza saber que hay un relevo y que este tema cobra la fuerza necesaria. Esta multitud es la muestra de que se pueden hacer cosas parecidas”.

“Una de mis visiones es que dentro de seis meses o un año, esa playa de aquí de Flores, si alguien desea bañarse, lo pueda hacer, porque es una playa común y puede estar limpia. Ahí es adonde queremos llegar”, sostuvo Blaín, que no descarta trabajar también en comunidades río arriba, desde donde viaja la basura hasta la desembocadura. (2019)

2 comentarios

  1. Niury

    Motiva y alegra pensar y vivir experiencias como esta. Si nos sumamos estaremos mejorando nuestro entorno en lugar de opinar o criticar o peor aún, contribuir a dañar nuestro entorno. Cuando esta actividad se repita y se logre el objetivo, con el apoyo de todos. Un día no muy lejano, vamos a disfrutar de un ambiente saludable y un rinconcito más, donde nazca el amor.

  2. Mirardo

    Muy útil iniciativa y participación de cubanas y cubanos convocados desde lo público, lo privado, la historia personal y los valores asumidos. La unidad en la diversidad puede ser muy fuerte y efectiva.

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