Escuelas del oriente cubano construyen resiliencia ante el cambio climático
Con el apoyo de Unicef y el Ministerio de Educación, docentes y estudiantes se capacitan para enfrentar el cambio climático
La Habana, 25 sep.- Estudiantes y docentes de comunidades expuestas a multirriesgos en el oriente cubano fortalecen sus capacidades para enfrentar los desafíos del cambio climático y construir resiliencia, mediante una iniciativa que impulsa el Ministerio de Educación (Mined) con el acompañamiento del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Apoyado también por la Agencia Europea de Ayuda Humanitaria, el proyecto contribuye a la preparación en el ámbito escolar para la gestión inclusiva de la reducción de riesgos de desastres y la resiliencia ante el cambio climático.
Más de 800 docentes de los municipios II Frente, Songo-La Maya y Guamá, en la provincia de Santiago de Cuba, reciben capacitación y realizan varias actividades en las escuelas con el objetivo de ampliar sus conocimientos sobre el entorno y los diversos riesgos de desastres que pueden enfrentar en esas zonas montañosas, informa una publicación de Unicef.
Resalta la fuente que la iniciativa beneficia a alrededor de 4315 niños, niñas y adolescentes, de ellos, 175 con alguna discapacidad. De manera especial, se enfoca en el empoderamiento adolescente ante los efectos negativos de las intensas lluvias, las inundaciones, las sequías intensas y los incendios forestales, que afectan históricamente al oriente cubano.
Experiencias y aprendizajes
Antonio Zapata, director de Educación de la zona 9 Ocujal del Turquino, del municipio de Guamá, y con más de 40 años de trabajo en el sector, explicó a Unicef Cuba que el proyecto trasciende las escuelas del territorio.
Según refirió, con ayuda de los agentes educativos de la zona y la participación de estudiantes y de sus familias se realizaron debates sobre la iniciativa. Además, realizan preparaciones “sobre qué hacer en caso de sequía intensa, huracanes, inundaciones y terremotos”.
Por otra parte, dijo, se conformaron mapas de multirriesgos y los segundos martes de cada mes las escuelas organizan la preparación sobre esos temas para docentes. Otras acciones consisten en elaborar medios de enseñanza y en impartir talleres de capacitación a poblaciones de varias comunidades.
A partir de lo aprendido en su escuela, Ana Lía Madrid, de nueve años, identifica al campismo popular La Mula como la zona más vulnerable de su comunidad. Este es uno de los balnearios más conocidos de Santiago de Cuba por ser la estancia de la mayoría de las personas que escalan el Pico Turquino, la mayor elevación del país.
“Puede tener deslizamiento de tierra, derrumbes, penetración del mar y del río, cuando hay intensas lluvias. Si eso sucede, la inundación llega hasta el campismo”, declaró a Unicef Cuba.
Asimismo, la estudiante de cuarto grado comentó qué hacer cuando ocurre un sismo: “Debemos estar preparados porque no se sabe cuándo va a suceder”.
Por estar ubicada muy cerca de la falla Oriente, entre placas tectónicas de Norteamérica y del Caribe, los sismos perceptibles o temblores de tierra, como les llaman los pobladores de la comunidad, suceden con frecuencia en la provincia santiaguera.
Durante 2022, se registraron 1468 sismos en la zona Santiago-Baconao, la de mayor actividad sísmica del país.
“Si hay un sismo fuerte, viene la réplica. Para que no nos caiga el techo arriba, tenemos que estar en lugares libres, donde no haya una piedra o árboles que nos puedan aplastar. Si estamos en el aula, debemos protegernos la cabeza, porque es uno de los lugares más frágiles del ser humano”, destacó la niña.
Apoyo socioemocional en situación de desastres
Además de propiciar el desarrollo de conocimientos y habilidades para construir resiliencia en ante los efectos adversos del cambio climático, el Mined y Unicef Cuba promueven el apoyo socioemocional a niños, niñas y adolescentes antes, durante y después de desastres naturales.
Con ese objetivo, acompañan la implementación de actividades didácticas y lúdicas en alrededor de 15 escuelas expuestas a multirriesgos en el municipio de Guamá, con el empleo de kits de recreación.
En un reporte de agosto pasado, Unicef resaltó que niños y niñas del centro educativo localizado en la comunidad de El Uvero combinan las actividades del círculo de interés “La escuela y las medidas preventivas ante los desastres” con el ejercicio físico, “para estar mejor preparados y ser más resilientes”. (2023)
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