Proyecto ambiental rehabilitará ecosistemas costeros del sur de Cuba
La iniciativa se propone incrementar la capacidad adaptativa ante el cambio climático y sensibilizar sobre soluciones basadas en la naturaleza.
La Habana, 15 feb.- Mi Costa, un proyecto de colaboración internacional, busca fortalecer la resiliencia costera ante el cambio climático a lo largo de 1.300 kilómetros de la costa sur de Cuba y reducir los principales tensores de la vulnerabilidad de los ecosistemas y las comunidades costeras.
Iniciado recientemente, su implementación será de ocho años y, entre sus resultados a largo plazo, se espera la restauración del nexo y las funcionalidades de los ecosistemas marinos y costeros, destacó el director nacional del proyecto, José Manuel Guzmán.
El archipiélago cubano sufre de erosión costera, inundaciones, intrusión salina, sequía y elevación del nivel del mar, que ponen en riesgo la salud de los ecosistemas costeros. Para detener y revertir la situación, el gobierno aprobó el Plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático, conocido como Tarea Vida.
De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), esta iniciativa contribuye al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y del Plan Integral de Desarrollo Hidráulico hasta 2030, teniendo en cuenta el enfoque ecosistémico de la política ambiental cubana.
El archipiélago cubano está constituido por las islas de Cuba y de la Juventud y unos 1.600 islotes y cayos. Las costas alcanzan una extensión aproximada de 5.746 kilómetros: 3.209 por el norte y 2.537 por el sur.
Salud para las costas del sur
Con intervenciones directas en siete provincias, el proyecto se propone restaurar más de 11.000 hectáreas de mangle, 3.000 de bosques de ciénaga y 900 de hierbazales de ciénaga.
Al beneficiar a 86 asentamientos costeros y más de 1.000.000 personas, Mi Costa contribuirá a mejorar la salud de más de 9.000 hectáreas de pastos marinos y aproximadamente 134 kilómetros de crestas de arrecifes coralinos, barreras protectoras esenciales ante la elevación del mar y las marejadas.
De acuerdo con Guzmán, en las provincias donde se ejecutará el proyecto se efectuará un programa de monitoreo, desde la cuenca hasta el arrecife, lo que permitirá evaluar los impactos de las intervenciones en la calidad del agua, la hidrología, la salud de los ecosistemas de manglares, pastizales marinos y arrecifes de coral.
Mi Costa también se enfoca en incrementar la capacidad adaptativa ante el cambio climático y sensibilizar sobre soluciones basadas en la naturaleza.
La iniciativa cuenta con financiamiento del Fondo Verde para el Clima (GCF, por sus siglas en inglés) y de la Convención Marco de ONU sobre el Cambio Climático, además, es el primero de su tipo al que accede el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
José Santana, viceministro primero del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente del país caribeño, indicó que, tras años de esfuerzo para lograr la aprobación del proyecto por el Fondo Verde para el Clima, hoy se dispone de 23.900.000 dólares y de 500 millones de pesos para ejecutarlo.
El enfoque integrado posibilitará que los ecosistemas actúen como barreras ante los impactos del cambio climático que se manifiestan en la erosión costera y las inundaciones, a la vez que facilitará el control de la intrusión salina.
Saberes para la acción
Según trascendió, el proyecto ya dispone de su correspondiente Sistema Nacional de Información Ambiental, que reúne a especialistas de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana y de la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría, de empresas y del Parque Científico Tecnológico de Matanzas.
Estudios realizados por especialistas vinculados al Macroproyecto de Peligro y Vulnerabilidades Costeras para 2050 y 2100, estiman que serán afectados 121 de los 272 asentamientos humanos costeros que existen en Cuba.
Las investigaciones arrojan que ello perjudicaría a una población ascendente a 34.454 habitantes, pues se perdería paulatinamente la superficie emergida de la zona costera y se produciría una intrusión salina que afectará en gran medida el manto acuífero, la cobertura vegetal y los suelos.
Pronósticos de la Tarea Vida alertan afectaciones durante este siglo en 537.000 hectáreas de uso forestal y 32.000 de uso agropecuario de las tierras de la zona costera, con impactos sensibles sobre la agroproductividad y pérdidas estimadas de 40.000 toneladas en cosechas de cultivos como arroz, caña de azúcar, tubérculos y raíces. (2022)
Un comentario
Yailé
Deberian poner cuáles son las acciones que estan haciendo para la protección de los ecosistemas costeros