La Habana, 10 abr.- La Fundación climática IRIS, constituida oficialmente hace un año, establece convenios de colaboración en Cuba con entidades nacionales y organización de la sociedad civil para impulsar juntos acciones y proyectos a favor de la ciencia, la investigación y el medio ambiente.

Con personalidad jurídica pública, inclusiva y autofinanciada, quedó constituida el 5 de abril de 2023, según lo establecido en el Decreto Núm. 77 que aprobó el Consejo de Ministros en diciembre del año anterior. Su nombre es un acrónimo de elementos claves en su misión: Investigación, Resiliencia, Innovación, Sostenibilidad (IRIS).

Durante el primer año se ampliaron los vínculos con las actividades de ciencia, tecnología, innovación, formación y desarrollo, mediante la gestión de fondos y la incubación de proyectos de investigación, de transferencia tecnológica y de gestión, dijo Rudy Montero, presidente de la fundación climática, en un encuentro por el aniversario,  el pasado viernes, en La Habana.

“Ya son 16 mecanismos financieros en los que hemos podido interactuar, estudiar; 35 ideas de proyectos, más de 21 acuerdos de cooperación y colaboración en la arena nacional e internacional”, expuso.

Asimismo se refirió al lanzamiento de la convocatoria al Segundo Encuentro Internacional de fundaciones y organizaciones de la sociedad civil: Unidos por el clima, previsto para julio del 2025, en la capital cubana.

¿Qué es la Fundación IRIS?

Como parte de la arquitectura nacional para el enfrentamiento al cambio climático, IRIS se vincula a las actividades de ciencia, tecnología, innovación, formación y desarrollo, mediante la gestión de fondos y la incubación de proyectos de investigación, transferencia tecnológica y gestión.

Los objetivos de la fundación climática, detalla el Decreto Núm. 77, incluyen sistematizar el conocimiento científico y los saberes acumulados en la sociedad cubana para su aplicación en el desarrollo económico y social sostenible ante la variabilidad del clima.

A su vez, se enfoca en contribuir al fortalecimiento del desarrollo local, fomentar la participación activa de amplios sectores de la sociedad cubana, en materia de enfrentamiento al cambio climático e insertarse en los esfuerzos regionales para la adaptación y la mitigación, a partir de los conocimientos científicos, del capital humano y las capacidades institucionales creadas en el país.

También se establece que la fundación se enfoca en la búsqueda y canalización de financiamiento para apoyar los esfuerzos del Estado y contribuir al cumplimiento de los compromisos nacionales e internacionales en el ámbito medioambiental y climático.

Posibilidades y retos

De acuerdo con el viceministro primero del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, José Fidel Santana, la fundación climática brinda la posibilidad “de enfocar desde una nueva mirada problemas que necesitan una dinámica que a veces no permiten los mecanismos institucionales”.

Tras referirse a la capacidad de gestión y coordinación alcanzada en su corta vida, comentó “los grandes retos” de IRIS, entre ellos, conectar las necesidades del país con las oportunidades financieras que existen en el mundo, a partir de diseñar proyectos, “y que eso se convierta en su ventaja competitiva”, acotó.

La directora del Instituto de Filosofía, Georgina Alfonso, convocó a pensar siempre en lo social al elaborar un proyecto, en cómo este va a mejorar la vida la naturaleza y de los seres humanos y también en su sostenibilidad, una vez concluyan su implementación y el financiamiento.

En la jornada por su aniversario, miembros de IRIS firmaron convenios de colaboración con el Parque Científico Tecnológico de Villa Clara, la Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales, la Asociación Cubana de Naciones Unidas.

También se suscribieron acuerdos con la Red de Iberoamericana para la Formación de Comunidades Resilientes ante Riesgos y Desastres, el proyecto Inteliforja y la mipyme estatal cubana La Quinta S.U.R.L.

En el transcurso del pasado año, la fundación climática oficializó alianzas con el Corredor Biológico del Caribe, The Ocean Foundation y la Fundación Mexicana para el Océano A.C., así como con una veintena de entidades cubanas.

Nuevas iniciativas

Con el fin de visibilizar la conexión entre naciones de la región para enfrentar el cambio climático y, a la par, proteger a las poblaciones vulnerables más afectadas, la fundación climática cubana presentó las iniciativas Alianza de Fundaciones y Organizaciones Unidas por el Clima para Cuba, Latinoamérica y el Caribe (Afolac) y el Fondo de apoyo de emergencia climática (Fondo IRIS Triple C).

Afolac se propone crear una estructura de gobernanza colaborativa para la financiación climática y viabilizar la cooperación Sur-Sur y triangular, diseñar e implementar acciones conjuntas y coordinadas que tributen al cumplimiento de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas –metas nacionales ante el cambio climático.

Otra de sus metas se dirige a influir en la transición socioeconómica hacia la neutralidad de las emisiones de los gases de efecto invernadero para el 2050.

Por su parte, el Fondo IRIS Triple C persigue el establecimiento de un mecanismo bancario y de captación de financiamiento dedicado a mitigar la triple crisis planetaria: cambio climático, contaminación y pérdida de la biodiversidad, problemas interrelacionados, con causas y efectos propios, que convergen y se retroalimentan. (2024)