Proyecto apuesta a la resiliencia de cinco municipios cubanos
Se trata de Redes Irma, que fortalecerá capacidades para la resiliencia en comunidades cubanas de las provincias de Camagüey y Villa Clara.
La Habana, 24 dic.- El proyecto Redes Irma fortalece capacidades e integra comunidades y organizaciones locales por la resiliencia en cinco municipios costeros de Cuba, que fueron afectados en 2017 por el paso del huracán Irma.
La propuesta es implementada conjuntamente por cinco organizaciones de la sociedad civil cubana: la Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, la Federación de Mujeres Cubanas, el Centro de Intercambio y Referencia Iniciativa Comunitaria y la Sociedad Cubana para la Promoción de las Fuentes Renovables de Energía y Respeto Ambiental.
Participan también en la implementación dos organizaciones europeas Oxfam y CISP, y es cofinanciado por la Unión Europea y la Agencia Francesa de Desarrollo.
El proyecto busca rehabilitar y mejorar la capacidad adaptativa de sistemas productivos y la infraestructura afectada por el huracán Irma en los municipios focalizados, así como fortalecer el acceso de mujeres a recursos, preparar a las comunidades para prevenir y gestionar los riesgos de desastres y fomentar acciones concertadas con actores locales para la construcción de resiliencia.
Se trabajará, entonces, en función del fortalecimiento de las capacidades de resiliencia en las organizaciones que implementan y en las comunidades de tres municipios de Camagüey (Esmeralda, Sierra de Cubitas, Minas) y dos de Villa Clara (Caibarién y Remedios). En general, Redes Irma contribuirá a una gestión local más resiliente relacionada con riesgos de sequía y huracanes, para una preparación y respuesta más eficaces.
Comunicación inclusiva a debate
Como parte de su proceso de implementación, Redes Irma prevé acciones de comunicación para la visibilidad, la formación y sensibilización, la gestión del conocimiento y la articulación, que serán desarrolladas, fundamentalmente, por equipos de comunicación territoriales.
Como parte del proceso formativo de estos equipos, se desarrolló un taller para la puesta en común de temas y acciones que complementen la estrategia de comunicación del proyecto. Los encuentros, uno en Villa Clara y otro en Camagüey, tuvieron lugar durante los días 14 y 15, y 17 y 18 de diciembre, respectivamente.
Uno de los debates centrales del taller estuvo dedicado a la comunicación inclusiva. Los equipos coincidieron en un conjunto de elementos indispensables para hacer comunicación no discriminatoria y con enfoque de género:
Para el tratamiento de las imágenes:
- Representación de la diversidad de características físicas de las personas.
- Inclusión de imágenes representativas de la identidad de las personas y comunidades que se traten.
- En audiovisuales, inclusión de lenguaje de señas y subtitulaje.
- Representación de la realidad de las comunidades sin estereotipos.
Para el trabajo grupal:
- Diagnóstico para el conocimiento de los públicos.
- Focalización en temáticas de interés.
- Construcción colectiva del conocimiento.
- Respeto de la cultura, las creencias y tradiciones locales.
- Claridad en relación a los objetivos de cambio/trabajo y socialización de los mismos.
Para el trabajo en medios de comunicación:
- Selección de las fuentes desde principios de equidad.
- Combinación de varios medios.
- Formación de periodistas.
- Monitoreo del tema en los medios de comunicación.
Para la comunicación escrita:
- Utilización de lenguaje inclusivo (no masculino genérico, uso de sustantivos neutros).
- Utilización de un lenguaje claro y apropiado para cada público.
- En publicaciones técnicas, tener en cuenta el saber del campesinado, utilizar ejemplos y demostraciones prácticas.
- En informes rendir información desagregada por sexo.
Comunicar para la resiliencia
En otro momento de los encuentros, se realizó un ejercicio de puesta en común de los principales elementos que definen a una comunidad resiliente:
- Cuenta con capacidad de recuperación ante desastres y eventos.
- Se prepara para la transformación (prevención y capacidad para tomar medidas).
- Cuenta con la participación de todas las personas.
- Pone sus potencialidades en función del desarrollo endógeno.
- Se esfuerza por ser una comunidad libre de violencias de género.
- Atiende necesidades y voces de grupos vulnerables.
- Cuenta con servicios de apoyo a la familia y de corresponsabilidad con los cuidados.
- Se gestiona el cambio.
En función de que los procesos comunicativos apoyen el fortalecimiento de las capacidades para la resiliencia y promuevan en las comunidades mensajes y productos que apoyen las transformaciones que busca el proyecto, los equipos territoriales diseñaron un conjunto de acciones comunicativas.
Entre estas se encuentran: un recorrido de periodistas por áreas e instituciones del proyecto, la realización de un boletín trimestral sobre los resultados que va generando, un intercambio entre mujeres productoras o con aportes a la resiliencia desde otros espacios, un taller de teatro para niños, niñas y adolescentes y un concurso a propósito del 17 de mayo, entre otros.
Comunicar para la resiliencia de manera no discriminatoria y con enfoque de género, resaltar los aportes de las mujeres a resiliencia y a la agricultura local y promover procesos formativos para actores, periodistas y personas de las comunidades, son premisas que guían el trabajo de Redes Irma en Villa Clara y Camagüey. (2020)
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