Reserva ecológica cubana impulsa manejo sostenible de tierras

La experiencia de trabajo durante más 15 años en un área protegida fue reconocida recientemente en Guantánamo.

En el área se preservan cactus y monitongos, un grupo de alturas geomorfológicas únicas y muy relevantes del relieve cubano.

Foto: Naturaleza Secreta de Cuba

La Habana, 1 ago.- La Reserva Ecológica Hatibonico, en la más oriental de las provincias cubanas, Guantánamo, específicamente en Caimanera, se convirtió recientemente en la primera área protegida con la condición de iniciada en el manejo sostenible de tierras.

Ubicada al oeste de la bahía de ese territorio y con una extensión de 6.274 kilómetros cuadrados –de ellas, 884 hectáreas marinas–, el área protegida acumula más de 15 años de experiencia en el manejo y la conservación de los valores de esta zona, considerada semidesértica.

“Iniciamos este trabajo durante 2019, pero ya se venía realizando de alguna forma, porque la reserva cuenta con un plan de manejo, del cual se deriva uno operativo con cinco programas y acciones que se corresponden con el de manejo sostenible de tierras”, dijo Inalvis Mané, subdirectora de la reserva.

El área, que ocupa partes de los municipios Caimanera y Niceto Pérez, recibió la categoría de iniciada en el manejo sostenible de tierras, por la mantenida contribución de sus trabajadores y unidades agroproductivas al Programa nacional de lucha contra la desertificación y la sequía por más de tres lustros.

Expertos sostienen que aplicar tal enfoque es crucial para la reserva ecológica, donde habitan 80 especies endémicas cubanas de la flora (19,27 por ciento de las especies de la zona), el clima es extremo con altas temperaturas y el suelo árido, por lo que es un área propensa a los incendios forestales.

Los tranques con rocas y madera del lugar previenen el arrastre de los suelos por las intensas lluvias.

Acciones y beneficios

El manejo sostenible de tierras persigue propiciar la conservación de los recursos naturales, incrementar la productividad y la calidad de las producciones agrícolas. Además, permite mantener los suelos saludables para la proliferación de la vegetación, especialmente de las especies endémicas, a la vez que favorecen la contención de incendios.

En la reserva, la sequía alterna con períodos de fuertes lluvias de poca duración, que dejan grandes estragos. Para mitigarlos, se emplean tranques, con rocas y madera del lugar que previenen el arrastre de los suelos.

Con igual fin, se fomentan las barreras muertas y vivas, dijo la subdirectora, quien se inició en la reserva como técnica forestal, luego estuvo a cargo de los recursos humanos y la contabilidad, hasta que devino jefa del área de manejo.

A  la vez, destacó, se prioriza el control y aprovechamiento de las especies exóticas invasoras, entre ellas, el marabú y la piña de ratón, usadas en la producción de carbón, una de las actividades económicas más importantes de la zona.

Las acciones de manejo sostenible de tierras se ejecutan en los seis lotes de la reserva. En la primera etapa, se encuentran certificados los lotes 1 y 3, con un total de 2.101,45 hectáreas y un 51,57 por ciento del plan ya implementado.

“Hemos trabajado en los seis lotes de la reserva durante años, además de los lotes 1 y 3, pensamos seguir trabajando con los demás, sucesivamente”, adelantó Mané.

Para dar continuidad a esa labor, la reserva desarrolla un taller con estudiantes de la escuela primaria local, en el asentamiento Abel Santamaría Cuadrado, así aspira a preservar la amplia gama de cactáceas y los monitongos, un grupo de alturas geomorfológicas únicas, consideradas uno de los paisajes más relevantes del relieve cubano, con un alto valor de flora y fauna.

Según fuentes del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente en el territorio, Guantánamo es una de las dos provincias cubanas con mayor cantidad de áreas declaradas con manejo sostenible de tierras.

Esta iniciativa está alineada al Plan de Estado cubano para el enfrentamiento al cambio climático (Tarea Vida) y a programas de soberanía alimentaria y educación nutricional. (2022)

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