La Habana, 4 oct.- Una alianza para trabajar en conservación sobre suelos, capacitación, metodologías e investigación  establecieron naciones de Mesoamérica y el Caribe en el taller de lanzamiento de la Alianza Mundial por el Suelo (AMS) de la región.

Representantes de instituciones gubernamentales y no gubernamentales de 15 países reunidos en La Habana aprobaron el comunicado final que anuncia la adopción de un plan de acción para coordinar las iniciativas que conlleven asegurar que el conocimiento y reconocimiento de los suelos estén adecuadamente representados en los diálogos y los procesos de toma de decisiones.

El grupo enfatizó en la necesidad de coordinación y colaboración para crear una voz unificada y reconocida para los suelos y así evitar la fragmentación de esfuerzos y propiciar el buen uso de los recursos.

En la reunión, auspiciada por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Instituto de Suelos del Ministerio de la Agricultura de Cuba y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), de Colombia, fueron presentados los informes de cada país y de organizaciones regionales.

Las exposiciones pusieron de manifiesto la coincidencia de criterios sobre factores limitantes, desafíos, prioridades y necesidades que tiene cada país en relación con el suelo y su relación con aspectos como seguridad alimentaria, estabilidad social, recurso hídrico, protección del ambiente y cambio climático, entre otros.

“Si las acciones para proteger el suelo, así como lograr mejorar y mantener su productividad, fertilidad y salud no son rápidamente implementadas el desafío planteado por una seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza no se lograrán. Es indudable el papel que juega el suelo y la ciencia del suelo en asegurar la seguridad alimentaria y proveer otros servicios claves para los ecosistemas”, indica el texto.

Según dijo Camilo Samaniego, de la Autoridad Nacional del Ambiente de Panamá, se espera que “cada país asuma la responsabilidad y puedan obtenerse frutos de esta alianza”.

La Alianza por el Suelo en Mesoamérica y el Caribe (ASMAC) incluyó entre sus prioridades impulsar el establecimiento de legislaciones nacionales  que posibiliten la protección del recurso y elaborar,  compartir y transferir sistemas de información regionales consistentes y actualizados.

El grupo acordó también desarrollar e implementar un programa de transferencia de conocimientos a todo nivel  a través de la educación, capacitación y extensión para el desarrollo de las capacidades y de expertos de las ciencias del suelo y el manejo de la tierra, considerando también el balance de género.

Otra línea esencial será guiar, promover y posibilitar la implementación del manejo sostenible del suelo así como la restauración de su salud con el fin de contribuir a la seguridad alimentaria.

“Para alcanzar esos fines los participantes acordaron desarrollar un plan de acción para apoyar los pilares de la Alianza Mundial del Suelo”, apunta el documento.

Este abarcó propuestas de soluciones para los problemas diagnosticados a partir de los cinco pilares de la AMS, entre ellas la creación de espacios informativos sobre la alianza regional, promover los sistemas de producción bajo los principios del manejo sostenible y socializar las mejores prácticas.

Las consideraciones generales incluidas en la propuesta de plan de acción serán examinadas y mejoradas por el grupo técnico para su eventual inclusión en el Plan de Acción Mundial, explicó Olegario Muñiz, uno de los organizadores del taller.

Para Milton Toledo, de la Secretaría de Agricultura y Ganadería de Honduras, a fin de  lograr resultados entre los productores, además de capacitar,  habrá que unir incentivos con medidas regulatorias y condicionar la entrega de créditos a la implementación de prácticas agrícolas que conserven los suelos. (2013)