El polvo del Sahara sobrevuela Cuba sin graves consecuencias

No obstante, especialistas recomiendan especial atención a personas con padecimientos de alergia.

Aunque puede tener efectos nocivos sobre la salud humana, el polvo del Sahara suprime la formación e intensificación de ciclones tropicales.

Foto: Tomada del sitio web del Insmet.

La Habana, 6 oct.- Aunque tal vez para la mayoría de la población cubana pasa inadvertido, nuevamente el polvo del Sahara cubre los cielos de la nación caribeña, esta vez acompañado de dióxido de azufre y cenizas volcánicas, pero sin mayores peligros.

De acuerdo con el Departamento de Radiación Solar y Óptica Atmosférica, del Centro Meteorológico Provincial de Camagüey, el análisis de varios modelos de pronóstico sugirió el incremento, a partir del 4 de octubre, de las concentraciones de polvo provenientes del Sahara.

A la vez, los modelos arrojaron el aumento de la presencia de dióxido de azufre (SO2) y de cenizas volcánicas, debido a las emisiones del volcán Cumbre Vieja, que se encuentra activo en La Palma, de Islas Canarias.

La nube de polvo mezclado con SO2, lejana de la densidad de la observada en junio de 2020, arribó a la parte más oriental del país para extenderse a todo el territorio nacional. Al encontrarse a una altura entre cinco y siete kilómetros no ofrecía peligros en la superficie.

Con la presencia de ese fenómeno, explicaron los expertos, debe observarse una tonalidad lechosa predominante en el color del cielo (hasta desaparecer casi por completo el típico azul intenso). También es posible apreciar una densa bruma que limita la visibilidad a larga distancia.

Orlando Córdova, especialista principal del Grupo de Pronóstico del Centro Meteorológico Provincial de Ciego de Ávila, vaticinó en su cuenta en Twitter que ese evento meteorológico desaparecerá de la mayor de las Antillas antes del jueves 7.

Acerca del fenómeno

La capa de aire sahariano es una masa de aire polvoriento y seco que se origina sobre el desierto del Sahara, en el norte del continente africano, y puede extenderse en la tropósfera desde los 1.500 hasta los 6.000 metros de altura. Hasta ahora resulta un fenómeno poco conocido y se comenzó a hablar de él en los medios hace apenas unos años.

No obstante, las tormentas de polvo del Sahara han sido sistemáticamente observadas en La Habana desde la década de los años 70 del pasado siglo, declaró a medios locales Eugenio Mojena, asesor del Centro de Pronósticos, del Instituto de Meteorología (Insmet).

Dicho Instituto asegura que se trata de una situación normal en la segunda quincena de junio, todo julio y la primera quincena de agosto, por lo cual en este periodo se reportan históricamente pocos ciclones tropicales en el Atlántico.

El estudio Nubes de polvo del Sahara. Su presencia en Cuba, publicado en la Revista Cubana de Meteorología, en 2015, indica que este fenómeno “establece un puente entre continentes cuya microbiota impacta a ecosistemas marítimos y terrestres situados a miles de kilómetros a sotavento de las regiones fuentes, y afecta la salud de hombres, animales y plantas.

Polvo del Sahara y salud

Estas nubes vienen cargadas de partículas altamente nocivas para la salud humana y contienen, además, minerales como hierro, calcio, fósforo, silíceo y mercurio, junto con virus, bacterias, hongos, ácaros patógenos, estafilococos y contaminantes orgánicos persistentes.

Hace poco, el médico Daniel Céspedes, especialista en Geriatría y Gerontología, compartió en redes sociales algunos datos sobre los efectos nocivos del polvo del Sahara sobre la salud, entre ellos, deshidratación, irritación conjuntival, tos o estornudo y exacerbación de padecimientos crónicos.

Ante ello, se recomienda evitar salir de casa, protegerse con gafas, gorras y sombrillas, bañarse al llegar a casa, mantener la piel hidratada con cremas, ingerir abundantes líquidos, usar mascarilla (ya generalizada por la covid-19) y atender a las personas con padecimientos respiratorios crónicos por riesgo de exacerbación de crisis.

La prevalencia y el impacto de las enfermedades alérgicas en Cuba son similares a los países desarrollados, por ejemplo, el asma tiene una prevalencia de 90,7 por 1000 habitantes. Se estima que con una población de 11.200.000 habitantes existiría en el país más de un millón de asmáticos.

Aunque puede tener efectos nocivos para la salud, el polvo viajero pudiera tener un lado bueno: según la página institucional en Internet del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba, se ha demostrado que el calor, la sequedad y los vientos fuertes asociados a esa capa de aire suprimen la formación e intensificación de ciclones tropicales. (2021)

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